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“Necesitamos consenso político para acelerar todas las medidas que bajen la factura de luz”

La secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, defiende que el Gobierno ya ha tomado medidas urgentes para mitigar el impacto de los altos precios de la electricidad en el recibo

Laura Delle Femmine
La secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, en una imagen facilitada por el Ministerio de Transición Ecológica.
La secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, en una imagen facilitada por el Ministerio de Transición Ecológica.

El precio de la electricidad ha vivido una semana de fuego, con niveles récord durante cinco días seguidos. Sara Aagesen (Madrid, 45 años), secretaria de Estado de Energía, subraya que todas las plazas europeas están en máximos y defiende que el Gobierno ya ha tomado medidas para mitigar en los consumidores el impacto de la factura, como la rebaja del IVA y la suspensión del impuesto de generación. Explica que la propuesta de crear una empresa pública que gestione las plantas hidroeléctricas “está en fase de análisis” y asegura que el Ejecutivo intentará tramitar de la forma “más urgente posible” las reformas estructurales sobre la mesa para aliviar aún más el recibo. “Necesitamos consenso político para algo tan importante”, comenta en una entrevista telefónica con EL PAÍS.

Pregunta. ¿El Gobierno tiene margen de actuación ante el encarecimiento de la electricidad?

Respuesta. La subida en el mercado mayorista depende de los altos precios del gas y del CO₂. Ocurre en toda Europa. Estamos todos en el mismo sistema y el Gobierno no puede controlar los precios internacionales. Pero sí puede hacer algo, porque el precio del mercado mayorista no es el 100% de la factura. Y estamos mitigando estas subidas, sobre todo para aquellos consumidores expuestos a ella, los que tienen indexado su contrato al mercado mayorista: todos los del mercado regulado. Y tendríamos que ver si en el futuro existen cambios para aquellos en el mercado libre. Me gustaría destacar la rebaja del IVA y la eliminación del impuesto de generación.

P. La subida de precios se está comiendo las rebajas fiscales. ¿Se va a hacer algo más para reducir el impacto en el recibo?

R. Hay dos medidas importantísimas. La primera es la minoración del CO₂: aquellas instalaciones que son antiguas y no emiten, que son en particular las nucleares y las hidráulicas, van a tener que devolver los beneficios que representa ese mayor precio e incremento del CO₂, aliviando la factura. Además, incide en algo que para nosotros es una prioridad: sufragar con un 10% de lo que se recaude la factura de las familias en riesgo de exclusión social. La segunda medida es el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE), que saca de la factura una parte de los costes regulados y también tendría un impacto directo. Esperamos que sea una tramitación muy rápida, porque depende del Gobierno, pero también del arco parlamentario, que las cosas fluyan y que apostemos realmente por esa transición y por conseguir que nuestros consumidores tengan unos precios bajos. La suma de estas dos medidas reduciría la factura más de un 15%.

P. Pero se han tramitado como anteproyectos de ley, y necesitarán tiempo para entrar en vigor.

R. Tenemos que acelerar todas las medidas a nuestro alcance. Espero es que se consiga un consenso político para algo tan importante, que preocupa a toda la sociedad y a lo que tenemos que dar soluciones rápidas. [Los tiempos] dependen del Congreso, pero el Gobierno va a hacer todo lo que podamos para que la tramitación sea lo más urgente posible.

P. ¿Se han planteado reducir los cargos y peajes o eliminar el impuesto eléctrico?

R. El anteproyecto de ley del FNSSE reduce los cargos. Tanto cargos como peajes hay que pagarlos. Sería sacarlos de un lado para meterlos en otro. No son soluciones mágicas. Hay que pensar bien estas transformaciones. No podemos poner parche tras parche, sino hacer políticas estructurales que consigan lo más importante: cambiar nuestro mix energético, Tenemos claro que hay que cambiar el mix para ser más sostenibles y tener un mix más barato, que apueste por las renovables: son la forma más barata de producir energía y conseguir reducir el precio de la electricidad. Un ejemplo claro es la subasta de principios de año. Los precios que alcanzaron son de entre 24 y 25 euros el MWh en función de la tecnología, respecto a esos 117 euros de máximo histórico que estamos viendo.

P. ¿Entonces el Gobierno descarta otras rebajas?

R. En cuanto a las cargas fiscales, hemos puesto todo encima de la mesa. Un grupo de expertos de Hacienda analiza las distintas medidas que acompañen esa transición ecológica. No se pueden hacer cosas aisladas. Lo que podíamos hacer aislado lo hemos hecho ya y con carácter urgente.

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P. Bruselas ha dicho que se puede intervenir para proteger a los más vulnerables.

R. La Comisión nos ha dicho que tenemos instrumentos. Los hemos reforzado, con el bono social térmico aparte del eléctrico. Hemos creado algo muy importante en el escudo social: los vulnerables no pueden tener cortes de suministro. Y seguimos trabajando para ampliar el colectivo que pueda tener ese bono social.

P. ¿Era el momento para introducir la nueva tarifa?

R. Es verdad que coincidió con la escalada alcista de los precios del mercado marginalista. Nos tocaba ahora. La Comisión dejó claro que España tenía que separar cargos y peajes. No ha sido por capricho.

P. El PP ha prometido que cuando gobierne solo hará pagar por la energía que se consume.

R. Me gustaría saber qué hay detrás de esa medida. A qué se refieren, con qué presupuesto. Es el momento de evitar la demagogia.

P. La UE defiende que el actual mercado es el más eficiente.

R. Insistimos en la asimetría entre tecnologías con costes muy bajos de producción y otras marginales con costes muy altos, que hacen que los consumidores no podamos percibir el beneficio de los costes bajos de las renovables. Estamos en la UE, tenemos que trabajar dentro de ese marco. Hasta donde hemos podido llegar, hemos puesto las propuestas, que ahora se tienen que tramitar con carácter muy urgente.

P. ¿Se podría poner un precio tope para cada tecnología del mercado mayorista?

R. Con las actuales reglas del mercado europeo no podríamos. El nuevo sistema de subastas de energía renovable es muy importante, con esos precios tan competitivos que hemos conseguido a inicios de año. Maximicemos esta subasta para que esa dependencia que tenemos del gas cada vez sea menor y podamos conseguir lo que dicen también los mercados de futuros: España será ya más competitiva que Alemania o Francia a finales de 2022 o principios de 2023.

P. ¿La propuesta de crear una empresa pública que gestione las hidroeléctricas es viable en el corto plazo?

R. Estamos viendo cuál es la mejor respuesta ante esas concesiones que caducan, de qué manera podemos llevar una gestión más adecuada y cómo la adaptamos a todas las necesidades. No solo energéticas, también ambientales. Estamos en periodo de análisis. El agua es un bien de interés general y la propia ley de cambio climático marca que los saltos tienen que ser utilizados para la correcta integración de la energía renovable, no maximizando los beneficios de ninguna empresa, sino el beneficio de incluir renovables y bajar la factura de los consumidores.

P. Habrá que esperar muchos años para que terminen algunas concesiones.

R. Para muchas de las concesiones queda mucho tiempo, pero nuestra idea es tener una visión de conjunto para que desde el primer momento que queden liberadas las primeras concesiones podamos empezar a saber cuál es la mejor gestión. La parte energética es cada vez más fundamental y si integramos renovables, el almacenamiento es clave. También decir que en España, y lo acaba de decir el IPCC, estamos muy expuestos al cambio climático y vamos a ver cada vez más menos recursos. Esa agua es un bien público, y tenemos que saber cuáles son las grandes prioridades: abastecimiento, pero también otras, como la biodiversidad, que tendremos que considerar. La respuesta a si vamos a ver algo de manera urgente es no. Tenemos que pensarlo, valorarlo, analizarlo bien.

P. No van a romper contratos.

R. Estamos en un Estado de derecho y no estamos planteando ni expropiaciones ni quitar concesiones.

P. ¿Qué impacto tendría en el mercado y en el recibo?

R. Es importante dejarlo claro: la empresa pública, si hay alguna vez una, tiene que estar sujeta a las normas del mercado. No hagamos la demagogia. Vamos a ver qué podemos hacer, qué es lo mejor, y asegurar que no haya manipulación de precios. En esto contamos con la supervisión de la CNMC.

P. ¿2021 va a ser el año con la electricidad más cara de la historia?

R. Se han batido récords históricos diarios. En eso no hay lugar a duda. Esperamos que las renovables, no en 2021, pero lo antes posible, consigan bajar esta tendencia. Y hay una cosa muy importante: el volumen muy ingente de ayudas a consumidores domésticos, pymes e industriales para que pongan autoconsumo.

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Sobre la firma

Laura Delle Femmine
Es redactora en la sección de Economía de EL PAÍS y está especializada en Hacienda. Es licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Trieste (Italia), Máster de Periodismo de EL PAÍS y Especialista en Información Económica por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

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