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Reportaje:PURO TEATRO

Dos viajes al otro lado

Marcos Ordóñez

1 Esta semana he visto, unificadas por el azar (o no), dos comedias de crisis de pareja en clave fantástica: Cancún, la nueva entrega de Jordi Galcerán, en el Borràs barcelonés, y ¿Estás ahí?, el mayor éxito de Javier Daulte, que ha llegado al Lara madrileño en su cuarto montaje en España. Durante un buen trecho, Cancún hace pensar en Esquina peligrosa de Priestley cruzada con Ayckbourn. Dos matrimonios amigos -Remei y Vicenç, Pau y Laura- celebran sus bodas de plata en la playa caribeña. Son el tipo de gente que cuando bebe dice "estoy piripi" y cuando folla dice "he echado un kiki". Remei (Lluïsa Castells), que lleva la voz cantante, lanza la pregunta clásica de este tipo de enredos: "¿Qué habría pasado si yo me hubiera casado con él y tú con ella?". Envalentonada por las copas, confiesa que veinticinco años atrás alteró "el curso natural de las cosas", modificando los destinos de los cuatro. Tras la revelación, el bonachón Vicenç (Ferran Rañé) escupe toda su amargura acumulada y la aparente felicidad de la pareja se va al garete. A la mañana siguiente, Remei despierta en una dimensión paralela, donde el orden no fue modificado: ahora está casada con Pau (Toni Sevilla), y Vicenç, con Laura (Lluïsa Mallol). Ella cree que todo es un intercambio planeado por sus amigos; ellos creen que se ha vuelto loca y acuerdan seguirle el juego: excelente premisa, generadora de una catarata de equívocos cómicos. Pau, que en ese universo ocupa el lugar de Vicenç, bebe los vientos por Remei y ha obtenido toda la felicidad que Vicenç no supo alcanzar, toda vez que éste, convertido en un guardia urbano gloriosamente idiota, está a punto de cometer adulterio con su antigua esposa. En un giro tan sugestivo como inquietante, Remei no tarda en descubrir, como una replicante de Blade Runner, que todos sus recuerdos son falsos. Ese nudo central está muy hábilmente llevado por Galcerán, con su infalible sentido de la carpintería teatral y su aguzado oído para las réplicas hilarantes, pero la comedia pierde fuelle por dos razones básicas: a) tal como está construida, es una partitura para trío y no para cuarteto: el personaje de Laura no tiene conflicto ni desarrollo, y b) su conclusión no está a la altura de los giros precedentes. Hay un problema añadido: la penúltima escena, sobrecargada de teoría científica (Einstein y Gödel, mayormente), parece prepararnos para una morrocotuda vuelta de tuerca y sólo consigue, por contraste, que el chiste formulario que remata la faena resuene un poco como pedo en botijo. Desde luego, hay más ingenio en Cancún de lo que augura un cartel espantoso, de vodevil barato. Josep Maria Mestres la ha dirigido con soltura; los dos actores están estupendos y las actrices sacan adelante con brío sus respectivos personajes, muy desagradecido (por manipulador y pelmazo) el de Lluïsa Castells y casi inexistente, como decía antes, el de su tocaya Mallol, pero un autor del talento de Galcerán debería haberle dado unas cuantas vueltas más a esa estructura. De hecho, aún puede hacerlo.

Clara Segura tiene el poderío de una gran cómica neorrealista: una constante exhalación de furia humillada trepando a sus ojos y su boca

2 "Uno sólo ama al que estuvo, no al que está", dice Fran, el protagonista de ¿Estás ahí?, una espléndida comedia fantástica, digna de Eduardo de Filippo. Fran (Paco León), un joven aprendiz de mago, se ha trasladado con Ana (Clara Segura), su mujer, oftalmóloga, a un nuevo piso. La casa tiene bicho: el espectro de su anterior inquilino, que se resiste a mudarse. Sabemos que se llama Claudio, que puede abrir y cerrar puertas, desplazar objetos y escribir breves frases en una pizarrita infantil. No contaré más. Podría decir que Javier Daulte aborda los modos y maneras de vivir la espectralidad, pues hay muchas formas de convertirse en fantasma: "Por muerte, por ausencia, por cambio de costumbres", dijo el señor Joyce. Y que el conflicto de Fran estriba en sus intentos de ver a alguien que ya no es, y no ver a alguien que anhela seguir siendo. Y que la función está llena de comicidad y sorpresas, pero encubre una desoladora historia de amor. Pocas obras son tan esencialmente teatrales como ¿Estás ahí?, cuyo título, por cierto, procede del inicial "Who's there?" de Hamlet. No está hecha para ser leída, como un relato de Henry James, ni para ser vista en una pantalla: sus humildes efectos, que en cine resultarían irrisorios, adquieren una poderosísima realidad sobre las tablas: pura materia escénica, como esa desazón amorosa, existencial, que sacude y transforma, literalmente, los cuerpos de los actores ante nuestros ojos, convirtiéndonos en fantasmas invitados a su sala de estar, mudos pero próximos. Es, decía al principio, la cuarta vez que me la zampo. Daulte ha dirigido los cuatro montajes, y a cada nueva entrega pule y modifica, según las características de sus actores e, imagino, según las reacciones del público. En el Lara me colocaron, felizmente, en un palco, de modo que pude comprobar de nuevo la extrema eficacia del texto y la puesta, un ojo en el escenario y otro en el público (casi me quedo bizco, como Fran), verificando la llegada de la risa en los momentos indicados y cómo crece luego un conmovido silencio cuando el dolor empieza a brotar igual que un agua subterránea. Y el renovado juego de sus intérpretes, pintando los mismos colores en distintas gamas. Paco León, al que nunca había visto en teatro, es un Fran brillante y arlequinado, más infantil, casi angélico, con una inconsciencia menos neurótica que la de sus predecesores, pero igualmente culpable: cuando ejecuta su número de magia es la quintaesencia del crío al que sólo le importa su juego favorito. De Clara Segura dije y vuelvo a decir que tiene el poderío de una gran cómica neorrealista: una constante exhalación de furia humillada trepando a sus ojos y su boca, sacudiendo todo su cuerpo, como en la extraordinaria escena de su última visita, pero también una delicadeza purísima a la hora de mostrar el amor y el dolor contenidos: fíjense en el modo casi imperceptible en que, abatida y en pleno caos, deja sobre el sofá la camisa adecuada para la cita de su hombre. He ahí una actriz, he ahí un director. Vayan al Lara a ver ¿Estás ahí? y tiemblen después de haber reído.

Cancún, de Jordi Galcerán. Dirección: Josep Maria Mestres. Intérpretes: Lluïsa Castell, Ferran Rañé, Lluïsa Mallol, Toni Sevilla. Teatro Borràs. Barcelona. ¿Estás ahí? Texto y dirección de Javier Daulte. Intérpretes: Paco León, Clara Segura. Teatro Lara. Madrid.

Paco León y Clara Segura, en una escena de <i>¿Estás ahí?,</i> de Javier Daulte.
Paco León y Clara Segura, en una escena de ¿Estás ahí?, de Javier Daulte.

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