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Una salida fluida y sin apenas accidentes

Las carreteras vascas no registran retenciones importantes en la jornada del principal éxodo vacacional - Dos personas heridas en Erandio y Zeanuri

"Un día raro". Los trabajadores del peaje de Areta se mostraban asombrados de lo que ocurrió en el día más complicado para el tráfico en cualquier lugar: el 31 de julio, el inicio de las vacaciones para la mayoría de los vascos. Circulación fluida en la mayor parte de los grandes nudos de las carreteras y peajes de Euskadi y sin largas retenciones ni las esperas de otros años. Así empezó la Operación Salida y el puente para miles de vascos que se dirigirán a pasar sus vacaciones lejos de las grandes urbes.

"Ha sido bastante más tranquilo de lo que se esperaba", comentaba, a última hora de la mañana, una empleada del peaje de Areta.

La cafetería de Ugaldebieta estaba a rebosar pero la de Amorebieta, vacía
"Hay mucha menos gente que otros años", afirmaba una empleada
En el peaje de Durango, con todas las cabinas abiertas, no hay colas

Quizás por eso tampoco hubo accidentes de importancia. Al cierre de esta edición, solo se habían registrado dos siniestros que causaron heridas a una joven de 20 años en Erandio y a un hombre de 73 en Zeanuri. El primero de los accidentes ocurrió sobre las 11.45 en la N-637 a su paso por Erandio al salirse de la calzada un Seat Córdoba que circulaba en sentido Getxo. El turismo se empotró contra la mediana y su ocupante, I.S.A. de 20 años, resultó herida y fue evacuada al hospital de Cruces. Tras el accidente hubo algunas retenciones en la zona al quedar cortados al tráfico un carril de cada sentido.

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Posteriormente, unos minutos antes de la una de la tarde, un Peugeot 205 se salió de la vía cuando circulaba por la N-240 a su paso por Zeanuri y en sentido Gasteiz, tras perder su conductor el control del mismo por causas que se investigan. MM.B.A. de 73 años ha sufrido diversas contusiones siendo trasladado al hospital de Txagorritxu.

La mayor afluencia de tráfico se repitió en los puntos de siempre. Como Ugaldebieta, que acoge un área de servicio y una gasolinera que sirve para repostar y descansar a todos aquellos que se dirigen hacia los pueblos cántabros. O el restop de las cercanías de Amorebieta, muy utilizado por los viajeros que atraviesan el País Vasco, y los peajes de Durango y Areta.

Ugaldebieta

Desde unos 10 kilómetros antes de llegar a la frontera ya se podía ver la columna de coches en la autovía que va hacia Cantabria, tradicional destino de fin de semana o de un puente festivo para los bilbaínos. En el área de servicio de Ugaldebieta, un sol de justicia obliga a algunos de los que hacían cola para echar gasolina a esperar su turno fuera de sus automóviles.

Mientras, dentro de la tienda, la cola llegaba hasta la puerta y los trabajadores no dan abasto. "Hay mucha gente, aunque igual que en cualquier operación salida", comenta uno de ellos, mientras cobraba bolsas de hielo y gasolina, principalmente. Combustible para combatir lo que serán horas de carretera y calor. "Hoy estamos más gente. Normalmente no somos tantos trabajando", apunta, y aún así el continuo goteo de clientes no les daba respiro a ninguno.

En la cafetería y el aparcamiento también se acumulan los viajeros. "Desde las 7 de la mañana está esto a rebosar", señala uno de los camareros que atendía en la barra, mientras reponía tazas de café, el producto ideal para un comienzo de viaje madrugador. "Ahora al mediodía está tranquilo, pero después de las tres esperamos a mucha gente", manifiesta otra camarera.

Amorebieta

Uno de los lugares más concurridos por los automovilistas del norte es el restop de Amorebieta, lugar de parada para todos aquellos que van hacia San Sebastián o Francia, o que bajan hacia la meseta castellana o Cantabria, y que tradicionalmente se llena en estas fechas. Ayer el día no era ni mucho menos parecido a otros años.

Tráfico más que fluido y tranquilidad en las áreas de descanso, con poquísimos coches, y la mayoría con matrícula extranjera. El Gobierno vasco ha puesto en los principales nudos de carreteras de Euskadi oficinas de información para los viajeros, donde hay incluso folletos de información en varios idiomas acerca de las opciones viales en la comunidad. "Hay mucha menos gente que en otros años. Supongo que será por las obras", comenta la empleada de la oficina de este restop.

Los viajeros paseaban tranquilamente por los alrededores sacándose fotos, aunque las obras de ampliación de la A-8 no la hacían demasiado apetecible para ningún picnic. Dentro de la cafetería los trabajadores no entendían el escaso trabajo. "Hoy estamos bastantes porque esperábamos mucho, y sin embargo no hay casi nadie". Solamente estaban ocupadas tres de las cerca de cincuenta mesas de la cafetería. Los comensales y una mujer que miraba distraída los regalos en la tienda contigua del restoperan todos los clientes que se podían contar. Bastantes menos que a lo que sus trabajadores están acostumbrados.

Durango

13.00. Peaje de Durango. Parece que casi no hay tráfico, aunque también pueda influir que todos los puestos del peaje están abiertos. "Mucha gente sí, ¿no ves cómo estamos?", aseguran desde una de las cabinas. Hay coches, pero no hay ningún embotellamiento y nadie va lento. En el área de servicio cercano varios coches, casi todos con matrícula francesa, disfrutan de un picnic a la sombra. Relax generalizado entre automovilistas que tienen ya un buen trecho recorrido.

Areta

El peaje de Areta, cerca de Llodio, es un punto de paso para todos aquellos que van desde Bilbao hacia Vitoria o hacia Miranda de Ebro, rumbo a la A 1 que desemboca en Burgos. "Por la mañana ha habido gente pero ahora está muy tranquila la cosa", comenta uno de los trabajadores de las cabinas. "Hoy es un día raro", asegura otro.

En el área de servicio más cercano, el de Arrigorriaga, la chica de la oficina de información asegura haber tenido una mañana movidita. "Han pasado muchos autobuses que venían de La Rioja e iban para Bilbao", apunta.

El parking está repleto de camiones, que tenían ayer prohibido el tránsito por ser puente. En la cafetería, unas pocas mesas con gente almorzando y en las tiendas y zonas de videojuegos pocos niños y pocos compradores. "Ha habido gente, aunque no tanta. Esperamos más el día de mañana [por hoy] y durante el fin de semana", asegura la encargada de la cafetería. "El día de hoy somos más trabajadores porque normalmente necesitamos ayuda durante estas fechas", comenta.

A pesar de las previsiones, el día de ayer se vivió con tranquilidad para la mayoría de automovilistas que circulaban por las carreteras de Euskadi. Gracias a la cantidad de trabajadores extra en los puntos claves, las colas y las esperas no fueron mayores. Desde la administración también se tomaron medidas. Las diputaciones forales reforzaron la señalización de rutas alternativas, y evitaron autorizar la realización de obras o pruebas deportivas durante las fechas de la Operación Salida, que concluye el sábado.

Las salidas escalonadas y la crisis económica, que puede estar afectando a las costumbres vacacionales vascas, pueden ser otras de las razones de la tranquilidad vivida durante el día de ayer en las principales carreteras del País Vasco.

Una mujer se refresca, ayer, en el área de descanso de Durango.
Una mujer se refresca, ayer, en el área de descanso de Durango.LUIS ALBERTO GARCÍAL. A. G.

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