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Reportaje:

Del búnker al dolor de la guerra

El Odin Teatret representa su visión de la devastación en el Festival de Otoño

Todo empezó con un grupo de desharrapados que puso en común su talento en Oslo, en 1964. Estaba el emigrante italiano (el director y antropólogo teatral Eugenio Barba), los expulsados de la escuela local de arte dramático, las narco-adicciones y, por encima de todo, el teatro como expresión de la dignidad que nunca se pierde.

La compañía danesa Odin Teatret -que dio sus primeros pasos en un refugio antiaéreo de Noruega hasta instalarse en un pequeño pueblo de Dinamarca- siempre ha tenido presente su origen y sus vivencias personales para crear lo que llaman el "teatro del trueque" o intercambio mediante la actuación. El Festival de Otoño recupera su talento con la puesta en escena de Las grandes ciudades bajo la luna, que se podrá ver en el Teatro de La Abadía desde hoy hasta el viernes.

"¿Cómo algo tan desolador despierta interés?", se pregunta el director

"Este nuevo montaje surgió precisamente a partir de esa idea de trueque. Nació como colaboración en 2003 con un grupo de teatro formado por pacientes del hospital psiquiátrico alemán de Bielefeld, que nos llamó para que pusiéramos en común una obra de Bertolt Bretch. Pero no nos quedamos con la repetición de lo que ya habíamos hecho años atrás sobre Bretch, sino que añadimos más lecturas. Resultó algo completamente distinto a lo que habíamos hecho hasta entonces, enriquecido por esa relación, por ese intercambio", señala Barba, histórico colaborador del maestro polaco Jerzy Grotowski, de quien heredó su convicción filosófica y teatral contra la opresión.

Como no podía ser de otra forma, la obra nacida en una institución psiquiátrica y combinada con textos de Bertolt Brecht, Jens Bjorneboe y Ezra Pound trata de la desolación, de ciudades en ruinas, matanzas, emigrantes que han visto sus casas destruidas y de la huida de ciudad en ciudad bajo la luna.

Hay pocos artificios en escena: en esta ocasión, la compañía tan sólo se sienta frente al público y le expone -canta, grita, baila- la capacidad humana para destruir desde Hanoi a Gernika o Stalingrado o Dresde. "¿Cómo es posible que un paisaje tan desolador pueda despertar interés y ganas de verlo? No te puedo contar el secreto, pero funciona. Y no sólo vienen viejos nostálgicos, también muchos jóvenes", añade el director.

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Al igual que otros montajes de la compañía -entre los que se encuentran Ferai, Ur-Hamlet o Kaosmos-, la historia juega con los silencios, la musicalidad y los idiomas, interpretándose en italiano, alemán y castellano. ¿Cómo entender entonces de qué trata? A través de la intuición. "Teníamos un problema objetivo y es que el público, incluso el danés, no nos entendía por los distintos acentos. Así que decidimos comunicarnos de otra forma, con la sonoridad de la voz, que crea una melodía diferente. Los actores del Odin Teatret casi cantan, afectan a una parte del cerebro distinta de la racional que comprendería un texto. Ahí está la clave", señala Barba.

Las grandes ciudades bajo la luna. Teatro de La Abadía (Fernández de los Ríos, 42). Intérpretes: Kai Bredholt, Roberta Carreri, Jan Ferslev, Tage Larsen, Augusto Omolú, Iben Nagel Rasmussen, Julia Varley, Torgeir Wethal, Frans Winther, Donald Kilt. Hasta el viernes. Entradas agotadas. Más información: www.madrid.org/fo

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