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La inteligencia artificial y los debates tecnológicos desplazan a los móviles en el Mobile World Congress

El congreso espera reunir a hasta 100.000 asistentes y 2.400 empresas. El 60% de los temas que se tratarán no estarán relacionados directamente con los aparatos de telefonía

Un operario trabajaba el jueves en los preparativos del Mobile World Congress 2024, en Barcelona.
Un operario trabajaba el jueves en los preparativos del Mobile World Congress 2024, en Barcelona.Alberto Estévez (EFE)
Josep Catà Figuls

El congreso mundial de móviles, conocido por su nombre inglés Mobile World Congress (MWC), volverá a irrumpir en la vida cotidiana de Barcelona esta semana, con la celebración del salón entre el lunes y el jueves en las instalaciones de Fira de Barcelona en la Gran Via de L’Hospitalet de Llobregat. La previsión de los organizadores es que será un éxito: que recuperará casi totalmente el músculo que tenía antes de la pandemia, que será un centro de generación de negocios con la presencia de directivos de multitud de empresas, y que también servirá como un punto de encuentro entre delegaciones de docenas de gobiernos para acercarse a los avances tecnológicos y discutir sobre su regulación.

Pero en cuanto a las novedades que se verán, el congreso empieza a ser difícil de clasificar. Lo que antes era el principal foro del mundo para presentar las últimas generaciones de telefonía móvil —exceptuando las de Apple, que siempre hacía sus propias presentaciones e iba por libre— se ha convertido paulatinamente en un encuentro en el que los aparatos tienen menos protagonismo, mientras ganan peso elementos más heterogéneos: primero el metaverso y la realidad virtual, ahora la inteligencia artificial, las oportunidades que genera la evolución de la red 5G, la robótica y la programación, o el internet de las cosas. En definitiva, la transformación digital que empezó con los teléfonos móviles abre un sinfín de caminos que dejan a los aparatos en un segundo plano en un congreso en el que eran los reyes.

Los debates sobre la inteligencia artificial son los que centrarán toda la atención, con ponentes como el presidente de Microsoft, Brad Smith, que llega tras haber anunciado la mayor inversión de la compañía en España, precisamente para la infraestructura de la inteligencia artificial. También tendrá una ponencia destacada Demis Hassabis, cofundador de Google Deepmind, dedicada al desarrollo de esta tecnología, o el fundador de Dell, Michael Dell. En total habrá 2.400 expositores y 1.100 conferenciantes. Bajo el lema Future First, se tratarán temas como el 5G, la conectividad, la inteligencia artificial, los cambios en las manufacturas y las aplicaciones tecnológicas en el ámbito de la salud.

Con todo, y pese a que las grandes marcas ya hacen sus propios eventos para presentar las novedades, los móviles siguen teniendo cierto peso en el congreso: el 40% de los temas que se tratarán estarán directamente relacionados con los aparatos, y el 66% de los visitantes aún provienen de la industria del móvil, según los datos de la patronal GSMA, organizadora del encuentro. Entre los móviles que se presentarán, destacan el Honor Magic 6 Pro, la serie Xiaomi 14, que ha mejorado sus cámaras de foto en colaboración con Leica, o un teléfono móvil sin aplicaciones llamado AIPhone, que usa la inteligencia artificial para funcionar. El gigante chino Huawei será la compañía que más espacio tendrá en el congreso, seguida de Ericsson. El sector de las telecomunicaciones también estará representado con Telefónica, Vodafone, Orange y Deutsche Telekom, entre otras, y una de las claves será ver qué novedades anuncian con respecto a Open Gateway, un proyecto conjunto que quiere abrir las redes a los desarrolladores para que fomentar la innovación.

Los grandes protagonistas, por tamaño, volverán a ser los emprendedores: el salón 4YFN, que antes de la pandemia se celebraba en las instalaciones de Fira en Montjuïc, ya constituye una parte crucial del congreso, ocupando este año dos pabellones albergando más de 800 expositores y 350 ponentes. Entre ellos estará Nigel Toon, consejero delegado y cofundador de Graphcore, que fabrica semiconductores para inteligencia artificial; el exjugador de baloncesto Pau Gasol, o Jordi Romero y Avi Meir, que fundaron respectivamente Factorial y Travel Perk, dos de las empresas emergentes españolas que se convirtieron en unicornios, es decir, con valoraciones de más de 1.000 millones de euros. En el espacio que la fundación Mobile World Capital ha dedicado al talento, la Talent Arena, habrá ponencias de Carlos Villavieja (Google), Xavier Amatrian (Linkedin) y David Cuartielles (Arduino), entre otros.

La organización de salón mantiene este año el veto a las empresas rusas, tras la invasión de Ucrania, por las sanciones internacionales que se les impusieron, pero acogerá a las empresas israelíes pese a la guerra en Gaza, ya que, según explicó la organización, no hay sanciones internacionales impuestas en este caso. La exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, criticó la presencia de empresas israelíes y llamó al boicot, pero el alcalde, Jaume Collboni, evitó condenar la presencia de estas empresas en el congreso.

Gran afluencia en plena sequía

La previsión de asistencia a esta edición del MWC es elevada: cerca de 95.000 personas, aunque en los últimos días la organización apunta a que podría llegar a los 100.000 congresistas, por los 88.500 del año pasado. Estas cifras dejarían prácticamente atrás la debacle de la pandemia, ya que si bien en 2019 se llegó al récord de 109.000 asistentes, entonces el congreso se dividía en dos espacios —las instalaciones de Fira de Barcelona en Montjuïc, por un lado, y las de la Gran Via de L’Hospitalet de Llobregat, por el otro—, y esta vez solo se celebra en uno, que como tal recibirá más congresistas que nunca. La clave del aumento de asistentes es que los que provienen de Asia, y en especial de China, vuelven a la cita empresarial después de tres años marcados por las restricciones por la pandemia: cuando se celebró el congreso el año pasado, China justo acababa de abrirse, y no dio tiempo a muchos asistentes a sacar los visados a tiempo para venir. Este público está ahora recuperado, señala la organización.

El gran reto de este año es cómo encajar esta gran afluencia de visitantes con el contexto de emergencia por sequía que se vive en Cataluña. El MWC y Fira de Barcelona han vaciado las fuentes de los alrededores del recinto, han limitado el consumo de agua corriente en las instalaciones, y han mandado avisos a los congresistas para que sean conscientes de la situación y no derrochen agua. Pero el mayor impacto se verá en los hoteles. El gremio de hoteles de Barcelona ha repartido folletos informativos en las habitaciones, y defiende que los establecimientos llevan años implementando cambios en los grifos, platos de ducha e inodoros para ahorrar agua: “En los últimos siete años el cliente de hotel de Barcelona ha reducido un 40% su consumo de agua diario en su habitación”, afirma el gremio en un comunicado.

La gran afluencia de visitantes supone un importante volumen de negocio para distintos sectores de la ciudad —la organización asegura que la última edición dejó un impacto en Barcelona de 461 millones de euros— y ha dinamizado tanto el aeropuerto como los hoteles y los restaurantes de la ciudad. Aena destacó esta semana que el aeropuerto de El Prat superará las cifras anteriores a la pandemia durante la celebración del MWC, con 8.470 movimientos previstos entre el pasado viernes y el próximo domingo, un 2,97% más que en 2019 y un 10,8% más que las mismas fechas del año anterior.

Los hoteles también han colgado el cartel de completo. La organización del congreso explica que ha reservado más plazas hoteleras que el año pasado (cuando fueron 18.500 habitaciones), y la ocupación de los hoteles de Barcelona ronda el 100%, con lo que la disponibilidad en ciudades de alrededor también se ha reducido, y los precios se han disparado: según la plataforma Booking, los precios de los últimos días han incrementado un 58%. La plataforma indica que el 93% de la oferta ya no está disponible, y el precio medio por habitación ronda los 600 euros. El gremio de restauración no da cifras sobre la previsión que tiene para bares y restaurantes, ya que las reservas suelen hacerse con menos antelación, pero la patronal de la restauración y el ocio nocturno (Fecasarm) espera que la facturación alcance los 105 millones de euros, aún por debajo de las cifras anteriores a la pandemia.

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Sobre la firma

Josep Catà Figuls
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.
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