Feiraco alerta que el sector irá a la ruina si no compra Pascual
O la planta lucense de Pascual -ahora sin actividad y con su plantilla a punto de irse al paro cuando el 4 de diciembre concluya el ERE temporal en el que está inmersa- pasa a ser gestionada por el sector productivo a través de las cooperativas gallegas, o el sector lácteo puede estar en la ruina en el plazo de dos años. Ésta es la drástica conclusión del presidente de Feiraco, José Antonio Casais, líder de uno de los proyectos que se han remitido a la Consellería de Medio Rural para dar continuidad a la empresa ubicada en el municipio lucense de Outeiro de Rei.
Las cooperativas Colaga, Arzuana y Melisanto, con el liderazgo de Feiraco, vieron en la planta de Pascual la gran posibilidad de establecer un grupo lácteo gallego para comercializar marcas blancas, que es lo que demanda el mercado -su consumo se incrementó un 10% el año pasado-, y eliminar intermediarios entre el sector productivo y las industrias.
La Xunta dice que el proyecto no es viable pero Casais replica: "Los números dan"
Con esta visión elaboraron un proyecto que cuenta con el visto bueno del Igape, dependiente de la Consellería de Economía, y la predisposición de apoyarlo por parte de Caixa Galicia, Caixanova y Caixa Rural de Lugo, además de un consorcio del que forman parte las dos principales cajas gallegas y el Banco Pastor. Todo se fundamenta en estudios auditados por la consultora Pricewaterhouse, para transformar, en régimen de alquiler, 250 millones de litros de leche anuales en las instalaciones que Pascual está a punto de cerrar.
El proyecto cooperativista también prevé la continuidad de toda la plantilla. "El estudio está sólidamente fundamentado y el personal es necesario. No sería una plantilla sobredimensionada, ya que Pascual siempre ha destacado por la eficacia en su trabajo", concretó el presidente de Feiraco. Todo parece encaminado desde la parte de las cooperativas, pero Medio Rural pone problemas para avalar la operación porque cree que no está garantizada la viabilidad.
Casais no entiende este empecinamiento y se empara en los estudios realizados y auditados. "Nosotros hicimos nuestros números y los números dan", razonó. El responsable de Feiraco incluso argumenta que sólo con anunciar esta operación sería suficiente para que los productores comenzaran a recibir ofertas de 5 y 6 céntimos más de precio por el litro de leche en origen. El factor tiempo corre en contra de esta propuesta, porque el precio de la planta, bien sea compra o alquiler, cambiará radicalmente si la empresa burgalesa tiene que indemnizar a los 105 trabajadores una vez haya concluido el ERE temporal.
Si la adquisición de Pascual no sale adelante, alerta Casais, la inmediata liberalización del mercado de cuotas y la desaparición de subvenciones "llevará al sector a donde nadie quiere, a la ruina". "Ahora", agregó, "las explotaciones estamos tan ahogadas que no podemos aguantar dos años más en esa situación".
