El reconocimiento del catalán en la Constitución francesa suscita recelos por su aplicación práctica
La Constitución francesa reconocerá pronto las lenguas minoritarias de Francia. La decisión de la Asamblea de incluir una modificación del artículo 1, declarando patrimonio de la república el catalán y todas las lenguas "regionales", es motivo de satisfacción prudente de entidades y políticos de Cataluña. La modificación, aprobada dentro del proyecto de ley para reformar el texto constitucional, debe ser ratificada por una mayoría de dos tercios del Senado y del Congreso, de aquí a pocas semanas.
La petición fue avalada por un gran número de diputados durante el debate de la Asamblea del 7 de mayo pasado. En este debate, se habló por primera vez en la Cámara francesa del reconocimiento de las lenguas minoritarias, entre las que hay el catalán occitano, alsaciano, vasco, bretón, corso y flamenco.
¿Abre esto las puertas a la oficialidad en la Unión Europea? No basta con ser lengua oficial en un Estado para alcanzar la oficialidad en la Unión Europea, sino que un Estado debe pedirlo y los demás aprobarlo por unanimidad. Se tratar de cambiar el reglamento 1 / 58 de uso lingüístico.
El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Porta, manifestó ayer su satisfacción, pero se mostró prudente ya que "hace falta ver cómo se traduce esto en la vida diaria, como la relación con la Administración o la enseñanza en los colegios". En la misma línea se expresó Joan Becat, miembro del Institut d'Estudis Catalans en Perpiñán, que espera ver cambios cotidianos y que Francia firme la Carta de Lenguas Minoritarias de la UE.
El portavoz de Iniciativa, Jaume Bosch, valoró que este reconocimiento se dé "en el paradigma del centralismo", que es el Estado francés. Eso sí, Bosch echó mano de la Constitución española y recordó que en España las lenguas cooficiales permiten usarse en la escuela y en la relación con la Administración.
La eurodiputada socialista Maria Badia calificó la medida francesa de "gran avance". Badia sostuvo: "Hay decisiones que se toman por número de ciudadanos y no por Estados. ¿Por qué no reconocer a nueve millones de personas?". Por su parte, el dirigente de ERC en el Rosellón, Joan Ridaura, consideró positivo el anuncio, pero esperó a su aplicación práctica.
Ni CDC ni Unió quisieron manifestarse al respecto.
