Barreras arriba por la huelga de peajes

La reunión seguía ayer a las once de la noche. Los representantes de los trabajadores de ACESA y Aucat, concesionarias de las autopistas catalanas, estaban reunidos con la dirección de la empresa y la Generalitat desde el mediodía para intentar desconvocar la huelga. "Pero es que las visiones están muy alejadas. Así no se puede llegar a un acuerdo", lamentaba entre suspiros uno de los representantes sindicales durante un receso, hacia las diez de la noche.

La empresa horas antes ya daba casi por imposible evitar la huelga. Mandó un comunicado en el que aseguró que tomaría "todas las medidas necesarias" para evitar problemas de tráfico y anunció que se aplicará "el protocolo de actuación que regula la liberación del cobro en situaciones de carácter excepcional". Es decir, levantará las barreras si los trabajadores hacen huelga hoy.

Los sindicatos UGT, CC OO y USOC han llamado a los 1.500 trabajadores a parar hoy entre las 18.00 y las 21.00, y las 22.00 y la 1.00, y mañana, entre las 10.00 y las 13.00 horas. Hay previstas más jornadas de huelga entre el 30 de marzo y el 6 de abril. Afectarán a todas las autopistas de las dos concesionarias de Abertis, es decir, a la AP-7, la AP-2, la C-32 y la C-33. El túnel del Cadí, los de Vallvidrera y la autopista Terrassa-Manresa son de otras gestoras y, por tanto, funcionarán con normalidad.

"Lo que no sería justo es que lo pagaran los conductores. Así que no hay vuelta de hoja. No cobraremos si hay huelga", prometía una portavoz de Abertis. Dijeron que aún no han calculado cuánto les costará la protesta. "Dependerá del tráfico. Pero estamos en otras cosas. No se trata sólo de levantar las barreras, sino de organizar el dispositivo correcto. Son muchas vías con semáforos en verde que luego se convierten en tres carriles, y puede ser peligroso", comentó.

Los sindicatos dicen que su intención no es molestar a nadie. Se han reunido con la directiva casi una decena de veces antes de llegar a los paros, pero el convenio lleva más de un año congelado."Los puntos más conflictivos son los que tienen que ver con la flexibilización de jornadas y las contrataciones nuevas. Ellos pretenden hacer los contratos nuevos de muy pocas horas y a los de plantilla nos complican cada vez más poder ajustar nuestras vidas a las de nuestras familias", explicó un miembro del comité. De los temas económicos, dijo, aún ni habían hablado, después de casi 10 horas de reunión. Sobre sus cabezas, aseguró, había mucha presión de la Generalitat, que pretendía acabar con la huelga a toda costa para evitar problemas.

Las huelgas de este fin de semana parecen tener poco arreglo. Para las de la próxima semana, todas las partes cruzan los dedos. El Servicio Catalán de Tráfico aún no tenía cifras sobre los posibles atascos. El dispositivo para Semana Santa, dijeron, lo presentan el día 30 de marzo, y hasta entonces verán qué pasa. "El fin de semana aún no se considera especial. Los problemas, si los hay, afectarán al tráfico habitual de un fin de semana", explicaron.