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Las cuentas del Guggenheim

El fiasco de la compra de dólares se 'come' el 10% del fondo para obras

La operación de divisas le ha costado 8,5 millones a la Sociedad Tenedora

Las operaciones de compra de dólares por adelantado en que se embarcó el Museo Guggenheim Bilbao entre 2002 y 2005 para adquirir obras de arte (fundamentalmente las gigantescas esculturas que forman la instalación La materia del tiempo, de Richard Serra) le han salido al final muy caras. Casi uno de cada 10 euros destinados por la sociedad que integran de forma paritaria el Gobierno y la Diputación de Vizcaya a la compra de la colección del museo se ha perdido como consecuencia de la decisión de adquirir las divisas a un tipo de cambio superior al que marcó el mercado cuando se adquirieron efectivamente las obras. La Sociedad Tenedora, cuyo fin es la compra de la colección de arte del Guggenheim (actualmente 90 obras), ha recibido de los presupuestos de ambas administraciones desde su puesta en marcha en 1995 un total de 90,2 millones de euros. Y las pérdidas ocasionadas por la compra de dólares por adelantado suman 8,5 millones desde que arrancó en 2002.

Gobierno y Vizcaya han puesto 90,2 millones desde 2005 para la colección

La auditoría correspondiente a 2007, la primera a la que se somete la Tenedora desde 1997, detalla que la sociedad procedió a regularizar el pasado año las diferencias de cambio acumuladas hasta 31 de diciembre de 2006 como pérdidas de ejercicios anteriores. Se suman así 3.595.479 euros al fiasco inicial por la compra de dólares.

La primera vez que se registraron pérdidas derivadas de las operaciones de cambio de divisas fue en 2002. La Tenedora reconoció pérdidas por un total de 2.234.000 euros en ese ejercicio y en el siguiente en las cuentas que presentó ante el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas para su fiscalización de la legalidad de las compras de obras entre 1999 y 2005. Después, la Tenedora cambió el criterio contable, sin explicarlo en la memoria del balance, y pasó a registrar las pérdidas como un mayor valor del inmovilizado material (las piezas de arte), contabilización que el tribunal ve incorrecta.

La auditoria de 2007 refleja ahora más pérdidas ligadas a la compra de divisas. La Tenedora registró bajo el epígrafe "Variación de las provisiones de inmovilizado material" un total de 1.630.895 euros, que, acepta el auditor, se origina "por la evolución del tipo de cambio".

La auditoria, realizada por Attest, corrigió el criterio de contabilizar las diferencias de cambio como mayor valor de las obras de arte. Tan sólo consideró registrar como coste de las mismas las diferencias de cambio entre el momento en que se firma un contrato y cuando finalmente se adquiere la pieza, lo que otros expertos ven discutible. Con esa condición el auditor aceptó sumar 1,1 millones al inmovilizado.

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La intepretación del director general del Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte, es distinta. En su presentación el pasado 3 de abril de los datos de la auditoría, que no entregó a la prensa, redujo el impacto de la pérdida de 3,6 millones sumándoles 2,1 millones de ingresos financieros, para cifrar el resultado negativo en sólo 1,5 millones de euros.

La instalación de esculturas monumentales<i> La materia del tiempo</i>, de Richard Serra, para cuya adquisición la Sociedad Tenedora compró los dólares por adelantado.
La instalación de esculturas monumentales La materia del tiempo, de Richard Serra, para cuya adquisición la Sociedad Tenedora compró los dólares por adelantado.LUIS ALBERTO GARCÍA

Bajo investigación

Juan Ignacio Vidarte, director general del Guggenheim ha explicado que la compra de dólares a un tipo de cambio con el euro pactado de antemano, asesorada por técnicos del BBVA, fue responsabilidad del ex director de Administración y Finanzas del museo, Roberto Cearsolo, despedido y demandado por apropiarse de medio millón de euros de las cuentas de las sociedades Tenedora e Inmobiliaria. Como ninguna de ellas tiene personal ni estructura propios, su gestión financiera quedaba directamente en manos de Cearsolo.

La investigación de la pérdidas de seis millones de euros entre 2002 y 2005 por la compra de dólares, encargada por el Parlamento al Tribunal Vasco de Cuentas Públicas, fue el detonante que sacó a la luz el desfalco. Un día antes de que llegase al museo la petición de documentos para la fiscalización, Cearsolo presentó una baja médica por depresión. Cuando el subdirector de su departamento comenzó a recopilar la información descubrió que faltaba dinero, las cuentas habían sido manipuladas y varias pruebas destruidas.

Suma desde 2002

- Ejercicios de 2002 y 2003. Las cuentas de la Sociedad Tenedora registraron pérdidas por la compra de dólares cifradas en 2,2 millones de euros.

- Regularización de las pérdidas por diferencias de cambio hasta 2006. La auditoria de 2007 añade por este concepto cerca de otros 3,6 millones.

- Provisiones. El auditor recoge que el epígrafe de variación de las provisiones de inmovilizado material ha incluido otros 1,6 millones por la evolución del tipo de cambio.

- Mayor valor de las obras. El auditor de las cuentas de 2007 considera que pueden computarse como inmovilizado material (las obras) los gastos asociados a la compra de piezas de arte, incluyendo en determinadas condiciones los derivados de las diferencias de cambio. Por este concepto suma 1,1 millones de euros. Este criterio, avalado por una resolución del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), no coincide con el expresado en el informe del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas sobre las compras realizadas por la Sociedad Tenedora entre los años 1999 y 2005. El tribunal entiende que deben computarse como pérdidas.

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