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Blendhub: polvos mágicos a la carta

La compañía creada por un danés afincado en España vende 10.000 toneladas de compuestos alimenticios para elaborar más de 2.000 recetas de bebidas, panes, postres o menús colectivos

Blendhub
Henrik S. Kristensen, fundador de Blendhub, en el centro, junto a dos de sus colaboradores en la sede de la empresa.

Hay empresas cuyo negocio es la venta de aire; otras venden humo. Blendhub vende polvos alimentarios. Más de 10.000 toneladas procedentes del secado de carnes, leche, pescados, frutas, hortalizas… como ingredientes base para elaborar más de 2.000 recetas con diferentes componentes en proteínas, aromatizantes, saborizantes, etcétera, en función de los productos finales a que se destinen. Estos productos se dirigen fundamentalmente a la industria alimentaria. Pero, además, la firma murciana comercializa dosis de sobres “menú” de entre 75 y 100 gramos para programas alimentarios destinados al consumo en las escuelas de algunos países como la India, o para diferentes colectivos en hospitales, como la tercera edad; planes de organizaciones no gubernamentales o grupos de distribución para el desarrollo de sus propias marcas. En total, desde su nacimiento, cientos de millones de dosis.

Cuando consumimos un producto alimentario, especialmente en forma de líquido, pero también bajo otras elaboraciones o presentaciones, es muy probable que ingiramos algo con unos polvos añadidos de la firma Blendhub, que en 2022 facturó 50 millones de euros y cuenta con una plantilla de 150 empleados.

Henrik S. Kristensen, un danés de 58 años afincado en España, era aficionado a la cocina desde niño en su país y a la utilización de especias para la elaboración de sus platos preferidos. Ello le llevó a iniciar su actividad laboral en los departamentos de calidad y ventas de la empresa CPkelco, especializada en este tipo de oferta y con la que actualmente mantiene una colaboración utilizando sus materias primas en sus formulaciones. Las exigencias del puesto le llevaron a viajar por todo el mundo, especialmente por países sudamericanos y del sur de Europa, allí donde fuera posible la adquisición de materias primas de origen vegetal o animal en polvo para la elaboración de los ingredientes, así como de visitar a posibles clientes.

Así fue cómo aterrizó en España en los inicios de los años noventa, en concreto en la costa mediterránea, donde se puso a buscar ese tipo de suministros extraídos de frutas y hortalizas. Conoció así la realidad de las producciones de vegetales con posible interés para la actividad de la firma para la que trabajaba. En 1997, en compañía de su mujer, Inma Illán, decidió crear en Molina de Segura la empresa Premium Ingredients, hoy Blendhub.

“Alquilamos una planta baja de un garaje y adquirimos diferentes maquinarias de segunda mano con una inversión inicial de 12.000 euros. En total nos gastamos unos 60.000 euros. Hacíamos nuestras mezclas de polvos. La empresa fue creciendo y en 2002 decidimos construir la fábrica que tenemos en Murcia, con una inversión de unos 15 millones, que entró en funcionamiento en 2004″, explica Kristensen.

Uno de los ejes del negocio del grupo se concretaba en buscar alimentos en las zonas de producción y transportarlos a los puntos de consumo. Y, para ello, a efectos de costes y de la logística, la forma más eficiente y barata era hacerlo en forma de polvos para su posterior mezcla en cada punto en función del producto demandado por el cliente, política que suponía un ahorro de costes de entre un 20% y un 50%.

Modelo patentado

En esa estrategia la empresa trabajó desde 2005 en colaboración con el Centro de Desarrollo Tecnológico y de Innovación (CDTI), para diseñar un modelo de planta portátil para la mezcla de polvos: Portables Powder Blending (PPB), modelo que actualmente ha patentado la empresa en más de 80 países. Ahora mismo Blendhub tiene en funcionamiento siete plantas de este tipo, dos en España, otras dos en la India, una en México, Colombia y Tailandia. La instalación se hace siempre en colaboración con un socio local, que es quien suele conocer mejor el mercado, y tiene un coste medio de 1,5 millones.

Niñas del equipo femenino de fútbol de Yuwa, en India, a las que Blendbub proporciona nutrición básica.
Niñas del equipo femenino de fútbol de Yuwa, en India, a las que Blendbub proporciona nutrición básica.

La existencia de esta red de plantas, supone igualmente la posibilidad de una interconexión para la utilización de las materias primas, los alimentos convertidos en polvo, en función de las demandas y necesidades de cada territorio.

El primer destino de los polvos y las recetas elaboradas por el grupo se concreta en toda la industria alimentaria, elaboración de bebidas, pastelería, bollería, etcétera. Sus centros repartidos por el mundo ofrecen los mismos servicios y están conectados en la nube, comparten un software especializado para la validación y control de calidad, de modo que los clientes solo tienen que validar una receta en su centro más cercano. La empresa combina ingredientes idénticos de origen local para ahorrar tiempo y dinero. Trabajan para grandes multinacionales como Nestlé, Cargill, McDonald’s, Unilever, Alpina o Aujan Coca-Cola, la envasadora de la marca para los países de Oriente Próximo. Además de operar con los grandes grupos, Blendhub también trabaja con pequeñas y medianas empresas apoyándolas en la elaboración de nuevos productos y la búsqueda de nuevos mercados y apostado por cambios en la industria alimentaria.

Un segundo mercado de la empresa se centra en la venta a los grupos de distribución para la elaboración de productos de su marca blanca. Y la tercera vía en la política de comercialización es la preparación de menús de polvos alimentarios para diferentes colectivos de consumidores, desde los lactantes y sus madres, a enfermos en hospitales o personas de la tercera edad.

El fundador de la empresa es un firme convencido de que Blendhup es un instrumento importante para el lanzamiento de nuevos productos alimentarios en cualquier parte del mundo de forma más rápida, segura y económica, logrando así ponerlos al alcance de todas las personas y en todos los lugares con una producción eficiente y sostenible, en un modelo de plataforma colaborativa.

La empresa opera directamente comercializando dietas y menús en sobres de entre 75 y 100 gramos con diferentes ONG en países en desarrollo, así como con gobiernos como el de India, que adquiere esos menús o complementos alimenticios para su consumo en las escuelas. Su coste se sitúa en menos de 0,40 euros.

Además, Blendhub trabaja en un servicio a las pequeñas y medianas empresas como ejes de la industria alimentaria para detectar posibles nuevos negocios.

La actividad de la empresa ha supuesto una inversión de unos 50 millones de euros. Sin dejar a un lado el negocio, el objetivo del grupo es seguir abriendo plantas en todo el mundo.

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