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El cava cierra el grifo para evitar un desplome de precios

El Consejo Regulador fija una histórica limitación de la vendimia y del vino base para no saturar el mercado

Marc Rovira
Raventos Codorniu
Bodegas de Codorníu en Sant Sadurní d'Anoia.Andrea Pistolesi (Getty Images)

Plan de choque de la industria del cava para amortiguar la caída de la demanda provocada por la covid-19 y el cerrojazo del sector de la restauración. El pleno del Consejo Regulador aprobó este miércoles en una sesión telemática una restricción “histórica” de los volúmenes de vendimia para limitar los excedentes de vino base y uvas que encharcan el mercado y que amenazan con un desplome de los precios. Según Javier Pagés, presidente de la DO Cava, las medidas aprobadas persiguen “mitigar la situación de gran desequilibrio entre la oferta y la demanda”. Señaló que, en el contexto actual, sería “irresponsable” no poner freno a la producción.

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La excepcionalidad del momento ha trastocado los planes de los elaboradores de cava, que arrancaron el año con el objetivo de colocar en el mercado más de 240 millones de botellas, un volumen que sitúa la cifra de negocio entorno a los 1.100 millones de euros. Pese a las divisiones internas, que provocaron la fuga de un grupo de bodegas de alta gama para crear el sello Corpinnat y alejarse del distintivo cava, el Consejo Regulador confiaba que había quedado atrás la época de sobresaltos por la crisis económica y las llamadas al boicot derivadas de tensiones políticas.

Sin embargo, el ensañamiento del coronavirus con el consumo, la hostelería y la restauración ha activado las alarmas y ha forzado a tomar medidas insólitas. El propio Consejo Regulador destaca que nunca antes se habían adoptado unas restricciones productivas tan a la baja. Se fija en 10.000 kilos de uva el rendimiento máximo por hectárea, notablemente por debajo de los 12.000 kilos habituales.

Javier Pagés afirma que la estrategia mira “a largo plazo” y descarta que pueda hacer zozobrar el plan estratégico aprobado a finales del año pasado para fijar unos parámetros más claros sobre la procedencia y la calidad de cada botella. Un giro de tuerca en la política de imagen y comercial que levantó algunas ampollas entre algunas grandes marcas y que busca revalorizar el cava para dejar de competir con otros espumosos que priman el precio a la calidad.

El Consejo Regulador indica que antes del verano tiene previsto celebrar un pleno, se espera que presencial, para aprobar la nueva zonificación y segmentación de la DO Cava. Los cambios normativos serán efectivos a partir de la vendimia de 2021.

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