_
_
_
_
_
Elecciones en la UPV

La UPV elige continuidad y hace rector a Goirizelaia

El nuevo mandatario dedica su victoria a Pérez y promete gobernar para "todas las personas de la universidad"

"Iñaki no es Iñako" ha sido una de las frases más repetidas a lo largo de la campaña electoral de la Universidad del País Vasco (UPV) y puede resumir la victoria por sólo cuatro puntos de Iñaki Goirizelaia en los comicios de ayer siete meses después de que el rector Juan Ignacio Pérez (conocido por todos en la universidad como Iñako) no lograse revalidar su mandato por nueve puntos, pese a presentarse sin oponentes a las urnas. "Rector Juan Ignacio Pérez, esta victoria es tuya", exclamó Goirizelaia en su discurso tras ser proclamado ganador en el Aula Magna de Leioa. Fue uno de los momentos cumbre en una noche en que los sentimientos de toda la comunidad universitaria estaban a flor de piel. El otro fue el homenaje que le brindó su hijo, bailándole un aurresku, y el grupo de danzas que el propio Gorizelaia dirige en Mungia, que sacó al nuevo rector a bailar una jota. Su contrincante, la catedrática de Economía Aplicada Marisol Esteban, felicitó a su adversario antes incluso de que se conociesen los resultados oficiales y abandonó el edificio en que se siguió el recuento visiblemente afectada.

El nuevo rector basa su triunfo en el apoyo del profesorado joven y los alumnos
Esteban se impuso entre los profesores doctores y el personal de administración
La participación de los estudiantes sigue siendo baja (un 14%), pero cuadruplica la de mayo pasado
Esteban reconoció su derrota y felicitó a su rival antes de conocerse los resultados oficiales
La jornada electoral transcurrió sin incidentes relevantes en los tres campus
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Goirizelaia, miembro del equipo rectoral de Pérez y actual responsable del Campus de Vizcaya, se ha impuesto a Esteban gracias a una doble estrategia consistente en mostrar como aval su experiencia en la gestión y los proyectos populares que puso en marcha en el equipo rectoral y, a la vez, hacer autocrítica en los asuntos que desgastaron a Pérez: la asignación de complementos salariales del profesorado, las oposiciones del personal administrativo y las deficiencias en la comunicación con la comunidad universitaria. La fórmula le ha funcionado para mantener el respaldo del profesorado no doctor y mejorar los malos resultados de Pérez en mayo entre el PAS y el profesorado doctor permanente. Esteban apenas le ha aventajado en cuatro votos entre los trabajadores administrativos y 55 entre los doctores, mientras era derrotada con mucha mayor amplitud entre los alumnos y los profesores más jóvenes.

Ambos han sido capaces de movilizar el voto hasta conseguir unos altos índices de participación que han superado incluso a los de mayo. Se volcaron especialmente en seducir al alumnado con promesas jugosas para convencerle de que ignorase la consigna absentista de Ikasle Abertzaleak, el sindicato afín a la ilegalizada Batasuna. Lo han conseguido: en mayo votó sólo el 3% de estudiantes; esta vez lo ha hecho el 14%.

Además, la insistencia de Esteban en que en la UPV existe una "sobredosis lingüística" ha podido movilizar a los estudiantes molestos por la falta de oferta docente en euskera en muchas carreras. Esa convicción hizo que el sindicato STEE y los profesores abertzales se decidiesen a pedir el voto a Goirizelaia, contradiciendo así la postura oficial de la izquierda abertzale de no apoyar a ningún candidato.

También ha influido en la victoria del catedrático de Ingeniería Telemática el intenso momento que vive la UPV, en el que muchos han preferido confiar en la continuidad que arriesgarse al cambio que abanderaba Esteban. La interinidad que abrió la derrota de Pérez paralizó proyectos clave como la creación del nuevo mapa de titulaciones de grado adaptado al Proceso de Bolonia. El hasta ahora vicerrector se comprometió en la campaña a ultimar la reforma lo antes posible, aprobando inmediatamente los títulos sobre los que exista consenso. Una garantía para ello es que la mitad de su plancha formaba parte del actual equipo de Pérez, incluida la vicerrectora que inició la reforma, Carmen González Murua.

Goirizelaia explotó su carisma en una campaña en la que empleó un tono y una estética más electorales que su adversaria. Se prodigó en los medios de comunicación hasta el último día y trató de dar una imagen cercana, en contraposición al talante distante de Pérez. Intentó deslegitimar a su oponente cuestionando casi cada una de sus propuestas. Por ejemplo, ha recuperado la confianza del PAS afirmando que la promesa de Esteban de dedicarles un vicerrectorado específico choca con las competencias del gerente. Goirizelaia ha sostenido toda la contienda que él aporta cifras y no los "grandes titulares" que achacaba a Estaban.

El ingeniero, quien afirma que nunca pensó en ser rector, aceptó el reto de intentar dar continuidad al proyecto de Pérez, indignado porque la comunidad universitaria le negase la confianza sin que nadie hubiese presentado una alternativa. Trece catedráticos publicaron días antes de las elecciones de mayo un manifiesto en que pedían el voto negativo. Esteban era una de ellos, y la que al final dio el paso al frente para abanderar el cambio que en su opinión necesitaba la UPV. Lo hizo centrando su campaña en los principales motivos que esgrimían los catedráticos del no: la política lingüística, la autonomía perdida por la sintonía de Pérez con el tripartito y la necesidad de subsanar las injusticias en las evaluaciones de los complementos.

Esteban dio cuerpo a su promesa de cambio acompañándose de un equipo joven, pero con experiencia y un programa con el que respondía a los principales retos que afronta la universidad: avanzar hacia la internacionalización, mejorar los indicadores en investigación y lograr un nuevo mapa de titulaciones con el mayor consenso posible. Con esas bazas ha logrado ser la preferida entre el profesorado doctor, cuyo peso vale un 51% en el sistema ponderado. Una victoria cualitativa, ya que es el estamento que aglutina a los catedráticos y los investigadores más punteros.

Los datos fueron presentados por Pérez, quien felicitó "muy calurosamente" a su hasta ahora mano derecha, y también a Esteban por permitir que en la universidad se confrontaran dos programas y se lograse una "participación extraordinaria". Goirizelaia le respondió dedicándole su victoria. "Ha sufrido muchísimas críticas, a mi parecer la mayoría injustas", sentenció. En su discurso, Goirizelaia prometió ser los próximos años el rector de "todas las personas de la universidad" y dedicó un "cariñoso abrazo y los más dulces besos" a quienes le han apoyado en un largo proceso. Muy emocionado, Pérez no quiso hacer declaraciones.

El Departamento de Educación felicitó en un comunciado a Goirizelaia y su equipo por "el respaldo logrado" y mostró la "satisfacción" del Gobierno "por la normalidad que ha presidido la jornada electoral".

Goirizelaia (Bilbao, 1958) se declara enamorado de la UPV. Ha participado en sus órganos de gestión desde que empezó como representante estudiantil en San Mamés. Ha desempeñado toda su carrera académica en la Escuela Técnica, sólo interrumpida por una grave enfermedad que le apartó de la investigación durante dos años y por una estancia en EEUU. Fue vicerrector de relaciones Universidad-Empresa durante el mandato de Pello Salaburu y ha estado al frente de Ordenación Académica y del campus vizcaíno con Pérez.

La comunidad universitaria votó de luto

"Ayer al mediodía asesinaron a tiros a un empresario vasco en Azpeitia. Herriak ez du barkatuko! Entzun herriaren ahotsa! ("¡El pueblo no lo perdonará! ¡Escuchad la voz del pueblo!"). El día de las elecciones al Rectorado de la Universidad del País Vasco (UPV), mensajes atípicos como ése, que imitan la estética y frases amenazantes que emplean quienes protestan por las detenciones de los presos de ETA, se hicieron notar entre el habitual paisaje de consignas radicales en la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación. Sus autores han creado un blog llamado Betiko leloa ("El lema de siempre") en el que condenan el terrorismo y, de paso, lo bochornoso de que el asesinato de un conciudadano sea un asunto tabú en la que debiera ser la cuna de la libertad de expresión y el pensamiento crítico.

Los comicios estuvieron marcados por el asesinato anteayer del empresario Ignacio Uria a manos de ETA en Azpeitia. La facultad más efervescente, donde se estudian carreras como Periodismo y Ciencias Políticas, estaba al rojo vivo. La necesidad de sus estudiantes y trabajadores de mostrar su confianza en la democracia para contestar a quienes optan por la violencia dentro y fuera de la universidad explicó en parte la gran afluencia a las mesas electorales del centro. Los rostros se contraían ante cualquier expresión política. Desde los pasillos se escuchaban encendidas discusiones: "Somos estudiantes de Periodismo, pero aquí reina el silencio. Hay mucho miedo, y yo estoy harto", exclamaba un estudiante. En seguida fue apabullado por otras voces de los radicales abertzales: "Nosotros sí que no tenemos voz. Nuestra voz está ilegalizada".

No es el único centro en el que la barbarie etarra incentivó la participación estudiantil. Varios estudiantes confesaban a EL PAÍS que no tenían previsto acercarse a las urnas por falta de información sobre las candidaturas. El miércoles, 31 estudiantes de Ikasle Abertzaleak (IA) se encerraban en el Claustro reclamando democracia, imagen que evocó los graves altercados que los estudiantes radicales el curso pasado. El miércoles, un hombre era asesinado por ETA. La grotesca paradoja de unas paredes empapeladas con los epítetos "fascista" y "español" dedicados a los dos candidatos convenció a muchos de que ayer tocaba votar, no sólo para saltarse la consigna abstencionista de IA, sino para intentar que no mantenga la hegemonía en el Claustro y las Juntas de centros. Otras asociaciones estudiantiles, como Eraldatu (comunista) y Lurgorri (nacionalista moderada) estuvieron muy presentes, especialmente en Leioa.

Las urnas se abrieron a las nueve de la mañana. A primera hora, el rector, Juan Ignacio Pérez, votó en la Facultad de Ciencia y Tecnología. Cerca de una hora después acudía el candidato Iñaki Goirizelaia a una de las mesas electorales instaladas en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería en San Mamés. Marisol Esteban votó en torno a las once en Sarriko. Ambos aprovecharon para repudiar una vez más el asesinato de Uria y desear una alta participación en respuesta tanto al terrorismo como a las presiones y coacciones con las que IA ha marcado la campaña electoral.

De hecho, la economista se vio obligada a votar entre gritos de estudiantes radicales. La jornada transcurrió sin mayores incidentes en los tres campus, que a medidodía fueron el escenario de concentraciones de repulsa por el crimen. A la de Leioa asistieron unas 250 personas, entre ellas Pérez, Goirizelaia y el ex rector Manu Montero.

Las urnas cerraron a las seis de la tarde, una hora antes que en mayo, para hacer con tiempo el recuento manual. Media hora después, los candidatos ya se paseaban nerviosos por el Aula Magna de Leioa. "¿No podemos comer en un restaurante en el que se vea el mar?", preguntaba Goirizelaia a media mañana. El cuerpo le pedía desconectar por un minuto, pero el desde anoche nuevo rector de la universidad pública se pasó finalmente toda la jornada en la UPV, con sus compañeros y su hija.

Los retos y promesas del nuevo rector

- Proceso de Bolonia: Goirizelaia presentará al Consejo de Gobierno de Inmediato los títulos europeos sobre los que haya consenso y seguirá debatiendo en comisiones mixtas del resto. Busca consolidar una oferta de 100 másteres oficiales.

- Plantilla: Negociará un plan de prejubilaciones, ampliará los contratos de investigadores en formación y doctores, y creará un programa de acogida de personal novel.

- Complementos salariales: Goirizelaia prometió en la campaña que mantendrá el sistema actual, pero pidiendo un cambio en la dirección de la agencia evaluadora Uniqual y corrigiendo los aspectos que han fallado.

- Estabilidad económica: Quiere solicitar al Gobierno vasco una parte sustancial de la transferencia de I+D y elaborar un nuevo Plan Plurianual de Inversiones e Infraestructuras con una dotación mínima de 170 millones.

- Investigación: Su idea es confeccionar un mapa que permitirá comparar la actividad en la UPV con otras universidades y diseñar acciones de apoyo y promoción. Un Plan Director de Investigación establecerá las medidas y los recursos necesarios. Promete crear 70 puestos de investigadores permanentes y 100 de apoyo a la investigación.

- Reforma de las infraestructuras: Goirizelaia ha anunciado que continuará los proyectos ya presentados. Los más importantes son concentrar en Sarriko los estudios jurídicos y económicos, las ingenierías en San Mamés, llevar Medicina a Basurto y crear un Parque Científico en Leioa.

- El equipo de Goirizelaia: Secretaria general: Eva Ferreira. Vicerrectores: Eugenio Ruiz Urrestarazu (Campus de Álava), Carmelo Garitaonandia (Campus de Vizcaya), Cristina Uriarte (Campus de Guipúzcoa), Jon Irazusta (Euskera y Plurilingüismo), Carmen González Murúa (Ordenación Académica), Juan José Unzilla (Profesorado), Elena Bernaras (Alumnado), Miguel Ángel Gutiérrez (Investigación), Miriam Peñalba (Proyección Internacional), Joan Sallés (Desarrollo Científico y Tecnológico), Itziar Alkorta (Calidad e Innovación), Amaia Maseda (Responsabilidad Social y Proyección Universitaria). Gerente: Xabier Aizpurua.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_