El subidón de la cesta de la compra en los últimos siete meses, resumido en un hilo de Twitter

Alejandra de la Fuente (Madrid, 28 años) es una periodista especializada en visibilizar la precariedad que sufre buena parte de la clase trabajadora. En enero de 2021, mientras se debatía sobre una nueva subida del salario mínimo, confeccionó una cesta de la compra de menos de 20 euros en la web de Alcampo con productos baratos para ilustrar cuánto puede ayudar cualquier incremento a las familias con menos ingresos. “El precio de esos bienes de primera necesidad marcan la diferencia para los que menos tienen”, explica. Los pantallazos que hizo entonces (y en agosto del mismo año) le sirvieron para, poco después del comienzo de la invasión rusa de Ucrania, ejemplificar el incremento desbocado de precios de esos mismos productos en marzo. Este lunes 10 de octubre publicó un nuevo repaso a esos precios en un hilo de Twitter muy compartido, con más 8.000 retuits en tres días. Su relato empieza con una bandeja de muslos de pollo: costaban 3,99 euros el kilo en enero de 2021, 4,95 en marzo de este año y este lunes 5,95.

“Este hilo ha sido el más compartido de todos. Creo que se debe a que estamos muy sensibilizados, que lo estamos notando muchísimo. En marzo la guerra acababa de empezar, pero ahora ya se está sintiendo a la larga en el bolsillo”, comenta De la Fuente a EL PAÍS. Uno de los productos cuyo incremento más le ha sorprendido es el del calabacín, que ha pasado de 0,79 euros el kilo en 2021, a 1,29 en marzo de 2022 y 2,99 ahora. “Elegí productos muy baratos y aun así se nota muchísimo la subida”. Otros incrementos son más moderados, como el del atún en lata: 1,78 euros por tres unidades en 2021, 1,99 en marzo y 2,05 ahora.

En el hilo, De la Fuente también recoge la evolución del precio de la lechuga (0,70 euros la unidad en 2021, 0,79 en marzo de 2022 y 0,85 ahora), del arroz largo (0,78, 0,97 y 1,14) o de la lata de espárragos (1,29, 1,97 y 1,99). De otros productos solo tiene la comparativa respecto a 2021, como de la harina (de 0,89 euros el paquete de un kilo a 1,05) o de las patatas (de 1,59 el kilo a 2,49).

“He utilizado productos de Alcampo porque es donde siempre he comprado con mi familia. Es uno de los supermercados más baratos, así que me parecía el mejor para el hilo en el que elegía productos para una cesta de 20 euros”, explica De la Fuente. Según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la cadena de supermercados francesa está a la cola en los precios, junto a Tifer, Dani, Family Cash y Supeco. Este análisis señala a Sánchez Romero, Ulabox, Novavenda y Amazon como los distribuidores con mayores precios, y apunta a Mercadona y Dia como las que más han repercutido la inflación en sus productos.

El mismo estudio de la OCU indica que la cesta de la compra ha subido un 15,2% en el último año, el mayor nivel desde 1988, y que el aumento ha sido mayor entre los productos más baratos y las marcas blancas, con un alza media récord del 16,4%. La inflación general marcó en septiembre el 9%, frente al 10,5% de agosto. “Nadie me ha dicho en el hilo que estén notando que mejora la inflación, al contrario. Muchos también se quejan de que en algunos productos estén quitando cantidad sin bajar el precio”, añade la periodista madrileña. Según los cálculos detallados del INE, los alimentos que más han subido respecto al año pasado son los aceites comestibles (71,2%), las harinas y otros cereales (39%) y la mantequilla (31,8%).

Entre las respuestas a su hilo de Twitter, lo que más encuentra De la Fuente es “enfado” y “mucho agobio”. “La gente me dice: ‘Salgo con 50 euros y me lo gasto en una bolsa’. Hay indignación y miedo al invierno”, denuncia.

La periodista madrileña es autora del libro La España precaria (Akal, 2021) y es la creadora de la cuenta de Twitter Mierda Jobs (con 117.000 seguidores), en la que visibiliza condiciones de trabajo terribles. “Esta subida de precios está destrozando a muchas familias. Es lo más básico, lo que afecta a las condiciones de vida del ser humano. Si eso falla, falla todo lo demás. Por ejemplo, si una familia grande antes se gastaba 400 euros al mes en la compra y ahora son 600, son 200 que deja de gastarse en otras cosas que también necesita. Esas renuncias pueden afectar mucho a la salud mental”, añade De la Fuente.

A continuación puede leer el hilo de Twitter completo.