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2.000 alumnos de Bachillerato someterán a examen la nueva Selectividad

Las pruebas piloto se celebrarán en marzo en 10 autonomías, ya que 7 han rehusado participar. El ensayo decidirá cómo serán los ejercicios de la Evau desde 2024

Estudiantes en un descanso de la Selectividad celebrada en junio en la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona.
Estudiantes en un descanso de la Selectividad celebrada en junio en la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona.Massimiliano Minocri
Ignacio Zafra

Unos 2.000 alumnos de Bachillerato de 50 centros educativos participarán en marzo en las pruebas piloto de la nueva Selectividad, unos ejercicios que pedirán a los estudiantes aplicar sus conocimientos a través de preguntas más contextualizadas con la realidad, en línea con pruebas internacionales como PISA y con el aprendizaje competencial que ha implantado la Lomloe, la nueva ley educativa. Los chavales serán evaluados, pero ellos en cierta forma también evaluarán los ejercicios: una parte de los alumnos, que todavía no está concretada pero será “importante” según fuentes conocedoras de los trabajos, serán entrevistados de forma individual al acabar los exámenes y se les pedirá que expresen su grado de “satisfacción” con el nivel de opcionalidad de los ejercicios (la posibilidad de elegir responder a unas preguntas o a otras), su estructura y otros elementos.

La opinión de los estudiantes, junto a otros parámetros, como el funcionamiento de los criterios de calificación, la fiabilidad de la corrección (por ejemplo su homogeneidad, que podrá medirse porque cada examen será corregido por separado al menos por tres docentes), o cómo se ajusta la prueba a la duración prevista, determinarán el formato que el Ministerio de Educación generalizará en los exámenes de la nueva Evaluación de Acceso a la Universidad (Evau) que empezarán a utilizarse a partir de 2024.

Para ello, aunque las pruebas piloto se harán sobre seis asignaturas, en cada una de las materias se usarán diversos formatos de ejercicios, que serán planteados a diferentes grupos de alumnos. Cada tipo de examen será analizado con los parámetros mencionados, y las conclusiones se resumirán en informes y compararán para elegir los que se consideren más adecuados. El hecho de que entre dichos criterios figuren las entrevistas para medir el “nivel de adaptabilidad y satisfacción del alumnado con el modelo de ejercicio” que se les ha planteado supone un avance en la participación de los estudiantes en la definición de las herramientas que se utilizan para evaluarlos. En este caso, en la prueba más temida.

Los ejercicios de cada asignatura se estructurarán en tres grandes categorías, según la documentación a la que ha tenido acceso EL PAÍS. Resolución de problemas (que supondrá el 50% de la calificación); diseño o elaboración (en el caso de una asignatura de la rama científica, por ejemplo una comunicación de resultados científicos, 30%), y análisis crítico (que, siguiendo con el mismo ejemplo, podría realizarse en torno a un artículo periodístico relacionado con la repercusión en la salud o el medio ambiente de un determinado hábito, 20%). Los porcentajes de ponderación de cada uno de los tres ejes, pueden variar de unas materias a otras.

Las pruebas piloto ―y la nueva Selectividad― darán al alumnado la oportunidad de elegir entre un tercio y más del 50% de las preguntas, según el formato. Un ejercicio puede plantear a los estudiantes, por ejemplo, dos tareas complejas y pedirles que respondan a la mitad de las preguntas planteadas a continuación. Y otro, plantear tres tareas complejas y pedir a los alumnos que elijan dos, respondiendo a todas las preguntas incluidas en estas.

Las pruebas servirán para definir cómo serán los nuevos exámenes de la Evau desde 2024. Pero mientras en este ensayo todas las preguntas serán competenciales, en la realidad estas se introducirán de forma gradual. En la Selectividad de 2024 se incluirá una en el examen de cada asignatura, acompañada de otras preguntas más tradicionales; en 2025, serán dos… Desde 2028, además, estos nuevos ejercicios por asignaturas convivirán con la nueva prueba de madurez académica, aún más competencial, en el que se subsumirán los exámenes de todas las materias comunes del Bachillerato. En el caso del examen de madurez, el ministerio contará con varios años para ir haciendo pruebas piloto hasta tenerlo bien pulido. En el caso de los ejercicios por asignaturas, en cambio, esta es la única prueba piloto que está previsto realizar.

El ensayo se realizará con estudiantes de primero de Bachillerato. El ministerio ha decidido hacerlo así porque son los que estrenarán la nueva Selectividad en 2024; pertenecen a un nivel que, en teoría, ya debería estar aprendiendo de forma competencial (la Lomloe estableció que en septiembre empezaran a hacerlo los cursos impares y un año más tarde, los pares, otra cosa es que realmente esté sucediendo), y se evita distraer al alumnado de segundo de Bachillerato con un modelo de examen que no van a tener a pocos meses de su propia Evau.

Las asignaturas incluidas en el pilotaje son aquellas de primero de Bachillerato que tienen continuidad en segundo: Lengua castellana y literatura; Lengua extranjera; Filosofía; Matemáticas; Latín, y Dibujo artístico. A estas seis podría añadirse una materia del Bachillerato musical. En cada uno de los 50 centros educativos participantes los alumnos se examinarán de un máximo de dos ejercicios. La asignatura Historia de España no formará parte del ensayo, porque no existe en primero de Bachillerato, solo se da en segundo. Las pruebas abarcarán contenidos que los chavales hayan estudiado en la primera mitad del curso, señalan fuentes del Ministerio de Educación, que recalcan que las pruebas piloto no persiguen evaluar el conocimiento de los chavales sobre unos contenidos, sino medir cómo afrontan los nuevos exámenes, qué formatos de ejercicio son más convenientes, y cómo funcionan las guías de corrección de cada prueba, que van a redactarse en paralelo para homogeneizar dicha corrección.

Las pruebas piloto serán elaboradas por profesores de los grupos de trabajo que llevan meses preparando la nueva Evau. Los grupos están divididos por materias y formados por docentes elegidos por el ministerio, las comunidades autónomas y las universidades. De la corrección de las pruebas piloto se encargarán docentes que no hayan participado en su elaboración. Los docentes que van a preparar las pruebas piloto harán también las guías de corrección y, a la luz del resultado del ensayo, los ejemplos de exámenes de la nueva Selectividad, ya con materias de segundo de Bachillerato, que el ministerio espera difundir en junio.

El calendario previsto contempla que en enero acaben de elaborarse las pruebas piloto, en febrero se contrate a la empresa que organizará las pruebas de forma simultánea (el procedimiento que suele seguirse en evaluaciones externas como PISA o PIRLS), y en marzo se celebren los exámenes. En junio, si todo va según lo previsto, se publicará el Real Decreto de la nueva Selectividad, los ejemplos de exámenes y los criterios de calificación, de modo que estudiantes y docentes sepan al empezar segundo de Bachillerato cómo será la Evau que les aguarda.

Siete autonomías no participarán en los ensayos

Las pruebas piloto se llevarán a cabo en 10 comunidades autónomas, además de en Ceuta y Melilla (que educativamente dependen del Gobierno). Las cinco autonomías que gobierna el Partido Popular anunciaron en noviembre que no seguirían participando en la preparación de la nueva Selectividad, aceptando así la orden de la dirección del partido justificada con el argumento de que el Ministerio de Educación no aceptaba su petición de implantar una Evaluación de Acceso a la Universidad (Evau) única para toda España. Un paso complejo técnica y, sobre todo, políticamente que los populares nunca han dado cuando han ocupado el Gobierno. Fuentes del Ministerio de Educación aseguran que no pierden la esperanza de que las comunidades del PP se reincorporen a los trabajos, pero a la vista del calendario electoral que se avecina, no parece probable.

A la autoexclusión de las comunidades del PP se ha sumado la de Euskadi. Aunque en su caso no por un rechazo al modelo de Selectividad planteado, que está contribuyendo a definir en los grupos de trabajo. La explicación transmitida por las autoridades vascas al ministerio es que en 2023 volverán a evaluar su sistema educativo, como llevan haciendo varios años. La edición anterior, mediatizada por la pandemia y una participación incompleta de los centros, no deparó buenos resultados, especialmente en la escuela pública, generó ruido y malestar, y no quieren meter más presión a su profesorado y alumnado con las pruebas piloto de la Evau. Aragón también ha declinado hasta ahora participar, en su caso alegando dificultades internas.

El ministerio ha redistribuido las pruebas piloto entre el resto de las comunidades y las ciudades autónomas. En Cataluña participarán seis centros; en la Comunidad Valenciana, Canarias, Castilla-La Mancha, Asturias, Cantabria y La Rioja lo harán cinco; en Baleares, cuatro; en Extremadura y Navarra, tres; en Ceuta, dos, y en Melilla, otros dos.

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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