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Empleo de calidad para todos

Conseguir que las mujeres y jóvenes desempleados accedan a un puesto de trabajo digno es uno de los ejes vertebradores de la labor que realiza la Fundación Agbar para mejorar la calidad de vida de los colectivos más vulnerables que viven en los barrios de Barcelona. Un proyecto que ya está dando muy buenos frutos

Mohamed Kabouri nació en Marruecos, vive en el área metropolitana de Barcelona y tiene 26 años. Hace dos empezó a sacar la cabeza de esa espiral viciosa que se mueve a sus anchas entre la realidad del desempleo y de la vulnerabilidad, de la pobreza que se cronifica en las familias. Su oportunidad le llegó a través del proyecto Joven Valor, desarrollado por Fundesplai, la Fundació Catalana de l’Esplai con la que colaboran la Fundación Agbar y Aigües de Barcelona, como empresa acogedora. A finales de 2017, Mohamed empezó a trabajar en esta compañía para hacer prácticas en la planta depuradora de aguas residuales del Besòs. Un año después consiguió entrar en plantilla con contrato indefinido. Mohamed es tímido y para él no es fácil hablar con los medios, nos dicen en Aigües de Barcelona. En un vídeo que se puede ver en YouTube realizado por la Fundación Agbar y Fundesplai, este joven se muestra contento de haber conseguido un trabajo, de la relación con sus compañeros y vincula sus sueños con la palabra mágica de la estabilidad que le proporciona su empleo, para, dice, "poder formar una familia y para ayudar a mis padres”.

En 2017, la Fundación Agbar, creada en 1961 por la Sociedad General de Aigües de Barcelona, junto a otras empresas, decide afianzar su propósito de dar respuesta a las necesidades del tejido social de Barcelona y su área metropolitana, ampliando su apoyo a proyectos que fomentaran el empleo de calidad y la lucha contra la pobreza. “A nuestro alrededor se vivían muchas situaciones que no eran fáciles”, asegura Eduard Pallejà, director de la Fundación Agbar. “Hicimos un mapeo de los distritos de Barcelona y vimos que, si la cifra media de desempleo era del 13%, en varios barrios ascendía al 23%. Priorizamos esas áreas más complejas y buscamos entidades que estuvieran desarrollando programas para la inserción laboral de estas personas”, puntualiza Pallejà.

Este año, cerca de 20.700 personas se están beneficiando de los proyectos sociales que apoya la Fundación Agbar. 

Una de ellas fue Fundesplai, organización que trabaja desde hace más de 10 años en favorecer la empleabilidad de jóvenes en riesgo de exclusión social y en ese momento se iniciaba el programa Joven Valor en algunos municipios de Barcelona. Esta iniciativa promueve la formación de los jóvenes en las competencias demandadas por las empresas acogedoras que les ofrecen un contrato remunerado de un año. Durante este periodo, los jóvenes reciben, además, un acompañamiento personalizado y constante que asegure su perfecta integración. El Servei d’Ocupació de la Generalitat de Catalunya se encarga de supervisar el procedimiento y las administraciones locales detectan a los jóvenes susceptibles de participar en el programa. Un puzle completo de colaboración entre las entidades sociales y los sectores públicos y privados para aminorar el problema del desempleo juvenil, que en Cataluña afecta al 23,7% de los menores de 25 años, según muestran los datos del Instituto de Estadística de Cataluña elaborados a partir de la Encuesta de Población Activa del INE correspondiente al tercer trimestre de 2019.

Mohamed Kabouri ha sido uno de los primeros jóvenes en beneficiarse de este programa con el que “ganamos todos”, subraya Pallejà. En la actualidad, la colaboración con el proyecto Joven Valor se ha ampliado con dos jóvenes más; uno de ellos apoya al Departamento de Planificación de Proyectos de la Dirección de Zona Llobregat Norte y el otro realiza sus prácticas en la depuradora del Besòs.

24 proyectos de ocupación de calidad

La participación de la Fundación Agbar en Joven Valor es una muestra más de su implicación en inserción laboral. En 2019, la entidad puso en marcha una ambiciosa iniciativa en la que colabora con 62 proyectos de entidades sociales que actúan fundamentalmente en Barcelona y en su área metropolitana (aunque sus redes también llegan a Girona y Tarragona) para mejorar la calidad y las condiciones de vida de 20.710 personas, según se asegura desde la entidad. Esta fundación destina un presupuesto de 1,5 millones de euros anuales para apoyar estos proyectos centrados en sus tres áreas de compromiso social: 25 planes se encuadran en la lucha contra la pobreza, nueve están relacionados con el fomento de las oportunidades educativas y 24 trabajan en la ocupación de calidad, es decir, en asegurar empleos que permitan a las personas más vulnerables tener recursos para cubrir sus necesidades básicas y mantener a sus familias.

La Fundación Agbar colabora con 62 proyectos de entidades sociales en Barcelona y su entorno. 

“El 51% de las personas que participan en los programas de ocupación son mujeres”, dice Eduard Pallejà. “De ellas, el 38% cuenta con un nivel de estudios de educación primaria, el 61% tiene una edad comprendida entre los 17 y los 31 años, el 57% son emigrantes de fuera de la Unión Europea y un 38% son españolas”. En esta línea, la Fundación Agbar colabora con organizaciones como la Fundación Ared, que trabaja en la integración social y laboral de mujeres procedentes de centros penitenciarios y de servicios sociales, o con la asociación El Safareig, que cuenta con un proyecto para impulsar el empleo en mujeres que han sido o son víctimas de violencia machista, entre otras. La Fundación Agbar aporta recursos económicos y realiza un seguimiento periódico de estos proyectos de ocupación de los que se están beneficiando en la actualidad en torno a 750 personas.

Emprendimiento social y familias vulnerables

El pasado junio, la Fundación Agbar lanzó la primera edición del programa Emprèn Social, con el fin de apoyar a emprendedores con propuestas alineadas con las áreas de acción social en las que trabaja: la lucha contra la pobreza, la promoción de nuevas oportunidades educativas en los colectivos vulnerables y la creación de empleo de calidad. "En total se presentaron 17 proyectos, de los que hemos seleccionado siete, entre los que se encuentran desde una iniciativa para producir prendas de vestir a partir de tejidos reciclados, a una propuesta de acompañamiento sociojurídico de menores extranjeros", indica Pallejà. El programa dura cinco meses, en los que se proporciona formación y asesoramiento a los emprendedores seleccionados para consolidar su modelo de negocio.

De cara a 2020, la fundación tiene previsto, además, poner en marcha una nueva iniciativa destinada a fomentar el empleo entre aquellas personas que no pueden sufragar el recibo del agua. “En 2013, Aigües de Barcelona destinó un millón de euros para hacerse cargo de los gastos del consumo de agua de aquellas familias que no podían pagarlos, una cantidad que ya asciende a 14 millones de euros”, dice el director de la fundación. “En enero iniciaremos, en colaboración con Cruz Roja, un programa piloto con 30 de estas familias en las que su situación de pobreza se ha cronificado, para formarlas y facilitar su empleabilidad”, señala Pallejà.

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