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Andalucía prevé una “presencialidad segura” en la vuelta al cole pese a mantener la misma ratio de alumnos

La Junta invertirá 600 millones para contratar a 6.300 profesores y 1.600 limpiadores, además de medidas para frenar al coronavirus

Javier Martín-Arroyo
El consejero de Educación y Deporte andaluz, Javier Imbroda, este martes.
El consejero de Educación y Deporte andaluz, Javier Imbroda, este martes.María José López (Europa Press)

La Junta de Andalucía prevé una vuelta a las aulas en septiembre con una ratio de alumnos por aula similar a la etapa anterior al coronavirus, con 25 estudiantes, y confía en que las medidas de higiene previstas eviten rebrotes en sus 7.144 colegios e institutos. El Gobierno autonómico vaticina “una presencialidad segura” para sus profesores y alumnos, y contratará a 6.300 maestros (un 6% más en una plantilla de 102.000 docentes en la escuela pública) y 1.600 limpiadores, gracias a un plan de 600 millones -400 procedentes del presupuesto actual y 200 millones del próximo de 2021-.

Durante el tercer trimestre de este curso, la región, que sufre un 21,6% de tasa de abandono escolar temprano, 90.000 alumnos no recibieron educación a distancia debido al confinamiento (un 7,5% de sus 1,8 millones de estudiantes) por carecer de los equipos informáticos (30.000 de ellos) o debido a la falta de interés y de apoyo familiar, según ha detallado este martes el consejero de Educación, Javier Imbroda. La Junta prevé rescatar a estos alumnos “desconectados” con programas individualizados tras el verano.

A pesar de que los cambios no alteran la metodología educativa tradicional, Imbroda ha utilizado frases gruesas para definir la vuelta al cole en septiembre: “El siglo XXI ha empezado en el 2020, vamos a un nuevo modelo educativo (…) El mundo ha cambiado, es una oportunidad para estar en vanguardia y no volver atrás (…) Yo no quiero volver a esa vieja escuela, la del abandono escolar, el fracaso y las infraestructuras maltrechas”.

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De este modo, en septiembre la bajada de la ratio oficial de alumnos por aula dependerá de cada centro y la Junta no prevé aumentar el espacio destinado a las clases, para así poder desdoblarlas. “Mantendremos la ratio actual. El director de cada centro determinará dónde se necesitan esos refuerzos y cómo distribuir esos apoyos para desdoblar si es posible, nos encantaría ir a 20 [alumnos por clase]”, ha matizado el consejero. Imbroda ha dicho que en los centros escolares será obligatorio llevar mascarilla si es imposible guardar la distancia de 1,5 metros, exigencia que no afectará a los escolares de Infantil “por su limitación de contactos”, según un portavoz de Educación.

Enrique Jabares, presidente de Asadipre, la asociación de directores de centros de Infantil y Primaria, critica el planteamiento de la Junta: “¿Quién asegura esa denominada presencialidad segura? ¿El comité de seguimiento de la Covid con una comisión permanente del Consejo escolar, formada por un maestro, el director y un padre? Pedimos transparencia para saber dónde va cada uno de los 6.300 docentes y el plan de refuerzo para estudiantes desconectados, ¿será para todo el que lo pida?”, plantea. Mientras, el sindicato mayoritario en enseñanza, CSIF, considera que el plan es “insuficiente” ya que los docentes de refuerzo “ya hacían falta antes de la Covid-19″, según su presidenta, Elena García. “Pedimos la inversión para reducir el alumnado por aula. El plan queda a merced de la buena voluntad de los centros. ¿Cómo se va a garantizar la distancia de seguridad en el comedor? Esperábamos un plan más ambicioso para rebajar la ratio de alumnos”, censura.

Cada centro nombrará un coordinador covid -cuyas horas lectivas suplirán los nuevos docentes contratados- encargado de asegurar que todas las medidas higiénicas cumplen con el protocolo establecido. “Si surge un rebrote en un colegio, pues aplicaremos el protocolo con los test PCR a los convivientes, la trazabilidad de casos, y si salen varios casos pues adoptaremos el cierre cautelar de colegios o pueblos”, ha afirmado el consejero de Salud, Jesús Aguirre tras la celebración del Consejo de Gobierno de la Junta.

Entre el decálogo de medidas para frenar la covid-19, destacan la limitación de contactos para las clases, las llamadas burbuja como grupo de convivencia estable, unos protocolos de acceso a los centros para evitar aglomeraciones y un perímetro de seguridad de acceso a los colegios, medidas de limpieza con geles para el lavado de manos, desinfección y ventilación periódicas y de gestión de residuos.

Parte de los 600 millones de refuerzo irán destinados a la compra de 150.000 dispositivos digitales para la plantilla de profesores, para los que se reforzará su formación en educación a distancia, y a aumentar la dotación tecnológica de los centros, ya que hasta ahora no todos tenían una conectividad plena, según la Junta. Del presupuesto extra, 25 millones serán para proyectos de reforma y adecuación de espacios para poder mantener las medidas higiénicas previstas. Andalucía presenta la segunda tasa más baja del país en gasto público por alumno, según el Informe Consejo Escolar de 2018, con datos de 2015: 4.735 euros al año.

“Son medidas sin el consenso de la comunidad educativa a la que se menosprecia, pero además son medidas insustanciales, irresponsables, a la vez que contradictorias y ambiguas. No se garantiza en absoluto la seguridad ni la calidad educativa, solo se habla de un reforzamiento mínimo de plantilla a la vez que se reducen unidades públicas. Además, nada de reducción de ratio y por tanto nada de medidas claras de distanciamiento”, ha criticado Diego Molina, de CC OO.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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