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Reportaje:EL RINCÓN

José Luis Sampedro, el escritor constante

Desde su retiro invernal en la playa de la Butibamba en Mijas (Málaga), "un nombre maravilloso que entona el ánimo desde que por la mañana te das cuenta donde estás", José Luis Sampedro (Barcelona, 1917) se mantiene ajeno al ajetreo habitual de un autor con un libro recién salido al mercado. Economía humanista. Algo más que cifras (Debate) no aporta a fin de cuentas ninguna novedad más que reivindicar el trabajo como economista de este prolífico autor. "Reparar una injusticia" frente a la desconsideración de "los mandarines del saber oficial", según afirma en el prólogo Carlos Berzosa, rector de la Universidad Autónoma de Madrid. Se trata de una recopilación de artículos y escritos sobre economía publicados por Sampedro desde el año 1947 y que ha recopilado Olga Lucas, su segunda esposa, a la que conoció 12 años después de enviudar y a la que dice deber que siga vivo. Pese a su antigüedad, muchos de los textos son muy propicios en el actual momento de crisis, porque ilustran el apostolado que el viejo profesor siempre hizo por un sistema económico "que atendiera las necesidades de la gente y no sólo concebido para ganar dinero". "Ahora va a resultar que los que siempre hemos limitado las facultades del mercado teníamos razón", asegura. Sampedro proclama que el sistema capitalista "está agotado", y no es que la crisis haya acabado con él, sino que es un reflejo de ese declive. "Igual que mi sordera es una expresión de mi vejez, pero no es la causa de ella", explica. En este espartano apartamento alquilado, Sampedro, de 91 años, pasa como un jubilado más de los que en los meses invernales frecuentan la Costa del Sol. Madruga, pasea por la playa y frecuenta los modestos restaurantes del pequeño poblado de La Cala de Mijas. Tampoco el interior del piso da pistas de quien lo habita. No ha dejado de escribir un solo día, pero lo hace a mano, en dos mesas de tablero de montaje fácil de las que venden en cualquier tienda de bricolaje que ha colocado en el salón, frente al gran ventanal que se abre a una espaciosa terraza, encima mismo de la playa. "Para esto sirve escribir novelas", bromea, y es que la agencia inmobiliaria no tenía anunciado este piso, colindante con el de la propietaria, hasta que ésta se enteró de que era para José Luis Sampedro, y se lo ofreció. A propósito de un relato corto que hizo para la Expo de Zaragoza, Balada del agua, Sampedro trabaja en un texto que son reflexiones sobre "cosas humanas" (economía, filosofía, política, historia...) que pone en boca de los cuatro elementos clásicos de la materia (agua, aire, tierra y fuego).

José Luis Sampedro, en su casa de Mijas.
José Luis Sampedro, en su casa de Mijas.Julián Rojas

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