Acuerdo sobre negociación colectiva
Patronal y sindicatos han concluido un nuevo acuerdo de negociación colectiva. Con este acuerdo, los firmantes pretenden, "en la delicada situación actual", mejorar el tejido productivo y colaborar a crear empleo estable, mediante una distribución equilibrada de los esfuerzos entre trabajadores y empresarios.
El pacto se enmarca dentro de los grandes acuerdos marco interconfederales que se han venido firmando en los últimos años (salvo en 2009). Su finalidad es sentar directrices que sirvan de orientación en la negociación de los próximos convenios. Presenta, sin embargo, algunas diferencias con los firmados anteriormente. Para empezar, estamos ante un acuerdo trianual (2010-2012), frente a los precedentes, que tenían vigencia anual.
Las medidas incluidas se refieren sobre todo a política salarial, reinversión productiva, mantenimiento y recuperación de empleo y eliminación de temporalidad injustificada. Una de las prioridades es evitar que cuando se produzca la recuperación del empleo, ésta se canalice a través de la temporalidad. Para ello se busca, entre otras medidas, fomentar el uso adecuado de las modalidades contractuales y evitar el encadenamiento injustificado de contratos temporales sucesivos. Ambas partes se comprometen además a reformar el sistema de negociación colectiva.
Pero, sin duda, el aspecto más difícil de concluir ha sido el salarial. La moderación de los salarios constituía para la patronal una "prioridad" en la consecución de la reducción de costes laborales, en un momento en el que muchas empresas luchan "por sobrevivir". Finalmente, el acuerdo ha fijado un incremento de salarios del 1% para 2010; entre un 1% y un 2% para 2011, y entre un 1,5% y 2,5% para 2012. Se incluye además una cláusula de garantía salarial para asegurar, al finalizar el periodo de vigencia, el mantenimiento del poder adquisitivo de los salarios frente a la inflación real. Se regula también la cláusula de descuelgue salarial que permitirá a las empresas la inaplicación de la subida pactada cuando "su estabilidad económica pudiera verse dañada" por tal aplicación.
Con este acuerdo, los interlocutores sociales intentan enviar un mensaje de confianza en sacar la economía adelante.