No es una opción dejar de cooperar
A la luz de los comentarios surgidos sobre los recortes en cooperación o últimamente sobre la rocambolesca historia de la repatriación de cooperantes de los campamentos saharauis, parece necesario recordar un concepto que parecía haber quedado claro: la cooperación no tiene nada que ver con irse de vacaciones.
Trabajar por los Derechos humanos, la paz o el desarrollo no es un capricho extravagante ni una opción más en el catálogo de ninguna agencia de viajes, es la vía que la sociedad civil ha tomado para construir una sociedad internacional más justa, contra las bombas y las razones de Estado, con sus cambalaches de víctimas y derechos.
Y se ha convertido en una política pública, asumiéndola también la Administración pública, porque la gente de a pie lo ha exigido durante los últimos 20 años, demostrando día a día que es más eficaz construir derechos y ciudadanía o estrechar lazos entre pueblos que edificar alianzas militares y tratados comerciales. Esta es nuestra diplomacia, la de dar la mano a la gente y trabajar juntos.
Lo sentimos, no es una opción dejar de cooperar, ni siquiera por salvar otra política social porque todas son necesarias. No por haber llegado la última es menos importante.
Como alguien dijo sobre los campamentos, iremos las veces que haga falta.— Miquel Carrillo Ponce. Responsable de Incidencia Política Àgora Nord Sud.