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Irak, cinco años en guerra

Las bajas de EE UU en Irak alcanzan los 4.000 muertos

Cheney reconoce que la cifra tiene un "impacto psicológico"

Yolanda Monge

Pocos días después de que la guerra entrase en su sexto año, la cifra de militares estadounidenses muertos en Irak se elevaba el domingo a 4.000, después de que cuatro soldados falleciesen en Bagdad en un ataque terrorista. Un 40% de los militares muertos han perdido la vida en atentados causados por la detonación de artefactos explosivos al paso de sus patrullas, ya sean a pie o motorizadas, según informa el sitio de Internet www.icasualties.org.

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Ayer, día de fiesta en la Casa Blanca -cuando la tradición permite la entrada de cientos de niños al jardín presidencial para buscar los huevos de Pascua que han sido escondidos con ante-rioridad-, el presidente George W. Bush se mostró "triste" tras conocer la funesta cifra de muertes y asumió "toda la responsabilidad" por las decisiones tomadas respecto a la guerra, según informó su jefa de prensa. "Está apenado pero lamenta estas últimas muertes como ha lamentado todas las anteriores desde el principio de este conflicto", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino.

Más polémicas fueron las palabras del vicepresidente, Dick Cheney, durante su gira por Oriente Próximo. En Jerusalén, Cheney afirmó que la trágica cifra podría "tener un impacto psicológico". Pero aclaró que se trata de "una de esas tragedias que se producen en el mundo".

El 97% de los 4.000 soldados estadounidenses muertos en Irak fallecieron con posterioridad al 1 de mayo de 2003, cuando el presidente George W. Bush, vestido de piloto de combate y subido a bordo de un portaaviones estadounidense sobre aguas del golfo Pérsico anunció el final de las "principales operaciones militares" en Irak, frente a una pancarta que aseguraba: "Misión cumplida".

El año más letal para el Ejército de EE UU fue 2007, con 901 muertes, seguido de 2004 (849), 2005 (846) y 2006 (822), cifras que prueban que la violencia ha sido constante a lo largo de los años. Actualmente, el contingente norteamericano se eleva a 158.000 hombres. Unos 2.000 soldados han comenzado este mes a abandonar el país, dentro del marco de la retirada anunciada, de aquí a julio, de cinco brigadas de combate.

Pero el calendario de retirada sigue siendo fuente de polémica en EE UU. Y a pesar de que la guerra no es el principal tema de preocupación de los ciudadanos -lo es la economía-, el anuncio de tan simbólico número volverá a situar con probabilidad la guerra en los discursos de campaña de los contendientes a las elecciones presidenciales del próximo 4 de noviembre. La Administración de Bush, lejos de traer las tropas de vuelta a casa, incrementó a principios del año pasado en 30.000 los soldados enviados a Irak para el lanzamiento de un vasto plan para garantizar la seguridad en Bagdad.

Un <i>marine</i> llora la muerte de un compañero en Irak, en mayo de 2006.
Un marine llora la muerte de un compañero en Irak, en mayo de 2006.AFP

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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