África afronta ahora sin medios la avalancha de casos de cáncer
En 2020 habrá 13 millones de enfermos más y morirán un millón de personas
Con la atención internacional centrada en enfermedades como la malaria, la tuberculosis o el sida, la del cáncer ha sido la gran marginada en África. Pero causa 600.000 muertes al año, y en 2020 habrá más de un millón, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), no sólo por los agentes infecciosos o el envejecimiento de la población, sino también por la occidentalización del continente (tabaquismo, polución, sedentarismo, etcétera).
Los presupuestos de salud de muchos países son de siete euros por ciudadano
El 70% de los 13 millones de nuevos casos de cáncer en 2020 se registrarán en países de renta baja o media, cuya tasa de supervivencia es menos de la mitad que en los países occidentales. Los africanos, con sistemas de salud ya saturados, están entre los peor preparados para lidiar con una nueva epidemia. La OMS les ha instado a instituir planes de control nacional para el cáncer, con estrategias de prevención, tratamiento y acceso a cuidados paliativos, pero el continente necesita ayuda internacional.
El 40% de los casos de cáncer en África se puede prevenir, por estar relacionados con el tabaco o con infecciones, como el cáncer cervical, el más extendido (12% de los casos), provocado por el virus del papiloma humano, o el cáncer de hígado (8%), por una hepatitis B. Para ambos existe vacuna, pero su coste, especialmente la del papiloma humano, es un problema. "Extender su uso en los países africanos va a ser un reto", explica Lynette Denny, responsable de la Organización Africana para la Investigación y Educación en Cáncer (AORTIC en sus siglas en inglés), "teniendo en cuenta que una vacuna cuesta 84,2 euros y que los presupuestos de salud de muchos países son de media de siete euros por ciudadano". Silvia de Sanjosé, experta en prevención del Institut Catalá d'Oncologia, que participó la semana pasada en la Consulta Regional para la Prevención del Cáncer Cervical realizada en Burkina Faso, explica que aunque las farmacéuticas que producen la vacuna han regalado millones de dosis, "se pretende buscar un acuerdo sostenible en el tiempo". En noviembre se decidirá si la vacuna del papiloma humano merece que la Alianza Global para la Vacunación e Inmunización (GAVI en inglés) la incluya en su programa.
Sanjosé recuerda que en muchos países no hay acceso a tratamiento paliativo y las mujeres mueren sufriendo, "muchas de ellas responsables de tirar adelante de sus familias". Jean Marie Dangou, el responsable del área de enfermedades no infecciosas de la OMS en la región subsahariana, considera que la vacuna contra el papiloma y la de la hepatitis B deberían incorporarse en las campañas nacionales de inmunización. Y la OMS sugiere que entre los objetivos de los países africanos se encuentre el de reducir al menos en un 10% la exposición al tabaco entre los menores de 15 años.
Pero el problema es también de tratamiento y diagnóstico. La falta de recursos y especialistas y la fragilidad de los sistemas de salud hace que el paciente sea diagnosticado demasiado tarde. El tratamiento paliativo es también deficitario, con legislaciones excesivas en el control de opiáceos, que alivian el dolor de la enfermedad. Y además, según Dangou, el que el enfermo deba pagar por el servicio médico (norma en muchos países) y el elevado coste del tratamiento de muchos cánceres, hace que el paciente retrase ir al hospital. En África se registra el menor número de supervivientes de más de cinco años a un cáncer.
La estrategia diseñada por la OMS y presentada a principios de mes en Yaundé (Camerún) propone que al menos el 40% de los países africanos dispongan en 2013 de programas de control de cáncer en sus sistemas de salud, con registros fiables y personal especializado. Dangou explica que, de iniciarse las actuaciones nacionales, un mínimo de 100.000 vidas pueden salvarse en 2020, pero recuerda que la ayuda internacional es decisiva.
65 radioterapeutas para 48 países
De los 260 millones de casos de cáncer acumulados en 2020, 150 millones estarán en países en vías de desarrollo y, de ellos, 100 millones necesitarán radioterapia. En África se necesitarán 1.000 unidades de radioterapia y ahora sólo hay 200. "Es necesaria una acción urgente", alerta Massoud Samiei, director del Programa de Acción para la Terapia del Cáncer (PACT), una asociación de entes públicos y privados que colabora con la OMS en la lucha contra el cáncer.Samiei insiste en la necesidad de formar profesionales a la par que se habilitan máquinas. Y es que en África hay únicamente 550 radioterapeutas, la mayoría de ellos en Suráfrica, Egipto, Marruecos, Argelia y Túnez. El resto de los 48 países se reparten 65.
En los países occidentales, la radioterapia se usa en la mitad de los pacientes con cáncer, y esta cifra debería ser mayor en los de renta baja y media, "bien porque los enfermos están demasiado débiles para afrontar la quimioterapia, bien porque su enfermedad está muy avanzada", asegura Samiei.
Desde hace 30 años, la OIEA ha derivado 140 millones de euros en cooperación tecnológica con 115 países, pero Samiei recuerda que la lucha contra el cáncer no debe limitarse al tratamiento y cura de la enfermedad, sino que hay que disponer de mecanismos adecuados de prevención, diagnóstico rápido y tratamiento paliativo.
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