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El rey de los ‘pubs’ brinda por el Brexit

Tim Martin, fundador de la cadena JD Wetherspoon, ha hecho campaña para una ruptura brusca con Europa

Boris Johnson posa con Tim Martin, responsable de JD Wetherspoon, en Londres.
Boris Johnson posa con Tim Martin, responsable de JD Wetherspoon, en Londres.HENRY NICHOLLS/AFP/GETTY IMAGES

En el Reino Unido no cuesta encontrar voces contrarias al Brexit en el mundo de los negocios. Pero cuando toca hallar una favorable, el primer nombre que surge —muchas veces, el único— es el de Tim Martin. “Los demás son cobardes”, justifica el fundador y presidente de JD Wetherspoon, la cadena de pubs más popular del país, antes de soltar una carcajada al teléfono. “¡Es cierto!”.

Martin lleva cuatro años dando centenares de entrevistas en las que, con serenidad y polos de manga corta desabotonados, explica que no solo apoya una salida de la Unión Europea (UE): la quiere sin acuerdo. Una postura que no altera ni una pandemia: “La UE solo trae problemas”. Para el irreverente empresario de 65 años y casi dos metros de estatura, el proyecto europeo está “errado en una gran variedad de medidas”, pero, sobre todo, “no es democrático”. Así que, en sus 41 años al frente de JD Wetherspoon, asegura que las únicas veces que ha participado activamente en política han sido para hacer campaña en contra de la adopción del euro hace dos décadas y, más recientemente, para abogar por el Brexit.

Con 873 pubs y 43.000 empleados repartidos a lo largo del Reino Unido e Irlanda, JD Wetherspoon cotiza en Bolsa y está incluido en el índice británico para empresas medianas FTSE250, donde está valorada en 1.160 millones de libras (unos 1.281 millones de euros). El “McDonald’s de los pubs”, como lo llama Julian Birkinshaw, catedrático de Estrategia y Emprendimiento de London Business School, debe su éxito a sus bajos precios: pintas de cerveza (588 mililitros) por menos de dos libras, menús de hamburguesa por menos de cinco y café ilimitado por 1,29. “Se ha establecido como una marca grande y segura”, afirma Birkinshaw. “Sabes lo que hay: que la calidad no estará mal y que te saldrá barato”.

Martin tiene acciones de JD Wetherspoon valoradas en más de 500 millones de euros tras un camino que empezó en 1979, poco después de colegiarse como barrister, un abogado especializado que defiende casos en los tribunales. Tenía 24 años, pero ya al inicio de la carrera había decidido no ejercer. “Me daba mucho miedo hablar en público”, confiesa. “Y me había dado cuenta de que no era tan bueno en leyes como otros en mi clase… Así que decidí iniciar un negocio”.

En tiempos en los que sus competidores estaban en manos de una determinada cervecera que les imponía exclusividad y tarifas, Martin optó por adquirir tiendas, teatros y hasta concesionarios de coches para luego batallar en los tribunales por una licencia que le permitiera transformarlos en pubs. Así, se libró de las ataduras que venían con los locales ya licenciados, pudiendo ofrecer una gran variedad de marcas y empujar los precios a la baja.

Licencias

Nacido en Inglaterra, pero criado entre Nueva Zelanda e Irlanda del Norte, asegura que tantas solicitudes de licencias ante jueces le ayudaron a superar su fobia a hablar en público. Justo a tiempo para convertirse en un arduo defensor del Brexit en televisión y hasta salir de gira por un centenar de Wetherspoon para debatir la salida de la UE con sus clientes. “Yo pienso que la ley primordial de la humanidad debe ser la de un voto por persona y a los presidentes de la UE no los ha votado nadie”, explica. “Si miras el resto del mundo, verás que los países democráticos tienen mejor rendimiento económico que los que no lo son. Y la UE lleva 20 años con dificultades, especialmente desde la creación del euro”, insiste.

Sus campañas para promover el Brexit sin acuerdo lo han vuelto famoso y han incluido posavasos pro-Brexit en sus pubs y el reem­plazo de varios productos europeos por otros británicos o de países extracomunitarios como Australia. “Quería demostrar que todo lo que se compra en la UE se puede adquirir en otras partes del mundo”, recuerda. Lejos de ahuyentar a la clientela, gente como Peter, de 77 años, se lo tomaron deportivamente. “Personalmente, no estoy de acuerdo”, dice con una pinta en la mano y otra entibiándose sobre una mesa del JD Wetherspoon de Surrey Quays, al sureste de Londres. “Pero eso no me va a impedir tomarme una cerveza”, comenta tras dos años resignado a la inglesa Abbot Ale en vez de las marcas alemanas que tanto le gustaban.

En la terraza, Steve, un camionero retirado de 63 años, asegura ser un fiel lector de los editoriales que Martin escribe para la revista que acompaña cada mesa. “Creo que algunas de sus opiniones son muy acertadas respecto a lo que sucede hoy en día”, opina mientras apura una caña de San Miguel a la que le seguirán dos vasos de whisky canadiense sin hielo. “Está haciendo un buen trabajo y manteniendo a todos con empleo”.

Críticas a Johnson

En realidad, JD Wetherspoon ha anunciado 450 despidos debido al impacto económico de la covid-19. La firma facturó 1.818 millones de libras (unos 2.005 millones de euros) en el año fiscal que acabó en julio de 2019, con beneficios de 72,78 millones (unos 80,27 millones de euros). Un 7,4% y un 9,1% más que el ejercicio anterior, respectivamente. Pero el confinamiento y las restricciones que lo siguieron han cambiado el rumbo hasta registrar pérdidas de 50 millones de libras (55 millones de euros) en el año que terminó el pasado mes de julio, según Martin. “Me preocupan regulaciones como tener que cerrar a las diez de la noche o limitar los grupos a seis personas. Pero, sobre todo, me preocupa el nivel del miedo al virus”, afirma antes de conocerse el confinamiento anunciado para todo el mes de noviembre.

Si bien apoya a Boris Johnson en sus pasos hacia el Brexit, desaprueba su gestión de la pandemia: “Creo que lo que el Gobierno ha hecho en el Reino Unido ha incrementado enormemente el nivel de ansiedad respecto a la salud, y recuperarse de eso puede tomar mucho tiempo”. En su último editorial, titulado Los suecos de hielo tienen razón, alaba las medidas tomadas por Suecia, que define como no cerrar negocios, lavarse las manos y guardar la distancia de seguridad.

Martin también cuenta a su vez con sus propios detractores. Al inicio del confinamiento fue criticado por sugerir a su plantilla que aceptara puestos en supermercados porque las ayudas del Estado tardarían en llegar y JD Wetherspoon no las iba a adelantar de su bolsillo. Pero las acusaciones más usuales que recibe son la de pagar salarios bajos y no pensar en cómo puedan sentirse sus empleados europeos ante la postura pro-Brexit de la cadena. Él insiste en que la salida de la UE es una cuestión de democracia y no de xenofobia. “Creo que deberíamos tener una política liberal de inmigración. Quiero que todos los españoles desempleados se muden al Reino Unido a trabajar en Wetherspoon cuando acabe la pandemia”, asegura. Aunque, tras un breve silencio, opta por guardarse las espaldas: “Estoy bromeando, por supuesto”.


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