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Mitsubishi y UFJ negocian fusionarse en el mayor banco del mundo

Según la prensa japonesa la fusión se completará antes de que acabe el año

Los grupos bancarios japoneses UFJ y Mitsubishi Tokyo negocian una fusión, dice la prensa local, que daría lugar a la mayor entidad financiera del mundo por nivel de activos y que ascenderán a 190 billones de yenes (unos 1,4 billones de euros). Según el diario Nihon Keizai, sobrepasaría así al actual número uno, el Mizuho Financial.

Mitsubishi Tokyo Financial Group y UFJ fueron creados por fusiones de otros bancos en apuros en abril de 2001, producto de la crisis bancaria resultante del final del período de gran especulación inmobiliaria y bursátil de la década de los ochenta.

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Mientras el Mitsubishi Tokyo controla un gran porcentaje de clientes corporativos, contar con la amplia red de depositantes individuales y de pequeñas y medianas empresas del UFJ ampliará su competitividad a todos los sectores, dice el diario. La fusión se completará este año, añade el rotativo y subraya que el nuevo grupo controlará cuatro bancos: el Bank of Tokyo-Mitsubishi, el UFJ y los fiduciarios Mitsubishi Trust y UFJ Trust.

La reacción no se ha hecho esperar en la Bolsa de Tokio: las acciones del Mitsubishi fueron las más negociadas de la sesión y registraron una subida superior al 10%. Por el contrario, el Mizuho Financial, que de confirmarse la fusión perdería su corona como mayor entidad bancaria internacional, cayó un 0,6% al cierre de la jornada. Los expertos advierten de que la fusión puede perjudicar al Mitsubishi Tokio, dado el excesivo volumen de créditos incobrables que tiene pendientes su futuro socio, el UFJ. Por esa razón y ante el riesgo de bancarrota, el Estado nipón tuvo que acudir a su rescate financiero. El pasado año registró pérdidas de 402.810 millones de yenes (unos 3.661 millones de dólares).

Fusiones para sobrevivir

La crisis de liquidez de la banca japonesa manchó la imagen internacional del sector, marcada por muchos escándalos de corrupción, y provocó la retirada masiva de fondos. En la última década y especialmente desde 1998, el Gobierno japonés se vio obligado a aportar a los bancos más de 100.000 millones de dólares (unos 17 billones de pesetas) para evitar la quiebra del sistema financiero. Tuvo también que crear la Agencia de Supervisión Financiera para ocuparse de sanear o liquidar los bancos, ahogados por los créditos morosos. Los que se fusionaron arrastran pérdidas pero pueden sanearse, pero otros como el Banco de Crédito a Largo Plazo (LTCB) y el Banco de Crédito de Japón (NCB) fueron nacionalizados.

El primer conglomerado financiero de Japón y del mundo, el grupo Mizuho, se fundó en agosto de 1999 con la fusión de los bancos Dai-Ichi Kangyo, Fuji e Industrial de Japón. Le siguió la unión de Sumitomo y Sakura en octubre de ese año. Finalmente, el trío Asahi-Tokai-Sanwa se terminó de formar a principios de 2000. La última gran concentración bancaria la protagonizó, precisamente, el grupo Mitsubishi en ese mismo año: Bank of Tokyo y la Corporación de Crédito Mitsubishi sellaron su alianza para crear el quinto mayor banco del mundo por activos de la época, operación que puso fin a la reestructuración del sistema financiero nipón.

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