Cultura firmó con Meca que sus honorarios serían secretos

Bajo llave. La Consellería de Cultura guarda con todo el celo el dato del dinero pagado al nadador David Meca por su travesía en la Ría de Arousa el pasado 5 de enero, como primer peregrino a nado de la Ruta Xacobea por mar. Un portavoz del departamento que dirige Roberto Varela afirmó ayer que el dato "no se va a hacer púb lico" porque ése fue "uno de los requisitos de la compañía de David Meca", a la hora de firmar el contrato con la Xunta, que optó por plegarse así a los deseos del deportista y showman pese a que se utilizaron fondos públicos en la operación. Una confidencialidad esgrimida también desde el equipo del nadador, que insiste, no obstante, en que más allá del dinero se trató de una experiencia "muy especial" para el catalán, ex campeón del mundo en larga distancia.

La empresa del deportista exigió la confidencialidad del patrocinio

Un hecho insólito que, en principio, choca con los principios de transparencia que deben regir la gestión pública. La Ley 4/2006 de 30 de junio de Transparencia e Boas Prácticas de la gestión pública gallega establece como principio general "garantizar la transparencia, la eficacia y la eficiencia en la organización y en la gestión pública". Preceptos que el mismo presidente del Gobierno autonómico no dudó en utilizar durante la campaña que le llevó al Pazo de Raxoi e incluso después, pese a la proliferación de contratos sin publicidad sellados por su Administración.

Frente a la opacidad de la Consellería de Cultura en este asunto -el gabinete de comunicación de este departamento tardó 15 días en dar una respuesta-, se han dado casos similares, con Meca como protagonista, en los que sí se dio publicidad a las cifras del contrato. El Ayuntamiento de Blanes acordó en 2007 pagarle 200.000 euros por promocionar la villa de Girona durante dos años. El acuerdo, sin embargo, no prosperó.

De momento, lo que sí dejó claro Meca en su periplo desde Vilagarcía a Pontecesures fue lo bueno que es el plátano de Canarias, el único elemento visible en el agua a lo largo de los 20 kilómetros de recorrido. No sólo porque devoró uno apenas se sumergió en la ría sino porque el fruto, en tono casi fosforito, destacaba en ambos brazos y el dorsal del deportista arrinconando el logotipo Xacobeo 2010, oculto bajo las aguas.

El Xacobeo cuenta con unos fondos cercanos a 43 millones de euros para hacer frente a los gastos derivados del entramado turístico, cultural y deportivo que suponen eventos de estas características.