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La economía china se desacelera en el segundo trimestre

El PIB de China creció solamente un 0,8% intertrimestral, como resultado de una caída en la demanda interna y externa

Xi Jiping
El presidente de China, Xi Jinping, a punto de comenzar el discurso de clausura de la Asamblea Popular Nacional, en Pekín.Andy Wong (AP)

La economía china perdió fuelle en el segundo trimestre del año, como resultado de una caída en la demanda interna y externa. Según las cifras divulgadas este lunes por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), en el período de abril a junio, el Producto Interior Bruto (PIB) de China aumentó solamente un 0,8% intertrimestral, lo que supone una ralentización de 1,4 puntos con respecto al dato registrado en los tres primeros meses del año. La última información económica revelada por el país ha hecho que aumenten las dudas sobre si el gigante asiático será capaz de cumplir con su objetivo de crecimiento anual, que el Gobierno fijó en un modesto 5% para el 2023.

En términos interanuales, la economía china repuntó un 6,3%, el ritmo de crecimiento anual más rápido desde el segundo trimestre de 2021. Sin embargo, la comparación está sesgada puesto que el segundo trimestre de 2022 estuvo marcado por fuertes restricciones y confinamientos (entre ellos, el del centro financiero del país, Shanghái) para frenar la propagación de la contagiosa variante ómicron. En el primer trimestre, el crecimiento interanual se situó en el 4,5%.

El portavoz de la ONE, Fu Linghui, declaró al anunciar los datos que, “en términos generales”, el desarrollo económico había “vuelto plenamente a la normalidad”, aunque alertó que “debemos ser conscientes de que las circunstancias políticas y económicas internacionales son complejas, y los cimientos para una recuperación sostenida a nivel nacional aún no son sólidos”. Las cifras oficiales contrastan con las previsiones de los analistas, quienes pronosticaban un crecimiento intertrimestral más débil del registrado, del 0,5%, y uno interanual más fuerte, del 7,3%.

China, que abandonó los duros controles contra la covid-19 el pasado diciembre, inició la recuperación económica con más fuerza, pero, en los últimos meses, ha empezado a perder impulso debido a una caída en la confianza de los hogares y las empresas. La situación se ve agravada por la falta de trabajo entre los jóvenes. Aunque según los datos de la ONE la tasa oficial de desempleo en zonas urbanas se mantuvo en junio en el 5,2%, el paro entre los jóvenes de 16 a 24 años alcanzó un nuevo máximo del 21,3%, un salto en comparación con el 20,8% registrado en mayo.

Ante esta coyuntura, las ventas al por menor crecieron en junio un 3,1%, lo que supone una brusca desaceleración respecto al aumento del 12,7% registrado en mayo. Sin embargo, la producción industrial, un indicador de la actividad en los sectores manufacturero, minero y de servicios públicos, aumentó un inesperado 4,4% interanual, desde el 3,5% registrado en mayo.

La sombra de la tormenta económica global también ha nublado los datos de comercio. Según informó hoy la agencia estadística, las exportaciones cayeron en junio un 8,3% interanual. El jueves, la Administración General de Aduanas ya había adelantado que el valor de las exportaciones en dólares se desplomó el mes pasado un 12,4% interanual, frente la caída del 7,5% de mayo y del 10% que calculaban los analistas.

Por su parte, la inversión privada, un indicador clave para conocer la confianza del sector privado, se redujo un 0,2% en los primeros seis meses del año, frente a la caída del 0,1% en los cinco primeros meses. Si bien la tasa de inversión en activos fijos subió un 3,8% interanual en el primer semestre, el gasto en promoción inmobiliaria, que suele representar un tercio de la inversión total, se contrajo un 7,9% en el citado período, lo que supone un nuevo descenso con respecto a la caída del 7,2% entre enero y mayo.

En una nota, Harry Murphy Cruise, economista de Moody’s Analytics, considera que los datos del segundo trimestre “son un resultado preocupante para una economía que está sufriendo para coger impulso”. “La resaca de la pandemia está asolando la recuperación de China” puesto que los consumidores prefieren ahorrar, las empresas desconfían a la hora de invertir, la incipiente recuperación del mercado inmobiliario a principios de año se está desvaneciendo y en el extranjero prefieren gastar más en servicios que en bienes exportados desde China, apunta este experto.

Cruise añade que espera que las autoridades anuncien más ayudas para el sector inmobiliario y de la construcción, después de que el banco central haya recortado los tipos de interés a los préstamos y que Pekín haya ampliado las exenciones fiscales para la venta de vehículos eléctricos. No obstante, “ese apoyo adicional no será una solución milagrosa”, asevera.

Wang Jun, director del Foro de Economistas Jefes de China, apunta que “debería aumentar el apoyo a los negocios privados y al mercado inmobiliario. De lo contrario, seguirá arrastrando el crecimiento general”, recoge el rotativo hongkonés South China Morning Post. La atención está ahora en la reunión que este mes tendrá el Politburó chino, durante la que se espera que se estudien otras posibles medidas de apoyo a la economía.

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