Actuemos contra los delitos ecológicos
Soy profesora de ciencias y llevo años enseñando a mis alumnos a respetar el medio ambiente. La ecología es una materia del currículum.
En Mairena del Aljarafe, Sevilla, existe un arroyo llamado Porzuna que cada año que pasa ve reducido su cauce devorado por el salvaje urbanismo que arrasa todo lo natural a su paso. Todo ello con el consentimiento de los organismos oficiales. ¿Cómo se puede permitir que para hacer una carretera, un vial para tranvías, una urbanización, etc., haya que arrasar con los arroyos, bosques y árboles centenarios? ¿Es esto lo que nos hace más civilizados? Una ciudad sostenible es aquella que sabe integrar sus infraestructuras dentro del entorno natural, respetándolo. Si los responsables de ese delito ecológico fueran mis alumnos, estarían suspendidos.— Mª Carmen Naranjo.