España sale a flote
Con seis medallas a falta de una jornada, el equipo de natación recupera el pulso después de cuatro años de fracasos - Villaecija y Zhivanevskaya consiguen dos nuevas platas y Rafa Muñoz un bronce
Después de cuatro años depresivos, algo empieza a agitarse en la natación española. Los Campeonatos de Europa que hoy se cierran en Eindhoven han servido de lanzadera. Al calor de una competición de calibre medio, condicionada por la proximidad de los Juegos de Pekín y la ausencia de muchas figuras, ha surgido un interesante grupo de nadadores capaces de darle al deporte una dimensión más vital. La travesía del desierto ha terminado. Tal vez sea demasiado pronto para aspirar a subir a los podios de Pekín. Pero en el nivel intermedio de Europa, el progreso es indudable. Si en el Europeo de Budapest, en 2006, España no conquistó ninguna medalla, en Eindhoven, a falta de la última jornada, la delegación suma seis: un oro, tres platas y tres bronces. Ayer, Erika Villaecija conquistó la plata en 1.500, Nina Zhivanevskaya logró otra plata en 50 espalda, y Rafael Muñoz atrapó un bronce en 100 mariposa.
En Budapest 2006 España no subió al podio. En Eindhoven lleva seis visitas
"El espíritu de grupo ha mejorado. Es una de las claves del éxito", dice Coconi
La travesía en el desierto acabó, pero quizás sea pronto para los Juegos
La natación nunca fue el deporte más popular de España. Pero la sequía de los últimos años no tenía precedentes. Tras los Juegos de Atenas, la disolución del relevo femenino de 4x200 y la baja por maternidad de Nina Zhivanevskaya dejaron a Villaecija como la única exponente española en la élite mundial. El resto del equipo se quedó en los huesos. Las grandes competiciones fueron el escenario de un hundimiento paulatino. La comitiva española acudía, se bañaba, y dejaba sus mejores exhibiciones para las citas locales. En los Europeos de Budapest sólo un nadador consiguió un récord de España. Fue David Ortega en los 50 espalda. Una prueba periférica.
El cambio resulta misterioso. En la delegación que se ha trasladado a Holanda las explicaciones no coinciden. A falta de argumentos científicos, la mayoría atribuyen los éxitos a causas metafísicas. El propio director técnico, el italiano Mauricio Coconi, habla de lo intangible: "El espíritu de grupo ha mejorado. Esa es una de las claves del éxito. Ahora trabajamos todos juntos. Los compañeros ayudan a los compañeros. La natación es un deporte individual, pero el individuo sólo florece si se siente arropado por un grupo fuerte. El grupo debe ayudar a la individualidad".
Coconi, ex responsable de la natación juvenil italiana, fue fichado por la federación hace un año. Su contratación disparó una polémica primero. Los técnicos españoles se sintieron menospreciados. Coconi no se esforzó en hacer amigos. Se enfrentó abiertamente a algunos nadadores, ignoró a ciertos entrenadores, desplazó a otros, y fue abriendo brechas. En definitiva, se incorporó con naturalidad al ambiente de conspiraciones y recelos predominante en los alrededores de la federación. Su intención original de consolidar un grupo mayoritario en el CAR de Madrid no prosperó. Con el tiempo, cada nadador se fue por su lado.
Erika Villaecija y Rafael Muñoz, medallistas en Eindhoven, se entrenan con Joan Fortuny, un técnico que apenas se comunica con Coconi. El caso de Nina Zhivanevskaya es parecido. La rusa nacionalizada se entrena en Málaga, bajo la dirección de su marido. El espaldista Ashwin Wildeboer, que batió el récord de López Zubero en 100 espalda, también abandonó la disciplina del CAR para ponerse en manos de su padre, Paulus, otro entrenador que rompió lazos con la federación. Marco Rivera, el plusmarquista nacional de 800 y 1.500, se refugió en Tenerife con Carlos Carnero, que el año pasado presentó su renuncia a la federación por discrepancias con Coconi. Finalmente, Mireia Belmonte abandonó la residencia Blume de Madrid para regresar a Barcelona. Allí se entrena a las órdenes de Carles Subirana, predecesor de Coconi en el cargo de director técnico. Como dijo un veterano entrenador: "Coconi ha logrado que todo el mundo nade en contra suya. ¡Así es como se están haciendo estas marcas!".
Sea por lo que fuere, algo se ha removido. La irrupción de Mireia Belmonte es significativa. A sus 17 años, la chica de Badalona posee un entusiasmo contagioso que sirve de gatillo para un equipo que necesitaba estímulos. Esto lo supo ver Coconi desde el principio. El italiano llegó a España justo cuando Belmonte acababa de ganar el oro en las pruebas de estilos de los Mundiales Júnior de Río. "Ella tiene la costumbre de ganar", decía Coconi; "y ganar es una buena costumbre. Justo lo que le falta a los españoles, que sufren un complejo de inferioridad injustificable".
FINALES Hombres. 4x200m libre: 1. Italia, 7m 09,94s. 200m espalda: 1. M. Rogan (Aut.) 1m 55,85s. 4. A. Wildeboer, 1m 58,26s (R.N). 100m mariposa: 1. E. Korotyshkin (Rus.), 51,89s. 3. R. Muñoz, 52,09s (R. N.). 50m braza: 1. O. Lisogor (Ucr.), 27,43s. Mujeres: 1.500m: 1. F. Rigamonti (Sui.), 15m 58,54s. 2. E. Villaecija, 16m 02,08s (R. N.). 200m libre: 1. S. Isakovic (Slo.), 1m 57,45s. 50m espalda: 1. A. Zueva (Rus.), 28,05s. 2. N. Yivanevskaia, 28,11s. 5. M. Peris, 28,85s.
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