El barómetro cerámico prevé que cierren gran parte de las empresas

El universo cerámico español lo forman unas 150 empresas, radicadas en su 98% en la provincia de Castellón, y solo entre diez y quince tienen posibilidades de salir más fuertes de la crisis, incrementado su tamaño y su cuota de mercado. Es una de las conclusiones del tercer Estudio de sobre el nivel de competitividad del sector cerámico, elaborado por la consultora especializada en gestión de crisis Improven, que presta sus servicios a las principales empresas del sector.

Según este barómetro, que ayer fue presentado a la patronal cerámica Ascer, el resto de empresas o bien desaparecerán o saldrán debilitadas de la crisis, aunque sin cuantificar porcentajes. "La empresa que aguante se llevará el sector", auguró ayer en Valencia Eduardo Navarro, socio director de Improven.

De acuerdo con la descripción vertical realizada por Navarro, en el sector cerámico existen cinco empresas grandes y unas 15 medianas, mientras que el resto, que conforma la mayoría, son pequeñas y son las que más van a sufrir. "Van a desaparecer bastantes empresas y la destrucción de empleo de los próximos meses va a ser fuerte", aseguró en función de la información que maneja Improven, que está trabajando con diversas firmas en varios procesos de reestructuración.

Navarro desveló que el futuro de las empresas que pueden salir reforzadas aprovechando las oportunidades dependerá, en todo caso, de los procesos de refinanciación que están discutiendo en estos momentos con los bancos. Con todo, destacó la "buena disposición" de las entidades financieras, ya que se trata de un sector con viabilidad que exporta la mitad de lo que produce. Asimismo, refirió que el capital riesgo está interesado en entrar en algunas firmas.

Uno de los efectos de la crisis, apunta el estudio, será la concentración de empresas. De acuerdo con los cálculos de Improven, se producirán entre cinco y diez procesos de fusión, alguno de los cuales ya está en marcha, aunque solo la mitad tendrá éxito. Navarro razonó el índice de fracaso en que las concentraciones que se produzcan entre empresas "fastidiadas" no pueden obtener resultados positivos: "Enfermo más enfermo no es igual a sano", ilustró. En ese sentido, el informe, realizado sobre 16 empresas, apunta que para que la fusión cree valor debe producirse entre fabricantes complementarios en productos y canales, no competentes entre ellos. De lo contrario, el valor resultante es inferior a la suma.

Entre los principales problemas detectados en el estudio, destaca la lenta reacción del sector ante la crisis. Las empresas han tardado de media 11 meses en detectar la crisis y 17 hasta que han empezado a ejecutar. El informe propone algunas medidas operativas como incrementar la dependencia de la exportación, prescindir del 30% de los clientes que merman la rentabilidad o eliminar los productos con ventas bajas o nulas.