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Columna
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Mucho Ullán

Si Ullán me dice ven, lo dejo todo. El otro día lo dejé todo y me fui al Círculo de Lectores porque Ullán me había dicho "ven" de forma agráfica y ondulada y con fajita manuscrita. Cual paradójico casticismo de San Blas, dejarlo todo si Ullán te dice ven es como decirle a Ullán "anda y que te ondulen con la permanén y si no te ondulan que te colcrem" y quedarte tan Pichi y salir corriendo a su encuentro. Porque a lo que íbamos, él y yo y el resto que llenó la sala, era a la presentación de Ondulaciones, poesía reunida por Galaxia Guttenberg / Círculo de Lectores, que abarca poemas, recortes, dibujos, garabatos, estribillos... de José-Miguel Ullán desde 1968 (el año del mes de la virgen francesa, de la je vous salue, Marie de años después) a 2007.

Octavio Paz se refirió a la voz del poeta José-Miguel Ullán como "personal y rigurosa"

En mi muy libre interpretación, relaciono Ullán con la hulla. Muy libre pero no infundada, aunque también caprichosa. Pues la relación mineral no viene traída por los pelos que me corté, sino porque Ullán es una mina. Lo dijo Julio Cortázar: "Dentro de una producción en la que suelen hacerse sentir demasiado las influencias y las corrientes a la moda, la poesía de José-Miguel Ullán se aparta resueltamente de lo trillado, incluso a riesgo de sorprender o escandalizar, y se sitúa en un nivel individual que le da su acento más profundo y valedero. Y esto sin que una entrañable filiación española deje de estar presente en toda su obra, en la que la libertad y la audacia son sus mejores armas para dar a la poesía de su pueblo y de su tiempo uno de los acentos más hondos y hermosos". (Circunflejos, elevados).

Y Octavio Paz se refirió a la suya como una voz "personal y rigurosa". (Precisa, preciosa). Y lo dijo José Ángel Valente: "Acaso no haya palabra nuestra, de bastante tiempo a esta parte, que haya brotado como ésta brota -en verso y en prosa- de tan admirable don de lenguaje". (Don de gentes que timbran palabras en las servilletas y en el alma, como -din don- José-Miguel Ullán). Y qué decir de lo que dijo de él María Zambrano: "Es eso tan raro hoy -época de profesores y comentaristas- que se llama cantor, un ser viviente entre tanto simulacro de vida". (Profesores y comentaristas... ¡Oh, María Zambrano, la la! Marie en París).

A la voz de María Zambrano le recuerda a Ullán la voz de Lola Ferreira, "mediadora en la penumbra", dijo él, en la edición del volumen Ondulaciones y en la exposición de los agrafismos que han surgido durante la preparación del libro. 310 "tanteos gestuales, manualidades, material de pausas, pasatiempo de aquí te espero o expectantes partículas de un poema mudo", parte de los cuales estarán hasta el 4 del mes de mayo en esa calle O'Donnell en la que estábamos. El caso es que por entre esos sinuosos elementos de "dicción obsesiva pero de naturaleza sólo visible y palpable", esos elementos nuevos que son "un hacer por hacer", como dice Olvido García Valdés, esos elementales quarks, como una coma, que digo yo requeterredundante, se deslizaba la otra tarde por el Círculo de Lectores la penumbra de Lola Ferreira, siempre sombría, siempre luminosa. Se le acercó una joven derrochando entusiasmo y Lola Ferreira, cuadratura de ese Círculo, respondió, voz zambrana, antes de desaparecer sin irse y antes también de aparecer de nuevo sin ser vista: "Es que Ullán es mucho Ullán". Y que lo digas.

Pero yo andaba allá en la mina y ahora digo por qué. Porque dice Wikipedia que la hulla es un tipo de carbón, y que es dura y quebradiza, estratificada, negra y brillante, y que surgió hace miles de años por la descomposición de la materia vegetal de los bosques primitivos. (Ah, Ullán, tú sin mi hache y con tilde y con ene y yo viendo tu esencia de bosque primitivo). Y porque entonces se me acerca Manuel Ferro, cuyo propio nombre todo lo indica y hay algo, ciertamente, férreo en su ser: un color de hierro, una voluntad de hierro, qué sé yo. El inseparable Ferro de Ullán cuyo símbolo químico es Fe. Ferro el que recopila y transcribe los textos de Ullán. Y revisa los ferros, digo yo. Picando y picando en esa mina. Juntos, la del rey Salomón. O la de Riotinto, será: ríos de tinta. Ferro el amo de llaves, el comisario ondulante, pasión cumplida. Y yo, cumplido placer: el de asistir a la presentación de ese libro que es un acto de justicia, como dijo Eduardo Milán, un acontecimiento, como dijo Miguel Casado.

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Mucho Ullán. Al salir hacía un frío que pelaba y yo no podía parar de repetir: cuarzo, feldespato y Mika ("I could be brown / I could be blue / I could be violet sky / I could be hurtful / I could be purple / I could be anything you like").

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