UniCredit agita el tablero bancario europeo de la mano de Andrea Orcel
El ambicioso banquero italiano quiere construir un gigante financiero con la opa sobre el rival nacional BPM y el intento de asalto al Commerzbank alemán
UniCredit, uno de los principales bancos italianos, ha vuelto a sacudir el tablero financiero europeo con el lanzamiento de un opa sobre la totalidad de las acciones de su rival nacional, BPM, que es el tercer banco más grande de Italia por volumen de activos. Con este movimiento, que fue anunciado a finales de noviembre, y que se presentó formalmente ante el regulador del mercado de valores italiano, CONSOB, a mediados de diciembre, la entidad dirigida por Andrea Orcel ofrece a los accionistas de su rival canjear las acciones de BPM por títulos de UniCredit con una ecuación de canje ligeramente por encima de seis acciones por una, lo que implica una exigua prima del 0,5% sobre el valor de mercado del banco.
La operación está valorada en 10.100 millones de euros y tiene gran trascendencia para el sector bancario italiano y europeo. UniCredit actualmente tiene una capitalización bursátil de casi 58.500 millones de euros y la adquisición de BPM crearía el mayor grupo bancario de Italia, superando al gigante Intesa Sanpaolo, y el tercero de Europa por capitalización bursátil, pudiendo adelantar al español Banco Santander, que tiene un valor en Bolsa de 66.950 millones de euros.
“Europa necesita bancos más fuertes y más grandes que le ayuden a desarrollar su economía y a competir con otros grandes bloques económicos; gracias al trabajo realizado en los últimos tres años UniCredit está ahora bien posicionada para afrontar también este reto”, señaló Orcel al anunciar la opa. El banquero italiano, que estuvo a punto de convertirse en consejero delegado del Santander, se está erigiendo como el gran agitador del tablero financiero continental. La oferta de UniCredit se enmarca en la tendencia de crear cada vez grupos más grandes para competir en los mercados financieros internacionales. El continuo movimiento de adquisiciones y fusiones entre la banca forma parte de un proceso largo y complejo que se ha convertido prácticamente en una batalla por la supervivencia que afecta a todo el continente europeo. En Italia, este fenómeno se conoce como “la partida de Risk de los bancos”: o conquistan o son conquistados.
Los expertos creen que el grupo resultante podría tener más capacidad para competidor con sus rivales, tanto nacionales como extranjeros. “Nos encontraremos con un sistema bancario italiano con jugadores más grandes y más competitivo”, destaca el profesor Stefano Caselli, experto en finanzas y decano de la Escuela de Negocios de la Universidad Bocconi de Milán. También recalca que en el panorama actual “Europa necesita bancos más grandes, incluso mediante fusiones transnacionales, para competir con Estados Unidos y China”. El problema para la creación de estos gigantes europeos es doble: por un lado, la resistencia de los Estados miembros a ceder soberanía en un sector tan sensible como el financiero; y, por otro, la ausencia de una auténtica unión bancaria europea. Estos obstáculos los está comprobando el propio UniCredit en el otro frente que tiene abierto: el asalto para controlar el Commerzbank alemán.
Pero volviendo a su movimiento interno, UniCredit defiende las ventajas de la adquisición para ambas partes. Por un lado, permitiría a BPM tener un tamaño que lo haría más competitivo y a UniCredit disponer de una extensa red de sucursales.
Banco BPM surgió del antiguo banco cooperativo Banca Popolare di Milano y su fuerza está en las finanzas territoriales. Según señalan los medios locales, con la adquisición, UniCredit se agenciaría más de mil nuevas sucursales en el próspero norte de Italia, con lo que duplicaría su cuota de mercado en esta zona del país, hasta alcanzar el 20%. Además, a escala nacional pasaría de tener el 14% de todos los depósitos, frente al 9% actual.
La operación, que UniCredit pretende completar a mediados del próximo año, produciría importantes sinergias y generaría, según sus estimaciones, reducciones de costes por valor de 900 millones de euros al año y 300 millones anuales de aumento de ingresos. Los analistas han reaccionado a la noticia con cautela. Por un lado, hay quienes ven una forma de afianzar la posición de UniCredit en el mercado y, por otro, quienes recuerdan que las fusiones bancarias en Italia suelen enfrentarse a desafíos significativos de regulación y sociales.
Los analistas de Bank of America, por ejemplo, hablan de una operación “rentable” y consideran que las sinergias proyectadas por UniCredit en este momento son “creíbles” e incluso podrían ser mayores. Algunos informes de Deutsche Bank o Intermonte consideran que UniCredit debería aumentar su oferta, aproximadamente en 3.000 millones de euros, teniendo en cuenta las perspectivas de crecimiento de BPM, si quiere ganarse el favor de los accionistas de esta entidad.
Poco después de que se anunciara la opa, un miembro del consejo de administración de BPM, Mauro Paoloni, la calificó como “hostil”. La cúpula de la entidad reiteró tras una reunión interna que la oferta de UniCredit “no ha sido solicitada” y apuntó que “no refleja la rentabilidad y el potencial de creación de valor adicional para los accionistas de Banco BPM”.
Orcel considera que la oferta es “conveniente”. No obstante, algunos medios como Il Corriere della Sera señalan que el ejecutivo está abierto a una posible mejora de la oferta, en función de los resultados de este año de BPM, que se conocerán en febrero. Las intenciones de UniCredit se han topado con el rechazo de una parte del Gobierno italiano de coalición. La Liga de Matteo Salvini, que ostenta la cartera de Economía, está incluso estudiando si ejercer su poder de veto, aunque en este caso resultaría complicado aplicarlo. Los conservadores de Forza Italia apoyan la adquisición y la ultraderechista Hermanos de Italia de Meloni se mantiene neutral.
Recelos del Gobierno
La controversia nace por el papel que podría desempeñar BPM en la adquisición del banco Monte dei Paschi di Siena (MPS), rescatado con fondos públicos y que sigue siendo en gran parte propiedad del Estado. Desde hace años, los diferentes gobiernos están tratando de buscarle un comprador, sin éxito. En la última venta de acciones de MPS, el Banco BPM compró el 5%, por lo que se especuló sobre su posible interés por adquirir la totalidad de la entidad. Aunque no hay nada concreto ni oficial al respecto, el Ejecutivo italiano teme que la adquisición por parte de UniCredit pueda cortar de raíz cualquier operación con MPS. Orcel ha asegurado que no tiene “ambiciones” sobre Monte dei Paschi di Siena.
Mientras tanto, el banco francés Crédit Agricole, que es accionista de BPM, ha anunciado su intención de aumentar su participación en la entidad italiana, del 9,9% al 15%. Los analistas aún no tienen claro qué efecto tendrá esta operación en los planes de UniCredit.
El envite de UniCredit sobre BPM ha suscitado cierta sorpresa en el sector, ya que la entidad italiana está estudiando también la adquisición del banco alemán Commerzbank. El pasado septiembre, UniCredit se hizo con cerca del 9% de la entidad alemana, y a mediados de diciembre desveló que su posición total ascendía al 28%, de la cual el 9,5% es de forma directa y el resto a través de derivados. Orcel ha dejado claro que la operación sobre BPM es “autónoma e independiente” de la inversión realizada por UniCredit en Commerzbank, que por el momento está paralizada, a la espera del resultado de las próximas elecciones de febrero en Alemania. “UniCredit quiere convertirse en uno de los grandes bancos europeos y ha hecho una jugada muy ambiciosa, es correcto que así sea”, valora Caselli.
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