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El costarricense que vino del frío para pagarle sus multas de tráfico

Alex Vega dirige Sinmulta, una plataforma que cubre el coste de hasta tres sanciones por exceso de velocidad al año a cambio de una tarifa de 54 euros. Cuenta con 10.000 usuarios en Suecia, su mercado de origen, y busca vías para crecer en España

Alex Vega, fundador de Sinmulta.
Alex Vega, fundador de Sinmulta.Foto cedida
Luis Enrique Velasco

Una multa por exceso de velocidad es un duro golpe para el bolsillo de la mayoría de mortales. Para Alex Vega fue un toque de inspiración. En España, las penalizaciones por superar el límite en carretera o en autopista rondan los 150 euros y en Suecia, los 200. El costarricense conducía por las carreteras de este último país cuando fue sancionado (hasta en cuatro ocasiones en un solo mes) por exceder el límite permitido. El porrazo en el bolsillo fue un impulso para su ingenio. A finales del 2022 se juntó con dos socios y les comentó su idea de negocio: pagaría las multas de los conductores a cambio de una suscripción anual a su plataforma.

Así nació Sinmulta, una página web donde los conductores sancionados pueden subir hasta tres multas en un año para que la empresa las liquide por ellos. Todo a cambio de una suscripción anual de 54 euros. El portal se inauguró en marzo de este año en Suecia y en 10 meses atrajo a 10.000 conductores del país escandinavo. Vega detalla que la tarifa bebe de un cálculo estadístico “bien definido” que le permite tener en beneficios a largo plazo, teniendo en cuenta el promedio de este tipo de incidentes en carretera, algo similar a lo que hacen las aseguradoras a la hora de fijar una prima. Aunque en el caso de Sinmulta, la cuota anual no aumenta según la edad.

“No había ningún negocio parecido”, comenta y explica que el servicio no cubre el importe de las sanciones en tres situaciones: cuando el conductor se encuentra bajo la influencia del alcohol o las drogas, si el auto es sancionado en un perímetro urbano o cuando el conductor supera los 50 kilómetros por hora sobre el límite de velocidad en una carretera o autopista. Por ejemplo, si el límite es 100, Sinmulta cubre una infracción hasta los 149 kilómetros por hora. Añade que herramientas basadas en inteligencia artificial le permiten detectar posibles modificaciones en los recibos de multas, como la alteración con Photoshop de la matrícula del vehículo. En este caso, uno de los socios se encarga de comprobar su veracidad con la entidad de tránsito local.

A finales de este verano la plataforma empezó a operar en España y, según su fundador, ya cuenta con 1.000 usuarios abonados. Vega, con cincuenta primaveras cumplidas, comparte que el aterrizaje en el país ha sido muy exitoso porque hay más cámaras de tránsito que vigilan las carreteras y, por ende, se detectan más infracciones. Además, cree que el conductor ibérico es más propenso a sobrepasar los límites en carretera. “En Suecia son más seguros y no suelen manejar tan rápido”, resalta. Calcula que la firma cerrará el 2023 con 500.000 euros facturados, y admite que ya se han visto beneficios, aunque no comparte la cifra.

El camino recorrido no ha sido sencillo: el Ministerio de transporte sueco señaló a Vega y a su equipo de promover a los conductores que manejen a altas velocidades. Vega defiende que no busca que los conductores rompan las reglas y que solo protege el bolsillo de los usuarios. “Los fabricantes no incluyen los airbags en los vehículos con la finalidad de que los conductores se estrellen, sino únicamente por precaución”, ejemplifica y cuenta, orgulloso, que en España, ninguno de los abonados ha sido multado, “de momento”. También comparte que hasta la fecha no ha tenido ningún problema con la Dirección Nacional de Tráfico (DGT), aunque tampoco ha establecido comunicación directa con la agencia. “Consultamos con nuestros abogados antes de aterrizar en España. Lo que hacemos no infringe ninguna ley en España”, asegura.

Vega acumula una gran experiencia empresarial y más de un episodio de puertas que se le han cerrado la hora de hallar inversores. Fue director ejecutivo de Easton Bell Sports, una marca de ropa y equipamiento deportivo en California (EE UU), y fundó una línea de distribución de zapatillas Crocs, después de que unos amigos le presentasen este calzado durante un viaje por Egipto.

—Este zapato va a ser lo máximo— le expuso su amiga

No lo dudó y tomó las riendas de la distribución para el sur de Europa por cuatro años, aunque las falsificaciones chinas y la gran recesión del 2008 mermaron sus ventas y llevaron a la empresa al cierre. Comparte que es el único miembro de toda su familia, oriunda de Costa Rica, que no había levantado una empresa. Ahora reside habitualmente en Gotemburgo (Suecia), donde opera el negocio de las multas que, avisa, llegará a Alemania, Francia e Italia, en los siguientes años. De momento, ha ganado un suscriptor en su familia. Su hijo acaba de cumplir 18 años y puede obtener un permiso de conducción, que llegará, asegura, junto a una suscripción a Sinmulta.

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