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La UE discute una tasa a las emisiones de dióxido de carbono de los aviones

Holanda convoca una conferencia internacional para abordar el impuesto

Lluís Pellicer
Un avión de Ryanair despega en el aeropuerto de Mallorca.
Un avión de Ryanair despega en el aeropuerto de Mallorca. Paul Hanna (REUTERS)

Los países de la Unión Europea empezarán a discutir este martes sobre la creación de un impuesto sobre las emisiones de dióxido de carbono de los aviones. La propuesta, que llega de la mano de los Países Bajos, quiere poner freno a la proliferación de gases contaminantes. Estos, según un informe de Naciones Unidas, aumentarán el 300% de aquí hasta 2050. Según fuentes comunitarias, el debate está en una fase preliminar y la cercanía de las elecciones indica que será el próximo ejecutivo comunitario quien asumirá la formulación de la propuesta.

La creación de esa tasa es una de las prioridades que los Países Bajos fijaron en el documento que cada año elaboran sobre el Estado de la Unión Europea y que mandaron al Parlamento. El ministro holandés de Finanzas, Wopke Hoekstra, explicará hoy al resto de socios su proyecto, para el que convocará una conferencia internacional el próximo mes de junio. Según fuentes diplomáticas, esa cita ya cuenta con el apoyo al menos de Francia y Bélgica.

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Los Países Bajos, en principio, no deberían hallar oposición entre varios Estados que ya aplican ese impuesto o bien han legislado al respecto. Entre ellos, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Suecia, Holanda, Dinamarca o Irlanda. En cambio, los países del Este han sido tradicionalmente más reticentes a la legislación comunitaria para reducir las emisiones de dióxido de carbono en turismos, furgonetas y camiones.

La patronal, en contra

A pesar de que no hay una propuesta con números sobre la mesa, fuentes diplomáticas aseguraron que sí hay algunas ideas al respecto, puesto que el Gobierno holandés está preparando un proyecto de ley. Por ejemplo, los estudios elaborados consideran que los vuelos domésticos y de corto alcance tienen un mayor impacto medioambiental, por lo que señala que sobre estos debería fijarse un gravamen mayor.

La decisión requiere de la unanimidad de los países miembros. Sin embargo, fuentes comunitarias no descartan que esa carpeta pueda acabar en la mesa de los ministros de Medio Ambiente, lo cual daría alguna posibilidad de sortear el consenso entre todos los socios. “La aviación es un mercado global, de modo que se necesita una acción coordinada a nivel supranacional. La UE es el nivel adecuado de acción”, afirmó un portavoz de los Países Bajos. Fuentes diplomáticas añadieron que, en caso de no salir adelante, el país aprobará su proyecto sin esperar al resto.

La patronal Airlines 4 Europe recordó, a través de una portavoz, que la reducción de emisiones se está abordando mediante un compromiso de la industria y consideró que las tasas no son “una vía efectiva” para mejorar en el terreno medioambiental. La entidad añadió que las compañías están “trabando duro” en “mejoras tecnológicas y operacionales”, de modo que, agregó, el consumo de combustible se ha reducido una media del 24% desde 2005. La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) coincidió en un comunicado con la “ineficiencia” de las tasas para reducir esas emisiones.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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