Estrella Galicia factura 610 millones y consigue beneficios récord

Parafraseando su propio anuncio, la cerveza se ha demostrado uno de los productos más resistentes para Hijos de Rivera. La empresa familiar dueña de la marca Estrella Galicia, que también posee una importante división de aguas, se apuntó récord de beneficios en 2021 con 94,9 millones de euros, un 79% más que un año antes, con una facturación que por primera vez supera los 600 millones (fueron en total 610 millones, con un crecimiento del 27%). Rebasan así las cifras anteriores a la pandemia, momento en que mantuvieron la contratación sin recurrir a ERTE ni a despidos. La plantilla también creció un 16% y ya son 1.448 personas.

Ignacio Rivera, que desde diciembre ocupa la presidencia ejecutiva del grupo (es bisnieto del fundador y llevaba desde 2012 como consejero delegado), adelantó este jueves en la presentación de resultados un nuevo plan de inversión de 600 millones hasta el 2024, que se financiará con cerca de 300 millones de deuda (la empresa apenas tiene apalancamiento). Aunque en este 2022 el grupo propietario de Cabreiroá, Maeloc, Agua de Cuevas, Ponte da Boga, Fontarel o Auara está sufriendo por el incremento de costes de transporte y materias primas, aseguran que esos incrementos no los han trasladado a precios. La división cervecera vendió 90 millones de litros más (436 millones) que en el 2019 prepandémico. Algo atribuido, según el presidente, a “la buena conexión del producto con la gente”. También se ha balanceado el porcentaje de venta en el canal de hostelería: de un 75% ha pasado a alrededor del 65%, y el resto está en el consumo de los hogares.

El grupo tiene puesta la mirada en 2023 y 2024, donde por primera vez dará el salto de tener una única fábrica, —la actual en el polígono coruñés de A Grela— a tres. Hasta ahora Estrella Galicia siempre había defendido que el agua con la que elabora sus productos es uno de sus valores fundamentales. Será la misma materia prima que utilice su nueva planta en el polígono de Morás (Arteixo, A Coruña), en la que está prevista una inversión de 150 millones. Pero lejos de allí está su gran proyecto en Brasil, una factoría en el municipio de Araraquara, en el estado de São Paulo, que este jueves inició su construcción y que consumirá unos 160 millones de sus recursos. Su reto es llegar a conseguir una facturación de 1.000 millones para el grupo, que está al 100% en manos de la familia.

Sus ejes para avanzar son varios. El primero que mencionan es la digitalización, “que nos puede llevar a ser más eficientes, a vender más, a tener una mejor conexión con los clientes”. La internacionalización es la segunda de sus palancas, para la que se valdrán de un acuerdo de distribución con Coca-Cola en Brasil que está buscando incorporar a su catálogo de productos a marcas cerveceras con la filosofía de la gallega. Ignacio Rivera también insistió en el tema medioambiental: “Hemos conseguido emisiones cero en nuestra fábrica”, y en el trabajo que hacen para conseguir conectar con los gustos del mercado: “Siempre hemos intentado diferenciarnos. Vamos a ser muy disruptivos, intentando analizar nuevos tipos de cultivos, buscando la funcionalidad de nuestras bebidas o entendiendo el cambio disruptivo del cambio de la hostelería”.

Con un resultado de explotación de 174,4 millones en 2021 frente a 162 millones de antes de la pandemia, Rivera adelantó que los márgenes van a sufrir en este ejercicio debido a esa resistencia a incrementar los precios. Las inversiones del último año ascendieron a 67 millones de euros: ya son 31 empresas en ocho países las que conforman un grupo que vende su cerveza en 60 Estados. El reto de manejar un plan de expansión como el que afronta Hijos de Rivera, cree el presidente, es algo que “cambiará la organización”. Solo queda por saber de qué modo lo hará.