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Reportaje:

"La lucha contra el olvido

Recalde y Gubern repasan en el festival Gutun Zuria sus trayectorias antifranquistas - Ambos reflexionan sobre por qué escribir memorias

Me llamo Rachel. Montaje de Traspasos a partir de los escritos de Rachel Corrie, joven pacifista estadounidense muerta tras ser arrollada por una excavadora israelí en marzo de 2003 durante una protesta.

A las 20.30, en el Teatro Principal. San Prudencio, 29. Vitoria.

"Hay un momento de la vida en que uno se siente como un árbol cargado de frutos y tiene ganas de descargarlos". La metáfora es del poeta catalán Josep María de Sagarra y la empleó ayer Román Gubern (Barcelona, 1934) para explicar el impulso que le llevó a poner por escrito su vida en Viaje de ida (Anagrama, 1997), su libro de memorias. José Ramón Recalde (San Sebastián, 1932), sentado a su lado, recordó el terrible episodio que le llevó ordenar sus recuerdos en un libro: el atentado etarra que casi le costó la vida en septiembre de 2000. "La lucha contra el olvido puede ser una tarea moral", aseguró.

Recalde: "La lucha contra el olvido puede ser una tarea moral"
Gubern: "Milité en el PSUC porque era lo más eficaz contra Franco

El público tuvo ayer una excelente oportunidad de saborear esos frutos que decía Sagarra. Gutun Zuria, el festival literario que hasta mañana se desarrolla en Bilbao, reunió a ambos intelectuales en el auditorio del Museo de Bellas Artes para que dialogasen sobre la parte publicada de sus vidas, unas vidas que se entrelazan con la lucha contra el franquismo, la represión, el exilio y el terrorismo.

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Recalde definió sus memorias, Fe de vida (Tusquets, 2004) como una "salida de los infiernos". "Hasta que no escribí la primera página no me sentí liberado del tiro que había recibido en la cabeza", aseguró. Su relato arranca en aquel momento y desde ahí viaja a la cárcel y la tortura en los sesenta o a su participación como consejero socialista en el Gobierno vasco entre 1988 y 1994. "No me quedé contento de cómo entramos en aquel primer gobierno. No teníamos que haber cedido la Lehendakaritza", comentó ayer.

El donostiarra recordó sus años de militancia antifranquista en el Frente de Liberación Popular, conocido como Felipe, y cómo la irrupción de ETA abrió una brecha en la sociedad vasca que todavía no se ha cerrado: "Si luchamos unos contra otros, somos dos comunidades en disgregación".

Gubern, uno de los primeros intelectuales españoles que abordó la cultura de masas, recordó sus años de lucha contra la dictadura en la Barcelona de la Gauche divine: "Nunca fui marxista, pero milité en el PSUC, porque era lo más eficaz contra Franco".

Los dos compartieron y rememoraron su educación jesuita -a los que Gubern reprochó "mutilar" la sexualidad de su generación- y engagement, compromiso, como se decía en los ambientes de una izquierda que tenía a Francia como retaguardia y donde "todos leían a Sartre", según recordó el catalán. También Recalde, aunque se distanció del filósofo y escritor francés cuando comprobó en carne propia que "eso que decía de que el torturador no puede resistir la mirada del torturado" no era cierto. Puede parecer que todo sucedió hace mucho, pero algunas de las heridas que se abrieron entonces aún no han cicatrizado. Por ello, Gubern apoyó "la memoria histórica". La de las víctimas de la dictadura y la de las del terrorismo.

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