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Arenas fuerza el relevo en la presidencia del PP de Málaga

Ramírez renuncia el último día de plazo, tras reunir 1.650 firmas para repetir

Javier Arenas se ha salido con la suya y el PP de Málaga va a cambiar de presidente provincial, pese a haber sido la circunscripción española donde más creció en voto en las elecciones generales de marzo y, junto a Almería, las únicas donde venció al PSOE en las autonómicas.

La versión oficial del partido sostiene que Joaquín Ramírez ha decidido por voluntad propia a última hora no presentarse a la reelección después de 15 años en puestos de máxima responsabilidad -entre 1993 y 2000 como secretario general y desde entonces como presidente-, pero la realidad es que en los últimos días la dirección regional aumentó su presión para pedirle que dejara el cargo.

Hasta cierto punto no es ninguna sorpresa. Entre Arenas y Ramírez nunca ha fluido más complicidad que la que corresponde a la formalidad de pertenecer a una misma organización, y el dirigente malagueño ha mantenido siempre criterio propio, aunque sin dejar de ser disciplinado con las decisiones orgánicas. Arenas ya intentó hace cuatro años que Ramírez dejara el cargo, aunque no hizo causa y se conformó con hacerle saber que lo vería bien. Lo que sí hizo entonces la dirección regional fue imponer a Francisco Delgado Bonilla como secretario general provincial, cargo que dejó tras ser elegido alcalde de Vélez Málaga en las elecciones municipales de mayo de 2007.

Ahora la dirección regional se ha empleado más a fondo para convencer a Ramírez de que ha llegado el momento de la retirada. La decisión última de la renuncia le corresponde al presidente provincial -"es mía y sólo mía", reivindicó ayer-, consciente de que seguramente ganaría el congreso, pero que hacerlo contra la opinión de la dirección regional podría tener consecuencias indeseables para la organización.

"No quiere que le pase como a Enrique Bellido", comentó ayer un allegado a Ramírez recordando al ex presidente popular cordobés que fue expulsado en 2002 tras enfrentarse con la dirección regional.

La decisión se forzó el domingo, un día antes de que expirara el plazo que los nuevos estatutos del PP dan para que se presenten precandidatos a presidente para el congreso de noviembre. Ramírez sólo necesitaba 75 avales, pero tenía reunidas 1.650 firmas. Por eso, y porque desde las elecciones de marzo había reiterado su intención de renovar mandato, resulta poco creíble su explicación de que se va porque ya son muchos años de dedicación total, o porque es bueno cambiar de actividad.

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En una conferencia de prensa a la que asistió medio centenar de cargos públicos y militantes para aplaudirle y abrazarle, Ramírez mantuvo firme su lealtad y negó cualquier presión o indicación interna para dejar la presidencia. Eso sí, dijo que se va en un momento "dulce" y aprovechó para reivindicarse, por el trabajo realizado en estos años, en los que el PP ha devenido en "un partido ganador" en Málaga y por su forma de estar en política, "con absoluta limpieza y honestidad".

Quien ha sido secretario provincial en el último año y medio, Elías Bendodo, de 34 años, concejal de Turismo y Juventud en Málaga, es el candidato a sustituirle impulsado por la dirección regional. "No tengo empacho en decir que todo lo que soy se lo debo a Joaquín", dijo.

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