Távora mezcla drama clásico y flamenco en 'Las bacantes'
El dios Dionisio, hijo de Zeus y una mortal (Sémele), llega a Tebas para imponer su culto y castigar a sus familiares, que no creen en su condición divina. Penteo, rey de Tebas, y Agave, su madre, son seres descreídos a los ojos de Dionisio. El dios embriaga a Agave y la conduce hacia los rituales báquicos. A Penteo le horrorizan los actos de su madre. Este estallido de pasiones descontroladas tendrá un colofón salvaje. El planteamiento de la obra teatral Las bacantes, de Eurípides, está en la base de un espectáculo de Salvador Távora.
El espectáculo combina flamenco y teatro clásico para llegar a una suerte de "paganismo sacramental". La Cuadra reestrena Las bacantes mañana, en el Teatro Salvador Távora (avenida de Hytasa, 14), en la capital. La obra será representada también el viernes y el sábado. Todas las funciones empiezan a las 21.00.
El espectáculo Las bacantes ya se estrenó en 1987. La Cuadra de Sevilla ha decidido llevarlo de nuevo a las tablas porque "el montaje sigue vigente". "Creo que es necesario volver un poco la vista atrás para reafirmarse", recalcó ayer el dramaturgo Salvador Távora, rodeado del elenco de la obra. La bailaora María del Mar Berlanga encarna a Agave y el bailaor El Mistela, a Dionisio.
Ni reyes ni dioses
"Eurípides decía en esta obra cosas que incluso hoy, con la democracia que tenemos, son difíciles de asumir", agregó Távora. "Se reafirma que la sociedad del futuro no será ni de reyes ni de dioses. Y se reafirma que las cosas no se solucionan con palabras sino con hechos", comentó. Távora resaltó los vínculos entre la Grecia clásica de la obra y Andalucía con ejemplos como el de las fiestas báquicas y el Rocío.
"Uno de los mayores retos que tiene el teatro es que sea creíble y que tenga su propio lenguaje. Sería absurdo que el teatro empezara a competir con el cine, la televisión, la radio o la prensa. Aquí no se puede, como en el cine, echar lágrimas antes de filmar", señaló Távora.
El dramaturgo recalcó el valor especial del escenario donde se representará Las bacantes. "Tenemos una ventaja: que el lugar donde vamos a hacer la obra tiene más posibilidades de comunicación que todos los teatros a la italiana. La comunicación es más inmediata, más sentida... El sudor no sólo se ve, sino que se huele", concluyó Távora.
