Abascal bendice al nuevo líder de su sindicato, exdirigente de un partido neonazi
El presidente de Vox carga contra la “servil” oposición de Feijóo y elude criticar los aranceles de Trump

El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha bendecido este sábado como líder del sindicato de su partido, denominado Solidaridad, a Jordi de la Fuente, que fue dirigente del partido neonazi MSR (Movimiento Social Republicano) y admirador del ultranacionalista ruso Alexander Duguin, ideólogo de cabecera de Putin, para quien el fiscal pide dos años de cárcel por el asalto al centro de menores de El Masnou (Barcelona) en julio de 2019. “Eres un ejemplo por dar este paso al frente”, ha dicho Abascal en el mitin de la puesta de largo de De la Fuente, en el que ha cargado contra quienes, como EL PAÍS, han desvelado el oscuro pasado de esta figura emergente de la ultraderecha .
El propio De la Fuente se ha referido de manera velada a sus antecedentes antisemitas y a su activismo a favor de Moscú al asegurar: “Este secretario general ha hecho muchas cosas en el pasado, no reniego de pasos andados, pero lo que no ha hecho nunca es blanquear a Hamás, al terrorismo, a la sharía, ni militar en la CUP, ni en los terroristas que han querido separar a toda España”. Lo cierto es que no ha coqueteado con Hamás, pero sí con Hezbolá, la milicia chií libanesa, a la que la Unión Europea considera organización terrorista.
El mitin se ha celebrado en un auditorio de Madrid con capacidad para 688 personas del que se ha llenado medio aforo. Aunque el motivo del acto era presentar al nuevo secretario general del sindicato, cuya elección se ha realizado por vía telemática desde las ocho de la mañana del viernes hasta la misma hora de este sábado, Solidaridad no ha revelado cuántos votos ha recibido, ni tampoco cuántos avales ha presentado. En teoría, ha sido el único candidato al cargo porque ningún otro ha reunido el aval del 20% de los afiliados, como exigen los estatutos, pero nadie sabe cuántos afiliados tiene el sindicato.
Paradójicamente, los asistentes al mitin han sido informados de que la central sindical italiana UGL (Unión General del Trabajo) cuyo líder, Francesco Paolo Capone, ha tomado la palabra para expresar su apoyo a De la Fuente, tiene tres millones de afiliados, pero se han marchado sin saber con cuántos cuenta Solidaridad. El brazo sindical de Vox presume de tener casi 500 secciones sindicales, más de 400 delegados electos y 140.000 seguidores en las redes sociales, pero oculta su cifra de afiliados.
El nuevo líder de Solidaridad, un sindicato que se define como “patriota y abiertamente anticomunista” y se proclama defensor de la “clase productiva”, que engloba a trabajadores y empresarios, ha dado las gracias a los promotores de su ascenso meteórico: el presidente de Vox en Barcelona, Juan Garriga, “como siempre a sus órdenes”, le ha dicho; y el secretario general del partido, Ignacio Garriga, que no ha podido acudir al acto. Sí lo ha hecho el eurodiputado Jorge Buxadé, próximo a ambos. Además, De la Fuente ha aprovechado su intervención para proclamar sobre la marcha a su antecesor en la Secretaría General, Rodrigo Alonso, como nuevo presidente del sindicato “por aclamación”, aunque el cargo no figura en los estatutos de la organización.
Abascal, el último en intervenir, ha criticado con dureza al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. “Nunca una oposición en España se ha mostrado tan servil ante un Gobierno tan mafioso y dañino”, ha dicho. En su opinión, la crítica que hizo Feijóo a Pedro Sánchez por no invitarle a él a la ronda de consultas de este jueves con los portavoces de los líderes políticos sobre la guerra de Ucrania y el aumento del gasto militar solo pretendía encubrir su participación en “un teatro tan indigno”. Y añadió: “Lo que hay preguntar no es por qué no se invitó a Vox, sino por qué va usted a una ronda en la que se convoca a ETA para legitimar el terrorismo. ¿Qué hacía usted en el Palacio de La Moncloa?”, ha espetado al líder del PP en alusión a la invitación por primera vez a EH Bildu en este tipo de consultas.
Aunque los sindicatos mayoritarios, UGT y Comisiones Obreras, calificados de “ladrones, vendidos y corruptos”, han sido el objetivo prioritario de los insultos y descalificaciones, como es habitual en los actos de Solidaridad, Abascal ha criticado también a las grandes empresas, a las que ha acusado de hacer “seguidismo” del Gobierno. Y ha culpado a la banca española de “forzar a Vox a tener que pedir financiación a un banco europeo” en las elecciones de 2023. Justificaba así que una entidad próxima al primer ministro húngaro, Víktor Orbán, prestara 6,5 millones de euros a Vox para financiar su campaña electoral. En realidad, dos bancos españoles, BBVA y Santander, le prestaron más de 1,5 millones en las mismas fechas.
El líder de Vox se ha mostrado convencido de que “el cambio que se está produciendo a nivel internacional llegará también a España”, en alusión al regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, pero ha evitado referirse al arancel del 25% que el nuevo presidente de Estados Unidos ha impuesto al acero y al aluminio europeos y a su amenaza de gravar con un 200% las bebidas alcohólicas, lo que puede dañar gravemente la exportación de vinos y cavas españoles.
Además de los sindicatos de clase y los inmigrantes, las otras bestias negras del acto han sido los medios de comunicación. Abascal ha pedido el cierre de RTVE para “acabar con la propaganda criminal del socialismo”; Alonso ha cargado contra los “periodistas mercenarios” y “el enano de por la mañana”, en alusión al locutor Federico Jiménez Losantos; y a EL PAÍS se le ha negado el acceso al acto, después de que destapara el pasado como dirigente de un partido neonazi del nuevo líder de Solidaridad.
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