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Freixenet alcanza su récord histórico de ventas durante la pandemia

La empresa rompe el techo de los 100 millones de botellas tras un incremento de la cifra de negocio del 10% y anuncia una inversión millonaria en el Penedès

Freixenet
Botellas de cava en la bodega de Freixenet.ALBERT GARCIA
Marc Rovira

La pandemia no ha resultado un trago del todo amargo para Freixenet. La compañía controlada por el grupo alemán Henkell cerrará el año con su récord histórico de ventas: más de 100 millones de botellas. Lo anunció este miércoles Pedro Ferrer, vicepresidente y consejero de la marca, en una rueda de prensa donde le acompañó, telemáticamente desde Alemania, Andreas Brokemper, el consejero delegado. La presentación de resultados se hizo sin concretar cifras económicas del negocio, pero sí se aprovechó para dar a conocer una inversión “emblemática” para ampliar las cavas de Sant Sadurní d’Anoia (Penedès). Ferrer indicó que la obra estará lista en 2024, la cifró en torno a los 30 millones de euros y detalló que servirá para poder almacenar y despachar hasta 35 millones de botellas. No se prevé que tenga un impacto directo en la contratación de personal, pero es la actuación más cuantiosa de la compañía en los últimos 15 años. Se enmarca en unas perspectivas que se presentan halagüeñas para la empresa. “Somos optimistas”, sintetizó Andreas Brokemper.

A falta de poder concretar el impacto final de la campaña de Navidad, en España tiene un peso del 30% sobre el total de ventas del año, los ejecutivos de la marca coincidieron a la hora de pronosticar que 2021 culminará con un incremento de ventas del 10%, con respecto al año pasado. Un 2020 que, pese al estallido de la pandemia, no fue un año aciago para la empresa. El conjunto del grupo Henkell Freixenet redujo un 7,4% la facturación global, hasta los 1.195 millones de euros, pero los pedidos de la filial catalana notaron un incremento del 5%. La progresión ha desembocado en los 100 millones de botellas. Ferrer afirmó que la facturación muestra un crecimiento paralelo a las botellas servidas. La marca afirma controlar el 20% de la cuota del mercado español de cava, y la “complementariedad” que, según Brokemper, posibilita la alianza Freixenet-Henkell posiciona al grupo como una referencia mundial en el mercado de los vinos y espumosos. “La firma ha mantenido sus ventas en el exterior a un nivel del 80%”, detalló Brokemper.

De los 100 millones de botellas que venderá este año, un 55% son cava, un 30% vino y, el resto, prosecco. En 2018, la entrada de Henkell en el accionariado de Freixenet marcó un nuevo rumbo para la histórica marca catalana. El desembarco alemán, tras el desembolso de 220 millones de euros, ponía fin a casi dos años de discrepancias entre las distintas ramas familiares. Henkell, filial de Oetker Group, se quedó con las acciones de las familias Hevia y Bonet y redefinió la estrategia empresarial de la compañía en un momento en que la industria del cava estaba en plena agitación. El debate entre ganar volumen, y apartar del mercado a competidores como el prosecco y los espumosos de bajo coste, chocaba contra aquellos que defendían apostar por prestigiar el producto y darle más valor a cada botella. Algunas de las más prestigiosas bodegas del Penedès incluso decidieron escindirse del Consejo Regulador del Cava, abriendo una grieta que sigue sin cicatrizar.

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