_
_
_
_
_

El genio polifacético y oculto de la generación del 27

Una antología recupera a Valentín Andrés Álvarez

Valentín Andrés Álvarez (1891- 1982) era ante todo un hombre divertido. O es lo que dejan ver sus obras de teatro y narrativa. O lo que de él dijo su antólogo José María Martínez Cachero -"era muy ingenioso en el tratamiento del humor"- en la presentación del libro que recoge una selección de ensayo, narración y prosa de uno de los ilustres ocultos de la generación del 27.

Lo de su sentido del humor también lo comentaban en la época sus allegados y él mismo lo deja ver en algunos de sus testimonios, como éste de 1912: "Salíamos al anochecer, y yo, muchas veces con la Crítica de la razón pura bajo el brazo, me iba a bailar a Maxim's. Los mismos oídos que recogieran momentos antes graves problemas metafísicos, recibían ahora tangos y foxtrotes. Dentro de mí tuvo lugar el contacto cósmico de la categoría kantiana y el tango argentino. Emparejamiento tan extraño no fue estéril. Tengo a todas mis obras por hijas de él".

Uno de sus maestros y mentores, Ortega y Gasset decía de él que era "el hombre que siempre está dejando de ser algo". Pero Álvarez fue muchas cosas, aunque su faceta más conocida sea la de economista y catedrático en la Universidad de Oviedo. Junto a sus tres novelas -Telarañas en el cielo, Sentimental-Dancing y Naufragio de la Sombra- aparece su ensayo sobre la templanza y varias hilarantes obras de teatro poco conocidas. Martínez Cachero, profesor emérito de la Universidad de Oviedo considera que Álvarez fue "un genio del 27 y no puede ser considerado un escritor secundario, en todo caso un escritor oculto" y agrega que tenía "un humor asturiano socarrón que reflejaba una influencia muy original de Gómez de la Serna". Famosas fueron sus recepciones en su palacete de Doriga (Asturias) donde recibió en más de una ocasión a su amigo Benjamín Jarnés pero también a García Lorca, a quién alojó en Doriga hacia 1932 junto a su compañía de teatro La Barraca.

La Fundación Santander recoge la obra dispersa de Valentín Andrés Álvarez en su colección Obra Fundamental, que ha revivido también las letras de José Bergamín, Ernestina de Champourcin y Francisco Ayala, entre otros."Mis obras son hijas de Kant y el tango", sostenía el escritor y economista

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_