Apple y el saqueo fiscal en la UE
La sentencia del TJUE que condena a la empresa de la manzana a pagar 14.300 millones por impuestos no satisfechos a Irlanda es una muy buena noticia para los europeos
La sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que condena a Apple a pagar 14.300 millones de euros por impuestos no satisfechos a Irlanda es una muy buena noticia para los europeos por al menos tres razones.
En primer lugar, la sentencia desmonta el ventajoso sistema conocido como el “doble irlandés”, utilizado por las multinacionales tecnológicas y farmacéuticas estadounidenses para reducir sustancialmente su factura fiscal. El mecanismo funciona a través de una compleja estructura de sociedades filiales, alguna situada en paraísos fiscales, como Bermudas, donde no tributan los beneficios. El sistema fue denunciado por la Comisión Europea en 2016 cuando reveló que la ventajosa estructura fiscal de Apple en Europa le permitió pagar solo el 1% o el 0,005% por ciento de sus beneficios algunos años.
La baja tributación permite a Irlanda captar cuantiosos beneficios obtenidos por las actividades de las multinacionales en otros países y lograr así una elevada recaudación y lograr un superávit fiscal de 8.600 millones de euros. Las multinacionales estadounidenses desvían la mitad de sus beneficios obtenidos en otros países a paraísos fiscales, según Global Tax Evasion Report 2024. Holanda e Irlanda captaron en 2020 más de 180.000 y 140.000 millones de euros, respectivamente. Según Oxfam, España ha perdido entre 4.000 y 6.000 millones de euros anuales durante los últimos ejercicios por este sistema.
En segundo lugar, la sentencia del máximo tribunal europeo corrige a los jueces de primera instancia del Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) que en 2020 validaron los acuerdos de Irlanda con Apple, ventajosos para ambas partes, a costa de saquear a sus vecinos. El TGUE anuló entonces la decisión de Comisión Europea que había puesto al descubierto el mecanismo irlandés que proporcionaba unas ventajas calificadas de “ilegales” por la comisaria de Competencia Margrethe Vestager.
En tercer lugar, la decisión judicial supone un espaldarazo para los juristas del Tribunal de Justicia y de la Comisión Europea y las asociaciones no gubernamentales que tratan de acabar con la tolerancia a las evasiones fiscales en Europa defendidas por poderosos lobbies. El giro judicial ya lo proporcionó el Abogado General Giovanni Pitruzzella en noviembre pasado cuando puso al descubierto la incompatibilidad de la primera sentencia con el derecho europeo.
Alex Cobham, director ejecutivo de la Red por la Justicia Fiscal, ha aplaudido el cambio “que debería obligar a Apple a pagar finalmente un poco más de impuestos, pero no hace nada para abordar las prácticas fiscales abusivas que siguen llevando a cabo las multinacionales en toda la UE”. Cobham cifra en 500.000 millones de dólares (451.000 millones de euros) los ingresos perdidos cada año por esta vía.
El informe Draghi ha constatado la falta de recursos en la UE para emprender las inversiones necesarias para reindustrializar Europa. Estima las necesidades en 800.000 millones de euros anuales y aboga por el endeudamiento común. Probablemente, esta carga podría reducirse sustancialmente si la Unión lograse acabar con sus paraísos fiscales internos y la desigualdad fiscal entre países.
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