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Contaminación de la aguas bajo control a vista de pájaro

Fregata Space interpreta imágenes por satélite para conocer la presencia de elementos nocivos en el mar

Pollution in the Port of Rotterdam
Imagen satelital de la contaminación en el Puerto de Roterdam. En lila las aguas con altos niveles de contaminación, en azul con bajos y en amarillo los residuos y plásticos.Fregata

Al equipo de Fregata Space le bastan las imágenes de los satélites para conocer la contaminación de las aguas del planeta. La compañía, nacida en septiembre de 2020 en Barcelona y con sede en Poblenou, ha desarrollado sus propios algoritmos para detectar la presencia de hidrocarburos, plásticos o de organismos microscópicos como cianobacterias en el mar. Una idea que le ha valido para acumular una veintena de premios relacionados con el emprendimiento y que, poco a poco, se está convirtiendo en modelo de negocio. Su fundadora es la colombiana María Fernanda González, licenciada en Física en su país y que más tarde pasó por la Universidad Politécnica de Cataluña para cursar un máster en Métodos Numéricos. Luego realizó un doctorado en Física Cuántica. En su primera etapa profesional ejerció como consultora, analizando grandes volúmenes de datos en clientes como Telefónica o Endesa y sectores como el empleo o la salud. A principios de 2010 creó su primera start-up, Moca Platform —centrada en el análisis de datos— y poco después la segunda, Innoquant, que estudia la movilidad en las ciudades a partir de los teléfonos móviles y permite, por ejemplo, generar recomendaciones a los usuarios. El conocimiento científico le sirvió para generar negocio en ambos casos, pero González explica que siempre se le quedaba una espinita clavada. “Quería que las empresas tuvieran también un propósito social”, relata. Como amante de la naturaleza, decidió impulsar Fregata Space para “ayudar a tener un ecosistema más sano”.

La compañía ha generado algoritmos que permiten interpretar las imágenes tomadas por satélites. Éstas proceden de entidades públicas —como la Agencia Espacial Europea o la NASA norteamericana— o de empresas privadas. El sistema desarrollado por su equipo analiza las longitudes de onda de dichas imágenes para transformarlas en niveles de contaminación. Así pueden conocer, por ejemplo, si hay una mancha por vertidos de hidrocarburos y su desplazamiento, el nivel de plásticos en un lugar determinado o incluso la materia orgánica disuelta, que en grandes concentraciones afecta también a la salud de los mares.

Mediante inteligencia artificial miden compuestos que les permiten conocer, por ejemplo, la presencia masiva de un alga, como ocurre en el Mediterráneo, y sus clientes pueden consultar los datos a través de una plataforma accesible bajo suscripción. En el caso de los primeros puertos con los que están trabajando, éstos pagan en función de su tamaño y los contaminantes que quieran vigilar. Gracias a ese monitoreo es posible acceder a información histórica, hacer predicciones, comprobar indicadores a tiempo real, establecer alertas o rastrear la contaminación en cualquier parte del mundo.

Un río de premios

La idea está avalada desde su inicio por un buen puñado de reconocimientos. Cerca de una veintena de entidades y organismos han galardonado y ofrecido apoyo económico a la compañía. En 2021 fue seleccionada por el programa de aceleración ­PortXL, de Países Bajos, para estudiar agentes contaminantes en el puerto de Róterdam, el más grande de Europa. “Fue una experiencia intensiva que nos ayudó a entender cómo funciona el sistema portuario europeo”, señala González. Un año después ganó el InnovaSummit de Chile y, ya en España, los premios EmprendeXXI de Caixabank de ámbito regional —Cataluña— y estatal, así como el DKV Impact. Recientemente la start-up ha sido seleccionada para la aceleradora Cajamar Innova, en Almería. Allí reciben soporte para la elaboración de un plan de empresa con el apoyo de mentores y para establecer contactos con clientes. Con un equipo de 10 personas —de disciplinas como la astrofísica, matemáticas, ingeniería informática, oceanografía o biología—, la empresa facturó el año pasado sus primeros 100.000 euros, en pérdidas por el momento.

El buen ritmo de trabajo les ha permitido prever una facturación cercana al medio millón de euros durante este año. Y ya planean dar el salto a otras áreas. “El sector de los puertos está muy bien, pero queremos analizar otros mercados para poder escalar y crecer más rápido”, afirma, optimista, la fundadora de Fregata Space.

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