_
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La 'Ilíada' en la Feria

Unas horas antes de la inauguración de la Feria de Madrid, en la tarde del pasado jueves, Alianza Editorial y la FNAC, en su sede de Callao, invitan al público a una mesa redonda con este título, dictado desde Milán por el nuevo entrenador del Madrid José Mourinho: "Leer a Homero en el siglo XXI". Si hay un lector que puede disfrutar con la Ilíada ese es el alabardero José Mourinho. Esa guerra troyana, tan implacable en muertes de héroes y en resentimientos, José Morinho la lleva inscrita en su código genético. Las feroces declaraciones de José Mourinho parecen plagiadas de los versos de la Ilíada en los que Aquiles se desahoga con las maldiciones más atroces.

Cuando iba a la FNAC crucé ante la Tienda Oficial del Real Madrid, sita, sita, gorgorita en la calle Preciados. Como entrenamiento para la presentación de la Ilíada, entré un momento en el Vaticano del presidente madridista Florentino Pérez. Por dos euros, compro Cien años de leyenda 1902-2002. Edición reducida -y por el precio, obviamente, edición reducida y saldada-, que es la Ilíada del Madrid resumida en 300 páginas. En la página 175, del capítulo IX titulado Transición de corte yugoslavo, hay una foto de la temporada 1978-1979, o sea, tomada unos 40 años después de la guerra de Troya, en la que se lee, tras mencionar a los jugadores que están de pie: "Agachados: Juanito, Del Bosque, Santillana, Wolff y Jensen". Juanito, el Aquiles salvaje de aquellos años, tras su fallecimiento, hoy pasa dos días por semana en el cielo y cinco días en el infierno. Él es el auténtico san Juan Bautista -vulgo ateo, precursor de José Mourinho. Vicente del Bosque es el caballero de la más noble y educada figura, o sea, un Don Quijote pragmático inmune a los delirios de los libros de caballerías, a quien siempre respetaremos, incluso, aunque como entrenador, no gane el Mundial. Y las hazañas de Santillana, Wolff y Jensen las leemos en los cantos V, XIII y XXIII, respectivamente, en las traducciones de la Ilíada de Luis Segalá, Antonio López Eire o Emilio Crespo Güemes.

Vicente del Bosque es el caballero de la más noble y educada figura, o sea, un Don Quijote pragmático

Alianza Editorial ha publicado Ilíada, de Homero, en la nueva versión de Oscar Martínez García. En el acto de la FNAC intervinieron Carlos García Gual, Antonio Guzmán y el autor de la versión. Tras sus intervenciones de auténticos maestros, Bernardo Souvirón leyó fragmentos de la Ilíada, acompañado por el exquisito músico Javier Paxariño. De Bernardo Souvirón, a quien añoramos por sus intervenciones en La noche menos pensada, el magnífico programa de Radio Nacional de España, ya desaparecido, y dirigido por Manolo HH, hay que decir que dio una lección de cómo hay que leer un texto. El acompañamiento musical creó esa atmósfera que desata los sueños de quienes se entregan a ella. En mi caso, los sueños me llevaron desde la FNAC a la Troya que visité con unos amigos chilenos seis meses antes del comienzo de la guerra entre aqueos y troyanos. Por aquellas fechas, yo competía como reportero de guerra con Manuel Leguineche y Arturo Pérez Reverte, quien, por cierto, acaba de presentar recientemente en el Círculo de Bellas Artes, en feliz homenaje a la batalla de las Termópilas, El pequeño hoplita -un cuento infantil para lectores de 8 a 138 años-, con ilustraciones de Fernando Vicente, en el mismo acto en que Mario Vargas Llosa presentó Fonchito y la luna, ilustrado por Marta Chicote Juiz. Pero, tras cubrir la guerra de Troya, renuncié al oficio de reportero, por encontrarlo demasiado ajetreado. Ya por aquellas fechas, no era infrecuente que un periodista de guerra muriera en alguna escaramuza.

Tras elogiarle, al final del memorable acto, al excelente latinista Vicente Cristóbal la lección de marketing que la editorial Escolar y Mayo, que acaba de publicar su libro de poemas Canto del gallo, da a la mayoría de las editoriales al imprimir el título del libro y el nombre del autor en la parte alta de la cubierta y no en el centro o incluso en la parte baja de la cubierta, como se equivocan comercialmente, literalmente, tantas docenas de editores, salgo de la FNAC y me encuentro en la Gran Vía. Enfilo la calle de Fuencarral. Llego a la glorieta de Bilbao y, en el cine Roxy 2, asisto a la proyección privada de la excelente película El dios de madera, dirigida por Vicente Molina Foix e interpretada por Marisa Paredes - ya premiada en el Festival de Málaga por su magnífico papel- y por Madi Diocou, Nao Abet y Soufiane Ouaarab.

Tomás Paredes, desde La Vanguardia, y el poeta y editor Jesús Munárriz, desde su texto Su arte reconforta, del catálogo, nos instan a que visitemos, hasta el 5 de junio, la excelente exposición Tertulia de clochards, de Maru del Real, en la galería Kreisler (Hermosilla, 8). Que la Feria del Libro no eclipse a las artes plásticas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

www.ramonirigoyen.com

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_