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Abengoa firma otra reestructuración de deuda con sus acreedores y esquiva la quiebra por tercera vez

La tecnológica andaluza suscribe préstamos por 230 millones con aval del ICO y una línea de avales de 126,4 millones

Manuel V. Gómez
Planta solar de Abengoa en Sanlúcar la Mayor, cerca de Sevilla, en una imagen de archivo.
Planta solar de Abengoa en Sanlúcar la Mayor, cerca de Sevilla, en una imagen de archivo.REUTERS

Abengoa ha vuelto a firmar con sus acreedores una nueva reestructuración de su deuda. Van tres en los últimos años y escapa de nuevo del concurso de acreedores. Ya lo hizo en 2016, cuando llegó a estar en preconcurso, y en 2019. La compañía tecnológica andaluza ha comunicado este jueves el pacto y sus términos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores y ha abierto el periodo de adhesiones al mismo. Para ser ratificado necesitará que el 11 de septiembre se haya adherido a él un porcentaje del 95% de un pasivo de 153 millones. El acuerdo ha llegado in extremis, porque la compañía se había fijado el viernes como nueva fecha límite, y en él participa con avales el ICO y también la Junta de Andalucía.

Tras cuatro aplazamientos, Abengoa ha cerrado este jueves el pacto con sus principales acreedores. Con él, dispondrá de un préstamo de 230 millones que le dará la liquidez que viene reclamando desde hace meses y que le llevó en julio a no poder pagar toda la nómina de sus empleados. Este crédito lo recibirá concretamente Abengoa Newco, que es la cabecera de los negocios del grupo desde 2017, y estará avalado al 70% por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) a través de las líneas de garantías que se pusieron en marcha por la pandemia para facilitar liquidez al sector privado.

Además de este crédito, el acuerdo contempla una línea de avales por cinco años que está entre los 126,5 millones y los 300 millones, que estarían cubiertos por Cesce. Y a esto hay que sumar que “está previsto que la Junta de Andalucía aporte 20 millones de euros adicionales”, apunta el texto del hecho relevante remitido por Abengoa a la CNMV.

Además, el acuerdo contempla una modificación de las condiciones en las financiaciones existentes y una reestructuración de la deuda. Aunque la empresa tiene una deuda total que se acerca a los 6.000 millones de euros -llegó a rondar los 9.000 millones en 2016-, el pasivo sujeto a este acuerdo es de 153 millones. Sobre esta cantidad tiene que darse una adhesión del 95% el 11 de septiembre. Esa adhesión es necesaria para recuperar el equilibrio patrimonial de la empresa. Y ahí es donde se requerirá la conversión de deuda en préstamos participativos. “A fecha de hoy el porcentaje de adhesiones alcanzado es insuficiente a estos efectos”, señala la empresa presidida por Gonzalo Urquijo.

En el plan de reestructuración hay contemplados acuerdos de la sociedad matriz, Abengoa Newco, con los proveedores. Los pagos pendientes con ellos, entre los que está General Electric, ascienden unos 700 millones. Ese pacto consistirá en el canje voluntario de sus deudas por una participación en un préstamo sindicado a largo plazo emitido por una de las filiales, Abenewco 2 Bis. También implicará que, antes de fin de año, se transformen en acciones de la sociedad cabecera todos los instrumentos convertibles, tanto los que se encuentran emitidos en la actualidad como los nuevos que se emitan en el marco de esta nueva reestructuración. Esto conllevará, necesariamente, la ruptura del grupo económico actual, encabezado por Abengoa S.A., que pasará a ser un accionista minoritario de Abenewco 1, con un 3,52%.

Para llegar a esto, será necesario que Abengoa S. A. resuelva el desequilibrio patrimonial en que se encuentra. En este punto será necesario que se adhiera el 95% del pasivo de esta empresa a la solicitud de convertir la deuda de 153 millones en préstamos participativos.

En los estados financieros resumidos presentados en mayo del ejercicio 2019, Abengoa anunció unas pérdidas netas de 517 millones de euros, frente a pérdidas de 1.498 millones en el ejercicio anterior. El grupo indicó que, a cierre del ejercicio 2019, el patrimonio neto de Abengoa arrojaba un importe negativo de 388 millones de euros, lo que colocaba a la firma en situación de causa de disolución. De esta manera, el grupo inicia una nueva etapa que le permitirá seguir trabajando en proyectos de EPC (ingeniería, suministro y construcción, por sus siglas en inglés) para terceros.

Casi todas las entidades acreedoras de Abengoa son ya accionistas de la empresa por la conversión de deuda. El Santander es el principal, con un 2,84%, seguido de la firma estadounidense Charles Schwab (1,6%), CaixaBank (0,34%), Bankia (0,3%) y el Estado y BBVA, con una participación cada uno del 0,29%. Con una deuda financiera de cerca de 6.000 millones, la ingeniería cuenta con una plantilla de 14.000 personas (2.500 de los cuales trabajan en España) y no pudo hacer frente al pago de la totalidad de las nóminas de junio.

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

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