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Renault apuesta por Madrid para instalar la sede de su empresa de motores de combustión

El grupo francés competía con Rumania, donde está Dacia, para hacerse con el centro de decisión de Horse

Renault
Luca de Meo, consejero delegado del grupo Renault.picture alliance (dpa/picture alliance via Getty I)
Dani Cordero

Madrid albergará la sede de Horse, la nueva compañía con la que Renault se centrará en el diseño y la fabricación de motores de combustión junto al grupo chino Geely. La decisión se ha comunicado internamente este miércoles y supone una apuesta del grupo francés por España, su segundo polo industrial más relevante después del de Francia y en el que ha apostado para construir sus vehículos de combustión e híbridos. Competía sobre todo con Rumania, cuna de Dacia, la enseña más modesta del grupo y que retrasará más su ofensiva eléctrica.

La decisión del grupo que dirige Luca de Meo no tendrá repercusiones inmediatas de inversiones, pero puede ser una baza de futuro en las decisiones de una compañía que aspira a una facturación anual de 15.000 millones de euros y a explotar 15 plantas de producción y cinco centros de investigación y desarrollo (I+D) en todo el mundo. El peso relativo industrial de España, donde Renault explota las actuales factorías de cajas de cambio de Sevilla y de motores de Valladolid, se ha convertido en un argumento de peso para la compañía francesa. Ambas instalaciones se convertirán en activos de Horse.

La nueva compañía es una de las apuestas en la nueva era que ha iniciado Renault, con la división de la compañía por negocios estratégicos. Así como Ampere, que saldrá en poco tiempo a Bolsa, se centrará en los vehículos eléctricos, Horse es la apuesta de Renault para seguir en el motor de combustión, a través de tecnologías menos contaminantes y con la esperanza de que los combustibles sintéticos puedan prolongar su vida en Europa, donde la Comisión Europea ya ha decidido prohibir la venta de vehículos contaminantes, incluidos los híbridos, a partir de 2035.

Recientemente, ante la amenaza de bloqueo de Alemania e Italia, la Comisión Europea se abrió a permitir que los coches de combustión siguieran comercializándose siempre y cuando utilizaran ese tipo de combustible, que emite menos dosis de contaminantes pero que, de momento, son excesivamente costosos en relación con la gasolina o el diésel.

Buenas noticias para España

En todo caso, el futuro de los motores de combustión tiene todavía recorrido, puesto que su comercialización solo tiene el veto de la Unión Europea. No en vano, otro importante grupo como Geely ha decidido aliarse a Renault en este campo. Y Horse previsiblemente contará con otro asociado de excepción, Aramco, la mayor petrolera del mundo. Con su volumen de facturación, la compañía tiene todos los números para convertirse en uno de los grandes del sector auxiliar de la automoción. El pasado mes, en un encuentro con Josep Maria Recasens, vicepresidente de Estrategia y Desarrollo de Negocio de Renault, defendía que la llegada de la sede a España tendría un efecto arrastre sobre otras compañías del sector. Entonces el ejecutivo defendía la neutralidad tecnológica respecto a sus motores para garantizar el futuro de la automoción: “No se trata de una tecnología u otra, sino de conseguir que esta sea limpia en lo que se refiere a huella de carbono”.

La decisión de Renault se suma a otras buenas noticias que el sector de la automoción está ofreciendo en España, después de que en 2020 Nissan anunciara el fin de la fabricación de vehículos en España con el cierre de su planta de Barcelona, al que han acompañado otras clausuras de centros de producción de la industria del motor. Grupo Volkswagen ha anunciado junto a otras 40 empresas una inversión de 10.000 millones de euros para ensamblar vehículos eléctricos y construir una gigafactoría en Sagunto. Y recientemente han trascendido unas negociaciones entre la Generalitat valenciana y el Gobierno español con Tesla para que el grupo estadounidense fabrique vehículos en España. En paralelo, el Gobierno ultima el lanzamiento de su plan de ayudas de 837 millones de euros para captar la fabricación de celdas de baterías.

Renault también vive su propia revolución interna después de que el italiano Luca de Meo tomara las riendas de una compañía en pérdidas. Tanto Ampere como Horse son dos apuestas del grupo y una llamada a posibles aliados para que se sumen para compartir las inversiones necesarias y los posibles beneficios de futuro. Nissan, socio de la alianza histórica con Renault, es una de las empresas que ya ha asegurado su inversión en la salida a Bolsa que protagonizará Ampere, la filial de vehículos eléctricos.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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