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Los seguros buscan hueco en la economía colaborativa

Las aseguradoras tradicionales perciben el 'carsharing' como una oportunidad aunque confiesan que conlleva más riesgo, cuentan con pocos datos y todavía no ha demostrado ser rentable para su sector

La economía colaborativa ha irrumpido con fuerza y rápidamente se ha instaurado en nuestro día a día. Enfrentados con este nuevo fenómeno, los modelos tradicionales buscan su espacio para no quedarse atrás. Sin embargo, el sector asegurador, que basa sus precios en las estadísticas, tiene problemas para entrar en un mercado caracterizado por conllevar mucho más riesgo, del que aseguran tener pocos datos y que todavía no ha demostrado ser rentable. De momento, los mayores avances se realizan en los servicios de coches compartidos (carsharing), donde algunas de las aseguradoras tradicionales, como Allianz, se alían con las nuevas plataformas como Car2Go.

Imagen de la sede de Car2Go en San Diego, California.
Imagen de la sede de Car2Go en San Diego, California.Mike Blake (REUTERS)

"Asegurar la economía colaborativa lleva un riesgo aumentado porque esta depende del uso y en este caso son bienes utilizados con mayor intensidad. Sin embargo, este riesgo viene dado por un contexto que se puede tarificar", afirma Magdalena Ramada, economista de Willis Towers Watson. Ramada explica que una forma "fácil" de generar una póliza para la economía compartida es crear una híbrida a partir de los productos existentes que identifique cuando un bien está siendo compartido y cuando no y adapte el cálculo del riesgo y alterne el precio. Para la economista este modelo se puede introducir, por ejemplo, para los conductores de Uber que utilizan sus vehículos personales para trabajar.

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Sin embargo, la realidad es que las aseguradoras que han entrado en el mercado han sido "muy conservadoras", comenta Ramada. "Lo que vemos son productos demasiado caros, de baja cobertura, que no entienden el riesgo de forma exacta y que no utilizan la tecnología como podrían", dice. En su opinión, como hay pocas compañías que ofrezcan seguros para la economía colaborativa, de momento es una buena estrategia porque no hay una presión de precios a la baja al ser un mercado que todavía no es competitivo.

La economista defiende que hay un problema de "poca creatividad" por parte de las aseguradoras. "Ya tenemos 10 años de datos sobre este tema, ya no se puede considerar un problema de tener poca información", concluye.

Pero para las aseguradoras el mayor problema con el que se encuentran sigue siendo precisamente esta "falta de datos". De hecho, Unespa, la asociación de las aseguradoras, no cuenta con información. "Es complicado que existan datos sobre el sector y la economía colaborativa porque representa un fenómeno incipiente", justifican.

Lo mismo opinan fuentes de Línea Directa, donde comentan que "hacen falta datos" pero que eso no quita "para que el sector se meta a buscar su nicho". "Con el paso de tiempo y con más información las aseguradoras competirán", sostiene Francisco Valencia, director de gobierno corporativo de la aseguradora, que cubre a servicios de motos compartidas. Valencia explica que los seguros de franquicia que se ofrecen en el carsharing —que se caracterizan porque en caso de daño en los vehículos pueden llegar a cobrar hasta 500 euros al usuario— son una precaución para que el conductor de ese coche, que no es suyo, "tenga un cuidado especial". "Es una condición para controlar el riesgo de alguna manera", afirma.

A su juicio, la economía colaborativa es una oportunidad para el sector de los seguros "porque es un hecho nuevo que ha venido para quedarse y es una tendencia imparable". "El sector, a medida que se vaya conociendo, yo creo que irá adaptando las primas y los precios a la baja. Es una realidad nueva en la que estamos aprendiendo", razona. Sin embargo, revela que aún es pronto para decir si se trata de un sector rentable porque "todavía no hay masa aunque el sector tratará de hacerlo rentable". "Yo creo que en Línea Directa hemos sabido adaptarnos", precisa.

Sin embargo, en el caso de AXA, aseguradora de plataformas de economía colaborativa como BlaBlaCar, SocialCar, EcoCar y Driveer, entre otras, fue la falta de datos precisamente uno de los motivos que les impulsó a iniciarse en este mercado. "Lo importante es buscar vías para conocer mejor al cliente y pensamos que esta era una fórmula para acercarnos a él. Queremos acompañar la evolución de las empresas de economía colaborativa para conocer mejor el comportamiento de los clientes en estos modelos", afirma Daniel Moreno, director de banca, seguros y partners de AXA.

Para BlaBlaCar, por ejemplo, ofrecen un modelo de "protección y servicio". "Le damos una protección adicional para garantizar que va a llegar al destino y en el caso del conductor, soluciones de cara a que tenga un accidente", comenta Moreno. Sin embargo, aunque aseguran a algunas empresas de economía colaborativa, coincide en que aún "es pronto para determinar si es rentable o no". "Es un sector todavía en desarrollo y queda mucho tiempo para poder llegar a una conclusión", augura. Además, adelanta que están "estudiando diferentes alternativas" para cubrir servicios como Uber o Deliveroo.

Otro actor que ve el sector como "una oportunidad" es Allianz —aseguradora de plataformas de economía colaborativa como Car2Go, Drivy y Amovens, entre otras—. Sus previsiones apuntan que el valor de las transacciones del entorno colaborativo alcanzará los 570.000 millones de euros en 2025. Fuentes de la aseguradora explican que están muy pendientes del futuro de estas economías, para lo que consideran "indispensable llevar a cabo una transformación digital". "Ofrecemos coberturas para un uso concreto o limitado en el tiempo (minutos, horas…) pero capaces de mitigar los riesgos de los negocios colaborativos", comentan. Para ello, explican que han creado un "grupo permanente internacional" dedicado exclusivamente a la economía colaborativa con expertos de diferentes mercados mundiales.

La economista Ramada tiene claro la oportunidad que supone porque es uno de los mercados que "va a generar mayor crecimiento para las aseguradoras en los próximos tres años". "Las empresas que logren darle la vuelta al precio se van a quedar con el mercado porque realmente no ha habido soluciones y las que hay son caras. Además, aunque aumentan los riesgos, también incluyen un margen de precios mucho más amplio que en las pólizas tradicionales", sentencia.

Por su parte, Mutua y SegurCaixa comentan que, aunque ahora mismo no están ofreciendo seguros para la economía colaborativa, cuentan con "la tecnología y la capacidad" para poder entrar en ese tipo de servicios, algo que, adelantan, no descartan en el futuro. "Ahora existen acuerdos en exclusiva que no dan pie a que haya mucha competencia, todas las compañías estamos mirando oportunidades de negocio para ver si son relevantes, otra cosa es que los veamos rentables", explican. La aseguradora Mapfre tampoco está ofreciendo estos servicios.

Eliminar la franquicia en el 'carsharing'

La economista Magdalena Ramada explica que es necesario encontrar las áreas de desfase entre lo que cubren las pólizas tradicionales de los usuarios y los nuevos riesgos generados por la modalidad de economía compartida que quedarían al descubierto. En EE UU Allstate ha desarrollado un proyecto que por 50 dólares anuales cubre las áreas de exclusión no cubiertas por pólizas tradicionales.

Algo parecido ofrece Urbanpoliza.com en España. La plataforma aseguradora de Plus Insurance apareció en enero de 2018 con un seguro especial para los usuarios de carsharing. Estos servicios de coche compartido cuentan con un seguro de franquicia que, en caso de daño en los vehículos pueden llegar a cobrar hasta 500 euros al usuario y Urbanpoliza.com cubre esta cantidad para sus usuarios por una cuota de 45 euros al año.

"El tema de la franquicia es un tema desconocido para la mayoría de los usuarios y es un término que aparece cuando te das de alta en el servicio", explica Sofía Turrillo, gerente de producto de la compañía. Explican que ellos se están centrando en "dar a conocer esta realidad" antes de buscar añadir nuevos clientes, aunque no ofrecen cifras de cuántas personas han contratado su seguro ni cuántos esperan atraer.

Turrillo comenta que "van en paralelo" con las compañías de carsharing pero que no tienen negocios juntos. "Buscamos que el usuario pueda usar este tipo de servicio con la tranquilidad de que lo que iba a ser un viaje de 5 euros no pase a ser de más de 400 euros", afirma. Por su parte, la empresa de carsharing Emov creó en febrero la opción de añadir un euro por viaje al total de la factura para eliminar la franquicia en el seguro.

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