Las maltratadas se sienten incomprendidas por la Justicia

Las mujeres víctimas de malos tratos "se han sentido enjuiciadas, no comprendidas, ante la insistencia de las preguntas y tienen que hacer un enorme esfuerzo para ser creídas" en los juzgados cuando acuden a denunciar su siatuación. Ésta es una de las conclusiones de los dos informes sobre la eficacia de los recursos judiciales y policiales ante la violencia contra las mujeres hechos públicos ayer por Emakunde.

Los dos estudios han sido realizados a través de cuestionarios a 61 mujeres víctimas de malos tratos, entrevistas en profundidad y grupos de discusión con agentes y mandos de la Ertzaintza y con funcionarios de distintos escalones de la Administración de Justicia.

Las denunciantes demandan más información y apuntan que el lenguaje demasiado técnico y la presión del momento les dificulta entender las explicaciones que reciben durante el proceso. Pocas son capaces de concretar en qué juzgado se ha visto su causa, acuden a denunciar sin asistencia de abogado, no saben cuánto dura el proceso y piensan erróneamente que el derecho a asistencia letrada supone que todo el proceso sea gratuito.

Las encuestadas ven leve la respuesta si se quebranta el alejamiento

Emakunde reclama que se mejore la comunicación para que las mujeres sean conscientes de las consecuencias de interponer una denuncia, pedir una orden de protección o de alejamiento. Además, las encuestadas sienten que no se responde con rotundidad cuando los agresores quebrantan una orden de alejamiento y algunas se han llegado a cruzar con ellos por los pasillos del juzgado.

Los profesionales del sistema judicial revelan dificultades como la falta de tiempo (especialmente en los juicios rápidos), la falta de conocimientos sobre los antecedentes personales y la descoordinación entre las medidas de protección y asistencia. Además, demandan adecuar las instalaciones y reforzar la presencia de psicólogos. El 38% de los encuestados no ha recibido formación en violencia doméstica.

Los ertzainas encuentran obstáculos para que se cumplan las órdenes de alejamiento y piden más información de víctimas y agresores, a través de fotos y datos de vehículos. Emakunde celebra que, en el trato con mujeres inmigrantes, los agentes den "prioridad a su condición de víctima que a la situación administrativa".