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Dragados suspende la obra del mayor barco del mundo

La crisis de MPF Corp fuerza las vacaciones de 600 obreros

El barco de perforación petrolífera más grande del mundo no se construirá en Puerto Real. Dragados Offshore y la compañía noruega MPF Corp han paralizado este contrato debido a las dificultades económicas, técnicas y logísticas del proyecto.

La dirección de la factoría gaditana forzaba el miércoles las vacaciones de unos 600 empleados, entre fijos y eventuales, y a otros 100 de la plantilla ya se les ha anunciado que serán trasladados a otro proyecto a Algeciras.

El encargo ascendía a 220 millones de euros a iba a tener picos de 2.000 empleos directos en la bahía de Cádiz. El casco se está construyendo en la ciudad china de Dalian y, una vez acabado, estaba previsto que se trasladara hasta Puerto Real en septiembre. Sin embargo, la compañía promotora MPF Corp ha entrado en crisis financiera, que le ha llevado incluso a dejar de cotizar en la bolsa noruega.

Fuentes de Dragados Offshore no han dado por perdido el contrato definitivamente, aunque reconocen las dificultades existentes, que han llevado a tomar estas medidas laborales para los trabajadores. "Veíamos venir algo porque sabíamos que la empresa tenía problemas. Habíamos pedido una reunión con la dirección de Puerto Real y estábamos a la espera de que se reunieran con nosotros pero, hasta ahora, no lo habíamos conseguido", explicó ayer el miembro del comité, Juan Antonio Herrero, de UGT.

Dragados Offshore no descarta que el proyecto pueda retomarse pero, con todo, asegura que hay cartera de pedidos suficiente para sostener a la actual plantilla, que ronda los 1.200 operarios. La empresa se encargará en breve de construir nuevos cajones para el segundo puente sobre la bahía de Cádiz, que ocupará a unos 300 empleados.

Las vacaciones han sido fijadas hasta el 16 junio. Los sindicatos mostraron ayer especial preocupación por el futuro de los eventuales, unos 500 del total. El presidente de la Junta, Manuel Chaves, de visita ayer en Cádiz, quiso hacer un llamamiento a la calma. "No es una crisis ni un problema de despidos. Es una puntualidad mientras la empresa resuelve los inconvenientes que está teniendo con la compañía noruega. Hemos hablado con ellos y nos aseguran que hay carga suficiente y que no tienen intención de crear ningún problema ni a medio ni a largo plazo".

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