El Popular dice que cortará el crédito antes de tener que pedir ayudas públicas
Las ganancias de la entidad bajan un 42,5% tras destinar 3.433 millones a provisiones La entidad presenta sus primeros resultados tras la integración del Banco Pastor
A final de septiembre las entidades sabrán cuanto capital necesitan tras las pruebas de esfuerzo que realizará Oliver Wyman. El Banco Popular espera cree que el examen le obligará a incrementar el capital, pero cree que lo conseguirá por sus propios métodos, a través de una ampliación de capital y la venta de activos, por lo que espera no tener que pedir ayuda pública.
Según el director general corporativo y de finanzas del Popular, Jacobo González-Robatto, el capital extra que necesiten será inferior al 2% de los activos ponderados por riesgo. Si se sobrepasa esta barrera, Europa inyecta capital público. Para evitarlo, González-Robatto comentó este viernes que antes “reduciríamos el tamaño de la entidad, es decir, el crédito. Es tan simple como cerrar el grifo de los préstamos. No nos gusta porque queremos ganar dinero, pero rechazamos la ayuda pública aunque sea barata”, afirmó.
El director corporativo criticó el “continuo cambio de las reglas de juego”, en alusión a los dos reales decretos leyes aprobados por el Gobierno para exigir más provisiones a las entidades financieras.
En la rueda de prensa de presentación de los resultados del primer semestre, González-Robatto pidió al Gobierno “claridad y homogeneidad”, ya que “cuando eres un sector regulado, cambiar las reglas es muy difícil de gestionar”.
Este ejecutivo no ocultó su malestar por la nueva normativa que les obligará a provisionar 4.400 millones “de las que no usaremos ni la mitad”. Admitió que están muy afectados por la tormenta que existe sobre la deuda pública, que complica su futura ampliación de capital. González-Robatto cree que el BCE actuará con contundencia cuando “los políticos tomen la iniciativa, que es lo que tienen que hacer”
En cuanto a los resultados, el Popular prevé ganar 325 millones este año, 580 millones en 2013 y 1.400 millones en 2014, gracias a las provisiones que no utilizará. Cerró el semestre con un beneficio de 175,6 millones, un 42,5% menos tras provisionar 3.433 millones, con lo que cumple los dos decretos de este año.
La cuenta mostró fortaleza: el margen de intereses creció el 37,4%; las comisiones en un 17%; el margen bruto un 33,2% y el de explotación un 37,4%. El banco dijo que no cambiará su política de dividendos, que será el 50% del beneficio, aunque pagará parte en acciones y parte en metálico.
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