Samaranch 'se mojará' por Madrid 16 en la cita de Copenhague

Era el arma mejor guardada de Madrid 2016. Quizá el único golpe de efecto capaz de competir con una hipotética presencia del presidente de EE UU, Barack Obama, en Copenhague el próximo 2 de octubre. Pocos como él, uno de los hombres más influyentes de la historia del movimiento olímpico, podrían intentar cambiar la suerte si hubiese que rascar votos de última hora. El presidente de honor del Comité Olímpico Internacional (COI), Juan Antonio Samaranch, a sus 89 años, participará en las presentaciones de la candidatura en Dinamarca. Él y el Rey serán las estrellas de la delegación para competir con Chicago, Tokio y Río de Janeiro.

Samaranch lo dejó entrever ayer en la presentación de una cátedra que llevará su nombre. "Me sumaré a última hora a la delegación para ayudar a la candidatura. Con mis palabras, que son pocas pero importantes, trataré de ayudar a Madrid", dijo. Luego, en un grupo más reducido, confirmó que estará en la presentación si se lo piden. Según varias fuentes consultadas, así será.

Samaranch fue presidente del COI durante 21 años, uno de los periodos más exitosos del organismo. Y pese a que en su ámbito de influencia siempre se resistiera el sector anglosajón, tuvo un control elevadísimo del movimiento olímpico. Además fue el aval de los Juegos de Barcelona, que marcaron un hito en la historia del olimpismo. Un gran valedor, en suma, para Madrid 2016. Hasta ahora, la candidatura se resistía a explotar esa baza por el papel de imparcialidad que se le supone al presidente de honor del COI. Ayer hizo balance de las posibilidades de Madrid. Y dijo que "no va a ser fácil" por el "inconveniente" de las rotaciones de continente, pero destacó la ventaja de tener casi el 80% de infraestructuras construidas."Como espectador de primera fila puedo asegurar que el equipo de Madrid 2016 ha trabajado muy bien, ha viajado por todo el mundo para recabar apoyos, y más no se puede hacer", zanjó Samaranch, bastante esperanzado. En cualquier caso, y en petit comité, mostró sus preferencias respecto a la posible presencia de Obama y la amenaza que supone para Madrid 16: "Yo prefiero que no venga".

Además de la baza Samaranch, la candidatura ya ha intensificado todos los preparativos, incluidos los ensayos de la presentación final de Copenhague. En las últimas dos semanas se han producido tres encuentros en la calle de Gran Vía 24, en la Concejalía de Economía del Ayuntamiento de Madrid. El martes y el miércoles pasados y el lunes de la semana anterior.

Precisamente, según confirmó ayer la Casa Real, don Juan Carlos participó el pasado miércoles por la tarde en una de las pruebas. Su ponencia en Dinamarca, quizá la más importante de todas, está reservada para el final de la presentación española. Así que hay que cuidar bien todos los detalles.

El antiguo salón de baile de la sede de la Concejalía de Economía se ha convertido estos días en escenario improvisado de lo que será el centro de convenciones de Copenhague. Con una puesta en escena parecida a la del día 2, los miembros de la delegación que pudieron participar en los ensayos practicaron sus parlamentos y explicaciones de las bondades del proyecto.

Estuvieron casi todos, incluido el propio Monarca. Quienes no pudieron asistir por cuestiones de agenda a lo que fue el último ensayo antes de Copenhague fueron el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero (de viaje en EE UU), la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre (en México), y el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky. En Dinamarca, la candidatura podrá ensayar dos veces más.

En el anterior intento olímpico de Madrid, la candidatura preparó las presentaciones en el recinto ferial Juan Carlos I. En esa ocasión fue la Reina quien acudió a los ensayos.

Cuidar esas presentaciones, cuya preparación cuenta esta vez con el respaldo de la agencia de publicidad Sra. Rushmore, es fundamental para remontar la mala nota que recibieron las exposiciones realizadas durante la visita de la comisión de evaluación del COI el pasado mayo. Según los comisionados que examinaron a Madrid, la calidad de dichas exposiciones fue "variada". Un adjetivo claramente inferior al "alta calidad" o "muy alta calidad" que recibieron las rivales.