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Alemania rebajará el IVA del gas para afrontar la escalada de los precios de la energía

La reducción del impuesto, que pasará del 19% actual al 7%, estará en vigor hasta marzo de 2024

Olaf Scholz Alemania
Olaf Scholz, poco antes de anunciar una rebaja del IVA del gas, este jueves en Berlín.CLEMENS BILAN (EFE)

El Gobierno federal alemán reducirá el IVA del gas natural para hacer frente a la escalada de los precios. El impuesto se reducirá del 19% actual al 7% entre octubre y marzo de 2024, según anunció este jueves el canciller, el socialdemócrata Olaf Scholz. El objetivo es compensar a los ciudadanos por el impacto en la factura de una nueva tasa sobre el gas que entrará en vigor en otoño. El Gobierno avanzó que anunciará más medidas en las próximas semanas para ayudar a ciudadanos y empresas a afrontar la escalada del precio de la energía.

La bajada del IVA costará 14.000 millones de euros a las arcas públicas, según los cálculos del Gobierno. “Con esta medida, aliviamos a los clientes de gas en general en mucha mayor medida que la carga adicional causada por el nuevo gravamen”, dijo Scholz respecto a la nueva tasa del gas, cuyos detalles se anunciaron el lunes pasado y que también entrará en vigor en octubre. Este recargo se ha fijado en 2,419 céntimos de euros por kilovatio hora (sin tener en cuenta el IVA), lo que generará un sobrecoste para una familia de cuatro miembros en una vivienda unifamiliar que rondará los 480 euros al año. Los beneficiarios de la tasa serán las empresas proveedoras afectadas por los costes adicionales que acarrea la sustancial reducción de las importaciones de gas ruso, que tienen que compensar con la compra de gas alternativo a precios más elevados y que amenaza en algún caso su viabilidad.

El ministro de Economía, Robert Habeck (Verdes), acogió con satisfacción el anuncio de Scholz de reducir temporalmente el IVA. “Siempre estuvo claro: no queremos que los ciudadanos tengan que soportar una carga adicional de IVA. Dado que la legislación europea no permite una exención fiscal directa, es una medida lógica”. Para simplificar y llegar rápidamente a los consumidores, dijo, el recorte hasta el 7% tiene sentido: “Esto también compensa otros costes que se producen a través de los mayores gravámenes”.

Medidas en la UE

El marco legal de la UE permite reducir el IVA al tipo reducido del 5%, aunque el Gobierno alemán ha optado por establecer el tipo impositivo del gas en el 7%. No es el único país europeo que ha recurrido a los impuestos para aligerar la carga de la subida de precios de la energía.

Italia rebajó el IVA del gas del 22% al 5% en octubre del año pasado y ha prolongado la medida hasta el tercer trimestre de 2022. España no lo ha tocado de momento, pero sí ha congelado la tarifa regulada y ha llevado a cabo dos rebajas de ese impuesto en el caso de la electricidad (uno el año pasado, del 21% al 5%, y otro en junio, hasta el 5%), y ha rebajado el impuesto especial sobre la electricidad y suspendido el impuesto de generación eléctrica. Francia también ha fijado un tope en el incremento de la tarifa regulada eléctrica, una medida que soportan principalmente las cuentas de EDF, participada en un 80% por el Estado, que tiene que vender energía nuclear a bajo precio a las empresas del sector.

La nueva tasa alemana sobre el gas se aplicará en octubre hasta, en principio, el 30 de septiembre de 2024. Según el Ministerio de Economía, el incremento en la factura no se trasladará de forma inmediata, ya que la ley de la Industria Energética establece plazos de preaviso de cuatro a seis semanas a los consumidores. Por lo tanto, la tasa probablemente será efectiva en la factura de noviembre.

El coste para la industria de la tasa será de unos 5.000 millones de euros extras al año, según los cálculos de los analistas de Deutsche Bank. La industria química, una de las grandes consumidoras de gas en Alemania, ha protestado porque no se beneficiará de la rebaja del IVA y tendrá que pagar el nuevo recargo: “Las empresas no pagamos IVA, y la rebaja no nos va a afectar”, dijo Wolfgang Grosse Entrup, responsable de la patronal química.

Alemania es uno de los países de la UE que más depende del gas ruso. Hasta la invasión de Ucrania, este cubría el 55% de su demanda. Pero Rusia ha reducido drásticamente el suministro a través del Nord Stream 1, el principal gasoducto que llega a Europa, hasta dejarlo en solo el 20% de su capacidad, forzando a las empresas gasistas germanas a comprar a precios más elevados, fuera de contrato. El objetivo de Berlín es recortar su consumo total de gas en hasta un 20% para evitar racionamientos que golpeen la actividad de la gran industria pesada y agraven las dificultades económicas.

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